CUREÑA, ‘armazón en que se monta el cañón de artillería’, antiguamente curueña ‘palo de ballesta’, origen incierto: si es alteración del lat. COLŬMNA, en relación con oc. ant. coronna ‘columna’ y milan. corogna ‘sostén de un emparrado’, la evolución fonética no es clara; probablemente de COLŬMNA, a pesar de todo, pero alterado por influjo de cuero, porque las cureñas de ballesta iban forradas de este material.
1.ª doc.: curuenya de ballesta, inventarios aragoneses de 1373 y 1403 (BRAE IV, 347, 522).
Teniendo en cuenta que la ac. ‘palo de ballesta’ es indudablemente la primitiva, y que este objeto tenía evidente parecido con una columna, sobre todo cuando la ballesta se apoyaba verticalmente en el suelo para tenderla (V. los grabados en la Grande Encycl., Encicl. Ital. y Espasa), teniendo en cuenta también su nombre alemán de säule, propiamente ‘columna’ (Brockhaus, s. v. armbrust), existe buena base semántica para la etimologia COLUMNA, sugerida dubitativamente por A. Thomas (Mél. d’Étym. Fr., 56) y Schuchardt (ZRPh. XXVI, 413-4); confirma la idea el ast. cureña ‘las barras de madera que forman y sujetan los tabiques’ (Rato), ‘cada una de las tablas que forman las paredes del hórreo’ (Vigón), es decir, lo mismo que, según Rato (s. v. panera), se llama también colondra, vocablo que no puede dudarse procede de COLŬMNA; en Puerto Rico es ‘poste que sostiene dos vigas paralelas, en el trapiche’ (Navarro Tomás, Esp. en P. R., 161). Nascentes y el REW, 2437, rechazan sin embargo esta etimología.
Y es que hay dificultades fonéticas. Pues aun admitiendo que la voz portuguesa se tomara del castellano, con eliminación del diptongo al nacionalizar la palabra, y aun reconociendo que hay muchos representantes romances de COLUMNA que cambiaron la -L- en -r- (oc. coronna en Flamenca, hoy coro(u)no en el Lemosín y en los Alpes, vid. además aquí s. v. CORONDEL), es difícil comprender el cambio de Ŭ en ue ante MN. Si se tratara de una ñ procedente de -N?- no habría dificultad en la diptongación, pues la ȳ se combina entonces con la ọ para producir ue, pero no hay casos de tal diptongo cuando ọ va seguida de -NN- (comp. COÑO) o su equivalente -MN-. Sería difícil admitir un derivado *COLŬMNէA a pesar del milanés rural corogna ‘sostén de emparrado’ citado por Schuchardt. Sin embargo, esta posibilidad no se puede rechazar del todo. Quizá *coroña fuese arrastrado en castellano por la vacilación entre -oño (> -uño) y -ueño como representantes del sufijo latino -ĶNĔUS (coloño, veduño, terruño, halagüeño, risueño), y convertido por lo tanto en *corueña > curueña.
Recordaba yo haber visto varios grabados de ballestas cuyo palo estaba forrado de cuero para evitar que al disparar, con el movimiento del arma, se clavase alguna astilla en la mano del ballestero. Y, en efecto, el Glossaire Archéologique de Gay confirma sólidamente este dato básico en su artículo arbrier y en numerosísimos documentos entre los citados s. v. arbalête. No habría dificultad fonética en derivar corueña de cuero, como corambre, encorar, etc. Pero como no es corriente que el sufijo -ueño (halagüeño, risueño) indique el material de que se hace algo (comp. sin embargo almadr(u)eñas), lo más probable es que se trate de COLUMNA alterado por la etimología popular CORIUM y por influjo del sufijo -ueño, port. -onho.
Semánticamente no es aceptable la etimología *CORĶNէA (derivado de CORĶNA), que sugirió dubitativamente M. P., Man., § 13.2.
DERIV.
Cureñaje. Encureñar.
1 Cat. curenya, préstamo del castellano; vid. Ag. y AlcM.; 1575 crueñes «caxes; theca» On. Pou, Thes. Puer., p. 172. ↩