EMPALMAR, ‘juntar por sus extremos dos sogas, cuerdas, esteras, maderos o cosas semejantes’, síncopa de empalomar ‘atar con bramante’, ‘coser la relinga a la vela con ligadas fuertes’, término náutico mediterráneo que al parecer procede del catalán, donde deriva de paloma ‘amarra que se lanzaba desde la embarcación para unir a ésta con la playa’, descendiente probable de lat. PALŬMBES ‘paloma’, por comparación del lanzamiento de la amarra con el vuelo de esta ave.

1.ª doc.: 1587, G. de Palacio.

Cuervo, Dicc. Bol. C. y C. III, 276-7, documenta desde med. S. XVIII. Aut., sin citar documentación, dice que viene de palma por comparación con la unión de las dos manos con los dedos intercalados; pero no habría entonces razón para formar un derivado de palma más bien que de mano; en cuanto a la conjetura de Cuervo «es posible que se designara así un modo de ensamblar en que la espiga recibiera este nombre a semejanza de la hoja de la palma, no de otra suerte que se dice cola de milano o de pato» (nombre de procedimientos de empalme citados por Baíls), es completamente hipotética.

Bien mirado, se impone desechar esta derivación de palma porque así no explicaríamos la forma antigua empalomar; y aunque es cierto que hoy distinguen los diccionados náuticos entre empalmar y empalomar, reservando a éste el sentido de ‘atar con bramante’ y acs. análogas, el hecho es que nuestra autoridad más antigua emplea las dos formas con este último sentido: en su Instrucción Náutica G. de Palacio da la forma plena al definir el vocablo en su glosario («empalomar es guarnecer la vela con la relinga o con el grátil, que es una cuerda, y coserlo a la bela» 141v°), pero luego se sirve de empalmar, forma sin duda más coloquial, con valor análogo de ‘sujetar’ o ‘atar’, al definir otro término: «durmentes son los que hechan en los navíos por la parte de dentro, para sobre ellos empalmar las latas que hazen las cubiertas y sobrados en los navíos» (140v°); después empalomadura en 102v°.

En realidad es muy fácil admitir una síncopa empalomar > empalmar, comp. palmino (asegurado por el verso) en D. Sánchez de Badajoz (RFE IV, 21), y el nombre de lugar catalán Palmerola < Palomerola1, en docs. latinos Palumbariola. Ahora bien, el and. empalomar ‘empalmar’ («para subir tuvo que empalomar dos escaleras», A. Venceslada), confirma plenamente esta conjetura. En castellano moderno se ha ido reservando empalomar como término náutico en el sentido de ‘coser la relinga y grátil con la vela’ [h. 1573, Eug. de Salazar; 1696, Vocab. Marít. de Sevilla], y de ahí empalomadura ‘ligada fuerte con que se une la relinga a su vela’, junto al cual existe empalmadura ‘juntura de dos cuerdas por los extremos’ (ya en 1680).

Ambas voces son también catalanas, y allí cuentan con larga historia y numerosa familia. Su etimología es discutida, mas parecen razonables las conclusiones, arriba resumidas, del estudio de Vidos, Parole Marin., 506-10, donde puede verse bibliografía2 y amplia documentación. En catalán [1395, Alcover] hallamos fil d’empalomar ‘bramante’ (de ahí el murc. hilo palomar, G. Soriano; y el fr. poulemart, ya en Rabelais, etc.), y paloma o palomera ‘amarra que se lanzaba desde la embarcación’, ya documentado éste en 1283, y paloma desde 1331; del catalán procede también el cast. paloma ‘cable para izar las vergas’, y otras formas romances, entre ellas el genov. paroma (paloma en 1248) y parmaera (paromaria ya en 1210), que ha de ser de origen catalán en vista del tratamiento de -MB- (que en este dialecto debiera conservarse sin alteración). Desde Cataluña, directa o indirectamente, debió el vocablo extenderse por todo el Mediterráneo y hasta Portugal y N. de Francia, según las autorizadas conclusiones de Vidos.

El latino palmare (de donde quiere derivarlo GdDD 4754a) no significa «unir», sino ‘atar la vid a su rodrigón’: claro que es inadecuado como base de empalmar, y no digamos ya de empalomar. V. además PALOMA.

DERIV.

Empalmadura. Empalme [1633, Lz. de Arenas, cap. 20, p. 59, etc.; Acad. 1884, no 1843]. Empalomar y empalomadura, vid. arriba.

1 En el término náutico la síncopa se registra en sus derivados indiscutibles fr. palmare ‘amarra’ [S. XIV] y genov. parmaea. V. también palmejar < palomejar, en mi artículo PALMA.―

2 Véase últimamente H. y R. Kahane, Italica XXIII (1946), 178-88; Byzant.-Neugr. Jahrbücher XV, 106. Rohe, en su monografía sobre la terminología náutica en Grau d’Agde, se adhirió a la antigua etimología de Montoliu (cat. paloma, alteración de caloma ‘especie de cuerda náutica’ < καλύμμα ‘especie de red’, por influjo de la sinonimia entre el cat. arcaico paloma PALUMBES y coloma ‘paloma’ COLUMBA), pero sin obtener la aprobación de Vidos, VRom. I, 179-80. Para los varios representantes del vocablo en los varios idiomas mediterráneos, romances, eslavos, orientales y griego, vid. Deanovi?, ARom. XXI, 277; Rohlfs, ZRPh. XLI, 455; Coray, VKR III, 351.