DIBUJAR, palabra común a los tres romances ibéricos y a las lenguas medievales de Francia, significó primero ‘representar gráficamente (esculpiendo, pintando o dibujando)’; el origen es incierto, pero es probable que las lenguas iberorrománicas lo tomaran del fr. ant. deboissier ‘labrar en madera’, ‘representar gráficamente’, el cual derivaría de bois ‘madera’, del mismo origen que nuestro BOSQUE.

1.ª doc.: debuxar, Berceo, S. Mill., 455d; dibuxar, C. de las Casas, 15701.

Cuervo, Dicc. II, 1211-2. Port. debuxar, cat. dibuixar, ambos de igual significado que en castellano. Covarr., además de una etimología fonéticamente imposible (it. buio ‘oscuro’), insinuó una posible relación con BOJ, idea prohijada por Aut. con la justificación semántica «por hacerse los dibujos en tablas de esta madera»; a ella se adhirió Cuervo, si bien con reservas, aludiendo a la frecuencia de la pintura en tablas de boj, y aunque M-L., REW1 1430, se declaraba escéptico por razones morfológicas, en la 3a. ed. de su diccionario sus escrúpulos fueron vencidos por un artículo que dedicó Spitzer al problema, en ZFSL XLV (1919), 375-9.

La ac. moderna ‘delinear en una superficie, representado de claro y oscuro la figura de un cuerpo’ es predominante en el S. XVII, está claramente expresada en Covarr. y ya en Fr. Luis de Granada2, pero en toda la Edad Media, y aun en el S. XVI3, el significado es más amplio y se refiere igualmente a representaciones en colores o de relieve e igualmente en los tres romances ibéricos («entallada er debuxada toda a ymage a faytura et a fegura de salamandras» Gral. Est. gall. S. XIV, 136.11). Puede tratarse de pintura en colores, como en Alex. 1630 (hablando de Apeles), 85 (escudo donde se pinta la tierra y la mar), en González de Clavijo (pintura en mosaico) o en el doc. catalán de 1404 citado por Ag., de donde pasará a aplicarse a la pintura en la cara de la mujer coqueta (Bernat Metge, Somni, a. 1398, N. Cl. 111.4; Quiñones de B. NBAE XVIII, 683). O de escultura en piedra, como en el Canc. de Baena, 133, donde se habla de las que adornarán un sepulcro. Pero lo más común y antiguo parece ser ‘entallar o labrar’, particularmente en madera, también en marfil, en piedra u otros materiales: «si alguno debuxase o entallase para sí en piedra o en madero ageno» (Partidas), «unes taules d’escriure, de vori, deboxades», «l coltell... ha lo manech e·l foure de vori e ha en lo manech ·vi· caps deboxats» (inventario de Jaime II, 1291-1327, cita de Spitzer, Lexik. a. d. Kat., 43), «un retaulo de libros, deboxado, et otras muchas cosas pintadas en él» (inventario aragonés de 1469, BRAE IX, 119), deboxadura ‘talla, obra de escultura’, en la Hist. Troyana (h. 1270), 16.4, y todavía Nebr. se refiere a lo mismo con su definición de debuxo en escorche como «cataglyphe»4. Finalmente el significado puede generalizarse hasta ser sinónimo de ‘describir’ (la religión musulmana está debuxada en el Corán: Berceo; J. Ruiz, 1464, debuxa el amante modelo), ‘adornar’ («meresçe traher la tiesta / debuxada de cornía», es decir de cuernos, Fr. D. de Valencia, en el Canc. de Baena, n.º 497, v. 20), o ‘representar’ en general (Sem Tob, copla 555; Alex., 2386).

En la lengua de Oc la voz deboissar es corriente en la Edad Media (ya en Giraut de Bornelh, hacia 1200), y en francés antiguo deboissier se halla varias veces en el S. XIII (Raoul de Houdenc, en God.; Supl. del Renart) y sobre todo es frecuente en el XII, con muchos ejs. en Chrétien de Troyes y en Benoit de Sainte More; en Francia se halla ya la ac. ‘pintar en colores’5, pero en general significa ‘entallar, labrar en madera’, vid. Tobler, Raynouard y Levy (s. v. deboissar y desboissadura). Spitzer trató de reunir pruebas del empleo del boj en las artes gráficas, mas aparte de la referencia a una pila de agua bendita hecha de boj y con imágenes labradas, toda su documentación se refiere a cuadernos de tablillas empleados para escribir; los cuales, por lo demás, se podían hacer de marfil (comp. el doc. catalán de arriba), de cuerno o de maderas duras, entre las cuales se menciona el boj, pero como menos frecuente que el haya y otras. No está claro, por lo tanto, por qué entre todos estos materiales se eligió solamente el boj para formar un verbo como dibujar.

