ENFRASCARSE, ‘aplicarse con intensidad a un asunto’, parece tomado del it. infrascarsi ‘internarse en la vegetación’, ‘enredarse’, derivado de frasca ‘rama’ (vieja palabra italiana de origen desconocido); pero esta palabra está mal estudiada, y la aparición bastante temprana del vocablo en los romances hispánicos, y la existencia de frasca ‘abundancia de cosas nocivas’, ‘hedor’, ‘porquería’ en catalán antiguo y en los dialectos del Noroeste hispánico, hacen dudosa esta conclusión.

1.ª doc.: «enfrascarse: impedior, haereo», Nebr.

Aparece también en el Quijote, en historia debida al aragonés Lanuza (1623), en Espinel (1618 ‘trabarse, enredarse’) y es frecuente en los autores clásicos; también en C. de las Casas (1570: «enfrascar: infrascare»), Percivale (1591: «enfrascar: to sticke faste, to be intangled, to intermeddle himselfe»), Oudin (1607: «enfrascarse: s’empestrer, s’embarrasser comme parmi des halliers et buissons») y en Covarr. (1611: «enfrascarse: encarçarse»). Abundan ya los italianismos en tiempo de estos autores, pero son raros todavía en tiempo de Nebr., y se reducen a algún sustantivo y vocablo técnico. En el mismo sentido que en it. y en Nebr. aparece en el catalán de Eiximenis (Cercapou, N. Cl. I, 44.1) y del Tirant (h. 1460), con e por etimología popular: «Ay, senyora, y com vos veig enfrescada, que resposta bona no’y poreu donar» (ed. príncipe, cap. 254; N. Cl. IV, 106). Pero también en portugués hallamos gente enfrascada (no estudo, no jogo, nos vícios), y ya en Sá de Miranda († 1558), en Jorge Ferreira (1554 o 1567) y en otros autores clásicos, con la variante enfrescar-se em muitos pecados en libro publicado en 1567 (vid. Moraes). En este idioma ha tomado modernamente el vocablo varios significados nuevos: ‘enredar’, en el Algarbe ‘causar aburrimiento’1, en otras partes ‘volver encarnizado’, ‘hartar’2 (Fig.), popularmente enfrascar-se ‘embriagarse’ (en los dos norteños Castelo-Branco y Macedo, vid. CortesƟo y Fig.), en Tras os Montes ‘andar metido en burdeles’, en la Beira enfrascado ‘aburrido, hastiado’. Ya Aut. señaló que algunos dicen enfroscarse, y hoy en Miranda de Duero anfruscar-se es ‘emboscarse’ (Leite de V., Phil. Mirand. II, 159), variante que cruzándose con ENFURRUÑARSE ha dado enfurruscarse ‘enojarse, encolerizarse’ en Aragón, Álava y Cespedosa (RFE XV, 260), enforruscao ‘enfadado’ en Extremadura (BRAE IV, 85), y de donde en Colombia se derivó el regresivo furrusca ‘chamusquina, gresca, pelotera, gazapera’, según Cuervo, Ap., § 931.

Lo que más invita a buscar el origen en el italiano, además de que aquí infrascarsi se halla desde princ. S. XIV (Antonio Pucci), es la circunstancia de que en este idioma deriva evidentemente de frasca ‘rama’, ‘fronda, espesura’ (y frasche ‘frioleras, enredos’), y aunque el origen de este vocablo es oscuro (pues el étimo *VIRASCA, derivado de VIRRE ‘ser verde’ por Diez y M-L., es, más que sospechoso, inaceptable fonéticamente, y tampoco satisface admitir un cruce con FRONS, -DIS3) nos basta saber que es palabra frecuente desde Boccaccio, y tiene mucho arraigo en Italia; es también sugestivo el hallar asimismo en Italia la variante infruscarsi [Fagiuoli, † 1742], que puede derivar de frusco o fruscolo ‘ramita’ (comp. REW 3529). De todos modos hay también huellas del primitivo frasca en la Península Ibérica, pues no sólo lo da Covarr., que por la vaguedad de su texto parece referirse más bien al it. frasca, sino Oudin (1607; «frasca: buisson, hallier»)4; sobre todo aparece un cat. ant. frasca en Eiximenis5, y esp. frasca en varios dialectos del Noroeste, con varios significados que recuerdan los que ha tomado enfrascar-se en portugués moderno: salm. frasca ‘raza, casta’, ‘abundancia de cosas nocivas’ (este brugo es una frasca tan mala, que va a ser casi imposible descastarla), ast. «clase, en la ac. de idéntico» (V) (es decir, se empleará en la frase de la misma frasca; en efecto, así se dice en Sajambre, Fz. Gonzz., Oseja, 271, hablando de maderas y aun personas); Bierzo «hedor; epidemia; toda cosa molesta: la frasca de este callejo no se resiste», gall. «porquería, mierda» (y enfrascarse ‘emporcarse’, Vallad.), alent. frascal ‘montón cuadrangular de leña o zarzas’ (G. Viana, Apost. I, 475), ‘casa de la era’, ‘lugar donde se guarda la leña seca’ (Fig.) (y quizá ya en Ruy de Pina, 2.ª mitad del S. XV, vid. Moraes), frascário ‘mujeriego, disoluto’ (ya S. XVI), frascaria ‘burdel’6. Es evidente que en todo esto se han producido cruces de homónimos y sinónimos.

