DESTEBRECHAR, gnía, ‘declarar, publicar’, ‘interpretar’, de origen incierto, probablemente tomado, con el carácter de voz jergal, del oc. septentrional *desentrebechar ‘desenredar, aclarar’, variante fonética regular de desentrebrescar íd., negación de entrebrescar ‘confundir palabras y conceptos’, derivado de bresca ‘panal’ y brescat ‘emparrilado a modo de panal’.

1.ª doc.: 1609, Juan Hidalgo.

Este vocabulario define ‘declarar’, y destebrechador ‘declarador o intérprete’. Hill y Pagés citan varios ejs. del verbo en romances de germanía, por los que se ve que el significado puede ser ‘hacer público, publicar’ (destebrechar el delito), o ‘traducir, entender, interpretar’ (destebrechar muchas lenguas). En cuanto a la idea de Pagés de mirarlo como derivado de tenebroso, sólo podría aprovecharse en el sentido de un portuguesismo *destrevejar ‘deshacer las tinieblas’, derivado de trevas ‘tinieblas’, cuya -j- palatal se hubiese adaptado como -ch-. Pero es inverosímil, porque no parece haber existido tal verbo en portugués (Fig.), y por poco que la palabra castellana fuese antigua en 1609, no habría habido dificultad en reproducir su j por una j castellana1. Spitzer (MLN LXXI, 374) ha dado con la solución de este problema etimológico. Se trata de un préstamo del oc. septentrional *desentrebechar ‘desenredar’, variante fonética regular de desentreb(r)escar en las hablas del Lemosín, Auvernia y Delfinado. La existencia de este último está documentada directa o indirectamente por el vocablo desentrebresc, que aparece con toda seguridad en Marcabrú2. Es el derivado negativo del verbo entrebrescar o entrebescar, frecuentísimo en los trovadores, y que G. de Bornelh, Bernat Martí y el propio Marcabrú, en otros pasajes, emplean precisamente con aplicación a palabras (motz entrebescar), en el sentido de ‘confundir palabras y conceptos’: el negativo desentrebrescar se prestaba, pues, a dar un vocablo que significaba ‘interpretar’; cf. it. intrebescare «parlare forestiero, p. es. come i tedeschi» (Petrocchi). La forma con ch se documenta hoy en el Lemosín (entrebraichà) y en el Delfinado (entrebeichà) (citados por Mistral en su artículo entrepacha), con la representación de SCa como ich, que es regular en la fonética local. Ni siquiera es preciso suponer que desentrebechar resulte de un cruce de entrebrescar con empachar, como admite Spitzer (lo único que se explica de este modo es la forma entrepachà con que Mistral encabeza este artículo, y que él mismo documenta en un poeta de Nimes y en otro de Provenza). La reducción de desentrebrechar a destebrechar no presenta dificultad: los casos como desencaminar = descaminar y desembarazar > débarrasser servirían de modelo.

En cuanto a entrebrescar, es derivado de brescar ‘enredarse’, documentado en catalán antiguo con aplicación a la formación enredada de una compañía militar, y brescat ‘emparrillado de listones’ (vid. los textos en Alcover), a su vez derivados de bresca ‘panal’.

Seguramente la germanía clásica española tomó el vocablo del argot de los Coquillards y demás hampones franceses, que ya en el S. XV empleaban tantos vocablos después trasmitidos a España (vid. CAIRE, ENTREVAR, etc.), y sabido es que el argot antiguo hormigueaba de vocablos provinciales, entre los cuales no serían raros los del Centro de Francia o de los Alpes, como éste (recuérdese el gran florecimiento de las hablas jergales en Saboya, etc.).

DERIV.

Destebrechador (V. arriba).

1 Sólo si entonces fuese muy reciente se comprendería la -ch-; GARÚA, que ya está documentado entre 1560 y 1573, es muy inseguro que ya presente huellas de la distinta pronunciación de la j en los dos idiomas.―

2 Levy lee «Qu’Amors adoncx entrebresca / enginhos desentrebesc» entendiendo este último como sustantivo en el sentido de ‘acción de desenredar’: lo que ha sido ingeniosamente desenredado el Amor lo vuelve a enredar. Dejeanne, en su ed. (Toulouse, 1909, p. 58, v. 35 de la canción Contra l’ivern), pone punto y coma tras entrebresca y entiende ‘que el ingenioso vuelva a desenredarlo’: sería el subjuntivo de un verbo. Las dos variantes del vocablo, con una y con dos rr, están aseguradas por un buen número de rimas y por el paralelismo del texto de otro trovador, citado por Levy.