Por otra parte, el escrúpulo morfológico que detuvo a M-L. estaba bien fundado, y los paralelos que citan Cuervo y Spitzer no pueden removerlo satisfactoriamente: el caso de deaurare ‘dorar’, no es comparable, puesto que el oro es la materia empleada para dorar pero no el material en que se dora; los casos de decolorare y deflorare son absolutamente distintos, ya que el prefijo indica en ellos privación; y los de depingere, describere, designare, delineare, partiendo de verbos, tampoco son comparables, y sólo se podrían admitir como modelos imitados mecánicamente en una formación tardía e imperfecta, si la relación con el lat. BUXUM fuera la única posible y estuviera bien sentada desde todos los puntos de vista. Pero desde el punto de vista morfológico y semántico es mucho más comprensible que el fr. ant. deboissier se derivara de bois ‘madera’6, puesto que el entallado consiste justamente en sacar una parte de este material, ahondándolo con una gubia o utensilio análogo; el prefijo puede ser des- (lat. DIS-), más bien que el culto de- (latín DE-), pues ya en el S. XII, es corriente el enmudecimiento de la s ante consonante sonora (comp. los muchos ejs. de debiter, deboter, debriser, en Tobler, debuschier por desbuschier en el Roman de Rou, etc.). Claro está que no tiene valor contra esta idea la objeción de Spitzer, de que entonces se esperaría deboiser con s sonora: los actuales boisé y déboisé son de creación moderna, y, por el contrario, buisson (bosquecillo), antiguamente boisson (éste y boissoneus ya en Chrétien de Troyes), nos muestra cómo se formaban los derivados de bois en el francés de la época. Siendo éste el idioma donde el vocablo se documenta en fecha más antigua, no es demasiado audaz el suponer que dibujar y sus congéneres constituyen uno de tantos galicismos artesanos que por entonces se tomaron, tanto más cuanto que el punto de partida pudo hallarse también en la zona septentrional del territorio occitano, donde también se pronunciaba bois por bosc, y se le daba el sentido de ‘madera’7. Es posible y aun probable que ya en Francia existiera una variante debuissier (comparable al moderno buisson), que explicara la u de las formas iberorromances8; si éstas fuesen derivados autóctonos de BUXUM no se ve por qué razón deboxar se habría cambiado en debuxar, puesto que el nombre de esta planta ha tenido siempre o en castellano y catalán.

DERIV.

Dibujo [debuxo, Nebr.]. Dibujador. Dibujante. Desdibujarse.

1 Esta forma, debida a un cambio de prefijo como el que presentan difunto y diputar, aparece hacia 1600. Hasta entonces, y todavía en Nebrija, Torres Naharro, Lorenzo de Sepúlveda, Fr. Luis de Granada, Fr. Luis de León y Percivale (1591) aparece sólo la forma con e. En el propio Las Casas figuran ambas formas y en Oudin (1607) dibuxar sólo está como referencia al artículo encabezado «debuxar o debujar», y aun en el Peribáñez de Lope (II, xviii, ed. Losada, p. 143) está el sustantivo debujo. Por otra parte, Cervantes emplea la forma con i en las Novelas Ejemplares (1613) y en la 2a. parte del Quijote, y así escriben Covarr. (1611), Bartolomé Argensola, Minsheu (1623) y Quiñones de Benavente, así como Hojeda (1611) y Quevedo, si es que podemos hacer caso a la ed. Rivadeneyra. Comp. Cuervo, Obr. Inéd., p. 101; Tallgren, Est. sobre la G. de Segovia, p. 51.―

2 «Primero le debujó, como con un perfil, una imperfecta imagen de justicia en la Ley; y después añadió en el Evangelio todos los colores y matices que faltaban para la perfección de esta imagen» (cita de Cuervo).―

3 «Cuando aquestas cerraduras / que cierran estos canados / fueran abiertas, y visto / lo en el paño debujado, / España será perdida / y todo en ella asolado», Lorenzo de Sepúlveda en el Canc. de Romances de Amberes, 1551, cita de M.P., Floresta II, 129, v. 34. Debe de ser representación en colores.―

4 También da «debuxo, arte de debuxar: antigraphice», «debuxo, el mesmo debuxar: antigraphia», donde parece tratarse de ‘retratar’ o ‘representar’ en general; y en «debuxar traçando: delinio» ya tenemos el sentido moderno.―

5 Así claramente en dos ejs. occitanos (Torcafol y Preste Johan), y quizá ya en uno de los ejs. de la Crónica francesa de Benoit («palais... coverz e vous e lambruschiez, od colors peinz e deboissiez»). De ahí luego ‘describir’, ‘imaginar’ en dos ejs. franceses.―

6 Ac. de bois que ya aparece en el S. XII (Wace).―

7 Recuérdese que el ej. occitano más antiguo parece hallarse en Giraut de Bornelh, que era de Excideuil, y comp. lemosín boi, auvernés bouei. Wartburg, vacila en la cuestión: en FEW I, 453a, deriva deboissier de bois = bosque, pero en 666b y n.3, parte de BUXUM.―

8 Deboxar sólo aparece como castellano en el Alex. y en el citado inventario aragonés, deboxadura en la Hist. Troyana. En catalán los cuatro ejs. medievales presentan o; la u aparece en el Miserere de Pons, a fines del S. XVI; pero no disponemos de materiales abundantes para esta palabra catalana.