ENGASTAR, ‘embutir una cosa en otra, como una piedra preciosa en un metal’, del lat. vg. *INCASTRARE ‘insertar, articular’ (de donde INCASTRATURA, INCASTRATOR en textos vulgares y tardíos), de origen incierto, quizá alteración de un *INCLAUSTRARE que sustituiría al lat. INCLUDĔRE ‘engastar’; la forma española es una alteración de encastrar debida a influjo del antiguo sinónimo engastonar, derivado de gastón ‘engaste’, que a su vez se tomó del fr. ant. y dial. caston íd. (hoy chaton), procedente del fránc. KASTO (alem. kasten) ‘caja’.

1.ª doc.: APal. 208b1, 534b; Nebr. («engastar como en oro: celo»).

Casi por el mismo tiempo aparecen engastar y encastar en un invent. arag. de 1492 (VRom. X, 145). Es frecuente desde el S. XVI (engaste en A. de Morales) y sobre todo desde principios del XVII (Cervantes, Mateo Alemán, Quevedo, etc.), pero no lo hallo en la Edad Media. Castoar y encastoar ‘engastar’ (así como castão ‘engaste’ y castoador ‘engastador’) aparecen en el gallego de las CEsc. («nuca achou cactoador / que lh‘ o olho soubess’ encastoar», «bon mestre... / de castoar pedras», «tan estreito lhi fez end’ o caston, / que lhi non pôd’ i o olho caber» R. Lapa 375.6, 4, 11). Lo normal en la E. M. es engastonar, frecuente desde Berceo y Alfonso el Sabio hasta el S. XVI (Cotarelo, BRAE VII, 538; Alex. 840c; Gr. Conq. de Ultr., 68; Canc. de Baena en W. Schmid; invent. arag. de 1403 en VRom. X, 145; González de Clavijo en Aut.), agastonar ‘proveer (de piedras preciosas)’ en Yúçuf (h. 1300; v. 58d de la ed. M. P.), encastonar ‘engastar’ en la moderna biblia judía de Constantinopla (BRAE IV, 330); es derivado de gastón ‘engaste de piedra preciosa’, documentado por lo menos desde 1427 en un doc. toledano; castón en la Biblia citada (BRAE IV, 114). De la fecha tardía deduce Terlingen, 145-6 (siguiendo a M-L.), que procede del it. incastrare [Sacchetti, h. 1400], que por lo demás significa ‘insertar, articular’, ‘encalar’, en términos generales; pero puestos a buscar un origen forastero, y dada la rareza de los italianismos en el S. XV, quedan más cerca el cat. encastar ‘engastar’, ‘encalar’, ‘pegar’ [muy frecuente desde el S. XIV: B. Metge; Eiximenis; cartas publicadas por Coroleu; Amic e Melis], que tiene también variante engastar [fin del S. XV, en el Tirante; hoy en el Rosellón, con el sentido de ‘pegar’2]; también cabría partir de oc. encastrar [fin del S. XIII: Sta. Doucelina], del cual hay variante encastar, en ej. único pero asegurado por la rima3. Es fácil comprender la alteración de encastrar en encastar: aquella forma producía el efecto de un derivado de castrar, cuyo sentido de ‘cortar, mutilar’ era contradictorio con el de encastar; como suele ocurrir con los derivados sin jefe de familia, el idioma buscó una nueva afiliación que era fácil ver en el preexistente encastonar, engastonar. La contaminación de gastar no actuó hasta después de perdida ya la r, y dió lugar a la sonorización engastar (-onar).

