AÑACEA, ant., ‘fiesta, diversión’, del ár. nazâha íd.

1.ª doc.: 1272-84, Gral. Estoria: annazeha; h. 1295, 1. Crón. Gral.: annazea.

Cej. VI, § 79; Dozy, Gloss., 195-6; Suppl. II, 663b; Neuvonen, 235. La ñ castellana resulta de la n árabe, más la l del artículo al-, que se le asimila. Aunque en el S. XIII se cita por lo común como palabra árabe, no está en lo cierto Neuvonen al creer que fuese siempre voz desusada en castellano, puesto que no sólo lo dan lexicógrafos como López Tamarid y Víctor en la ac. expresada, y Nebr. en la de ‘feria’, sino que el Arcipreste de Talavera emplea ananzea (DHist.) y de añacea se formó el derivado añacear ‘regocijarse, divertirse’ en Gil Vicente y reñaciar ‘descansar, holgar sosegadamente’ en J. del Encina (C. Michaëlis, RL XIII, 257, comp. ENACIADO). Añacea tenía z sonora en el idioma antiguo (así Nebr. y textos del S. XIII).

DERIV.

Ast. añaciar ‘dedicarse a asistir a las fiestas, al ocio y a la vagancia’ (Rato).