COÑO, del lat. CŬNNUS íd.
1.ª doc.: orígenes del idioma (con la grafía cono figura ya en un texto de la 1.ª mitad del S. XIII: RFE I, 176).
Port. cono, cat. cony, oc., fr. con, it. conno, etc. Evitado en la literatura seria y en la conversación decente, se halla, sin embargo, en textos satíricos u obscenos de todas las épocas (ej. del Canc. de Baena en W. Schmid). Muy vivo como exclamación, sufrió toda clase de deformaciones eufemísticas, para las cuales pueden verse, entre otros, Spitzer, ZRPh. XLIV, 585; Moll, ibid. XLIX, 286; agréguense las ast. cónxaru y coime (V); en América se usa mucho menos con este carácter, de ahí el empleo del vocablo en Chile como remoquete aplicado popularmente a los españoles (Draghi, Canc., 340, en texto de procedencia chilena).
DERIV.
Coña ‘broma, chanza’, pop.; coñón ‘él que gusta de chancear’; coñearse ‘chancear’ [1905, Besses]. Gall. Compost. conas ‘mejillones’ (por su figura de labrum Veneris, con barbas, Sarm. CaG. 204r y p. 166).