INCASTRARE perteneció indiscutiblemente al latín vulgar, pues incastratura ‘inserción, articulación (de una mesa con otra)’ figura ya en la Vulgata, y el gramático Virgilio (S. VII) compara las conjunciones con una incastratura; el vocablo está documentado también en varios glosarios antiguos, entre ellos los atribuídos falsamente a San Isidoro (CGL V, 589, 32; 620.14; 266.49; 490.15; 590.1; IV, 486.25), siempre en el sentido de ‘articulación’ («ancones, anconiscos»), e incastratores figura en el Liber Glossarum redactado en España h. el año 700 (CGL V, 24). Esta antigüedad, no posterior al S. IV, bastaría para dudar de un origen germánico del vocablo (además KASTO no explicaría la r), pero hasta ahora no se ha dado explicación satisfactoria de la formación latina de *INCASTRARE. Si la vieja derivación de CASTRARE ‘cortar, mutilar’ no satisfacía, tampoco puede contentarnos la de CASTRUM ‘campamento fortificado, ciudadela’, que admiten sin titubeos Antoine Thomas (Rom. XXXVIII, 387), M-L. (ZRPh. XXXIV, 126; REW, 4344) y Wartburg (FEW II, 478a); el primero relaciona oc. encastre, fr. ant. enchastre, «châssis», «enceinte», «compartiment dans une huche» con los cerea castra ‘colmena’ de Virgilio, pero claro que esta expresión ‘campamentos o fortalezas de cera’ es una mera metáfora poética que no puede servirnos, y por lo demás no se enlaza de cerca con el sentido de ‘articular’ o ‘engastar’; menos me persuade aún la explicación de Wartburg INCASTRARE = aneinander befestigen; la índole abstracta del vocabulario derivado alemán (donde festung ‘fortaleza’ se codea con befestigen ‘sujetar’ y lager ‘campamento’ está junto a lage ‘situación’, p. ej.) se presta a esos equívocos y a esos escamoteos verbales, pero pocos admitirán que ‘engastar’ o ‘articular’ sean propiamente ‘construir una fortificación junto a otra’, o ‘encerrar (la joya) en una ciudadela’: el pensamiento popular no es tan gongorino.

Por otra parte si nos fijamos en que el oc. ant. encastrar se decía de las reliquias de santos (un dedo, un brazo, un pedazo del lignum crucis) encerrados en un relicario (vid. Levy, s. v.; Du C., s. v. incastamentum, incastare), y aun se podía decir en el sentido general de ‘meter’ (flors en gaugz s’es encastratz, flors en purtat encastrada), nadie extrañará que lo relacionemos con el b. lat. inclaustrare ‘encerrar’, inclaustrum ‘ámbito del monasterio’ (fr. ant. enclo(i)stre), derivado de CLAUSTRUM ‘clausura’, ‘encierro’, lat. tardío CLAUSTRA f.; tanto menos cuanto que ‘engastar’ se decía includere en latín clásico (smaragdi auro includuntur), inclaudere, inclausus, en la latinidad tardía (ThLL VII, 949.50ss., 957, 48-50), de suerte que todo el mundo tenía bien viva la noción del nexo inmediato entre claustrum y éste inclausus, y en el pasaje citado de la Vulgata hubo quien corrigió incastratura en inclaustratura; por otra parte includere era también el vocablo para ‘articular’ en términos técnicos («in arte mechanica»: ThLL VII, 954, iii), con el significado del it. y lat. vg. incastrare. La reducción de -claustr- a -castr- (quizá ayudada por la etimología popular que los citados filólogos toman por etimología real) tiene explicación fonética en la disimilación de las dos líquidas (como en TEMBLAR TREMULARE) y la reducción del complejo nexo implosivo -austr- a -astr- (comparable a los oc. anta, farga, entenerc, gay, en vez de aunta, faurga, entene?rc, ga?y). De hecho la reducción de CLAUSTRUM a clastrum está documentada en las Actas de San Benito (Du C.) y el caso paralelo en CLAUSTRA aparece en el cat. or. y mall. clasta ‘patio’, cat. ant. clastra, aran. crasta ‘ayuntamiento, casa capitular’ (vid. Festschrift Jud, 566), con toda la numerosa familia que Wartburg coloca erróneamente en su artículo CASTRUM: Aveyron castre «petit parc dans une étable où l’on enferme les veaux», gascón de Comminges crasto ‘cárcel’, Delfinado clastroun (nótese la l), Niza castroun «loge à cochon», langued. encastrà ‘encerrar a los corderos aparte de sus madres’, Lozère, Velay chastra ‘colmena’, etc.4. Por otra parte caustra por ‘claustro’ está en la Crón. Troyana en gallego del S. XIV (II, 105.1). Comp. lo dicho s. v. CÁRCAVA.

DERIV.

Engastador. Engastadura. Engaste [APal. 423b]. Engastonar, vid. arriba.

1 «Inclusor... es el que en oro engasta piedras precioses».―

2 Hablando de una haba que se pega a los dientes, Saisset, Perpinyanenques, 94. Esta ac. y la localización rosellonesa hacen muy improbable un origen castellano, aunque lo normal en catalán es encastar. Engastament ‘engaste’ se lee también en el mallorquín Oleza, ms. de 1536.―

3 En lengua de Oc para explicar la falta de r se puede pensar en el influjo de (en)cadastar íd., derivado de cadasta (REW 1762).―

4 Posiblemente por ultracorrección nació el b. lat. inclaustrum, it. inchiostro, ‘tinta’, de ENCAUSTUM. Hay también variante inclastrum, vid. Du C.