Uno de ellos, el que ha engendrado la variante enfroscar parece fácil de descubrir: en Andalucía enfroscar es ‘enfoscar’ como término de albañilería (AV) y en Murcia enfoscar, además de ‘oscurecer’, es ‘atrancar, embarazar, enredar’, luego es claro que enfrascarse se cruzó con enfoscarse, derivado de fosco FUSCUS, dando enfroscarse, de suerte que uno de los argumentos que podían invocarse en favor del origen italiano (la coincidencia con it. infruscarsi) es endeble. En definitiva, se tiene la impresión de que el influjo del it. infrascarsi, que indudablemente actuaría en Cervantes y contemporáneos, encontraría ya la existencia previa de una voz enfrascarse antigua en la Península Ibérica, y acaso nacida originariamente en la forma sugerida en la nota 6.

DERIV.

Enfrascamiento.

1 Definido «tomar tédio a qualquer coisa, enjoar» en el vocabulario algarbío de Nunes, RL VII, 119.―

2 En alguna de estas acs., y quizá precisamente en la del Algarbe, parece emplearlo Mateo Alemán: «No entres donde no puedes libremente salir, no te pongas en peligro que temas, no te sobre que te quiten ni te falte para que pidas, no pretendas lisonjeando ni enfrasques porque no te inquieten», G. de Alfarache, Cl. C. II, 48.7.―

3 Hoy todos niegan o dudan de la otra etimología frana < VORAGէNEM, que es la que se mencionaba como prueba de que la vocal inicial puede caer entre V- y R- causando el paso de V- a f-; se crce más bien en una relación con FRAGUM y FRANGERE. Últimamente Wartburg, FEW III, 770-1, ha propuesto derivar el it. frasca de *FRAXICARE ‘romper’, pero además de que este étimo es problemático por muchos conceptos (no se conoce un participio *FRAXUS) y no existe un verbo *frascare en italiano, desde el punto de vista fonético es imposible así en el Norte (donde esperaríamos *frasgar o *frascegar) como en el Centro o el Sur de Italia, donde la síncopa no es posible en voz de tal estructura. El tipo fracher ‘romper’ del francoprovenzal, borgoñón y lorenés es más probable que sea FLACCARE (X FRANGERE), o si se quiere FRAGICARE, FEW III, 744; oc. ant. frascar es hapax dudoso.―

4 El murc. forrascar ‘espesura, follaje’ quizá sea metátesis de foscarral ‘espesura’, que si no es derivado de fosco ‘oscuro’ lo será de fosque ‘bosque’, variante fonética que en Murcia se produce espontáneamente (los bosques > loh fosque).―

5 ‘Acto asqueroso o reprensible’ criticando a muchachas descocadas: «com fan aquelles... qui per escusa de muntar e devallar de les bisties, o de cavalcar pus segur, sofiren alscuns abraçaments e palpunyer, e d’altres males frasques, qui s’acosten al propi» (eufemismo), Llibre de les Dones, cap. 53. Como es uno de los pasajes prosificados debe de ser no de fin del S. XIV como el Llibre, sino de mediados del siglo. También en nombres de lugar antiguos, valencianos y aun alguno del Principado (Frasquet en el Montnegre, nombre de un barranco muy selvoso, arcaico en vista del sufijo colectivo -ETUM).―

6 En cuanto a frasca ‘loza, vajilla’, parece ser mero derivado de frasco ‘botella’ (> ‘vasija’), pero la ac. colectiva ‘tren, bagaje’ (ya en los SS. XIV y XV) puede relacionarse con enfrascarse a base de la idea de ‘impedimenta’. El mismo vocablo existió en castellano arcaico, pues el ms. 7 de la Biblia de Alfonso X dice que David antes del combate con Goliat dejó «toda la frasca al cuidado de quien se la guardase», traduciendo de la Vulgata: «derelinquens ergo David vasa quae attulerat» (Scío, Reyes I xvii, 22). No sé si hay relaci6n con frasco o frasca, que aparece en textos de los SS. XV-XVII en relación con camisas y otros atavíos (¿será algo como ‘gorguera’?), p. ej. en La Serrana de la Vera, donde se describe a la protagonista tal «como la pinta el romanze», «el cabello sobre el onbro / lleva partido en dos crenchas / y una montera redonda / de plumas blancas y negras; / de una pretina dorada, / dorados frascos le cuelgan» (v. 2219), «66 dos cueros de onso; 67 una camisa de ombre y otras frasquas» (invent. arag. de 1469, BRAE IX, 120), «traía valona y no cuello abierto; y un tahalí con frascos por no tener capa» (El Buscón, Cl. C., p. 170), «lo que·n lo clos [= monasterio] / après havia, / als no sabia: / sols perfumar, / e despensar / confits de monges... / e lepolies; / les praderies, / aygues, ramets, / perfums, pevets, / cordons, frasquetes, / trenes, bossetes, / flochs, agullés» (J. Roig, v. 4995). El mismo texto hablando de las mujeres recomienda «tu no adores / ses alcandores... / ni t’acumules idolatries / per frasqueries / de quantes son» (v. 10060).