ELÉBORO, tomado del lat. hellebŏrus y éste del gr. ƈλλέβοροσ íd.

1.ª doc.: APal. 22d, 129b; 1555, Laguna.

La vieja palabra castellana es VEDEGAMBRE. La Acad. cita variante antigua elébor. Port. heléboro y demás formas, enteramente cultas, en todas las lenguas romances (pues ni siquiera en toponimia conozco nada con arraigo viejo). Una variante ebro que Sarm. (CaG. 133r) oyó en Santiago tampoco es representante popular (pues una -LL- se hubiera conservado como -l- en gallego) sino deglutinación del cast. eléboro de los estudiantes y farmacéuticos compostelanos, mal entendido por curanderos y aficionadillos locales como si llevara artículo castellano; lo popular allí es herba da braña o cevadilla. Quizá galleguización de un semicultismo *llavoiro o *llavero (< helleboreus) sería el gallego oriental chaveiro, pero más bien vid. CLAVO.