CUAJO, ‘sustancia cuajada’, ‘sustancia que sirve para cuajar’, del lat. COAGŬLUM, íd., derivado de AGĔREempujar, hacer mover’, con el prefijo CO- ‘juntamente’.

1.ª doc.: h. 1400, Glos. del Escorial.

En Abenbuclárix (h. 1106) ya se halla la forma mozárabe quwályo (códices de Leiden y de Toledo) o qályo (códice de Nápoles), como nombre del cuajo o cuajar de los camellos (Simonet, s. v. cuályo), parte del sistema digestivo de los ruminantes, así llamada porque en ella se cuaja la leche en los animales de teta. Ast. cuayu ‘cuajo’, dau de cuayu ‘regalo sin importancia’ (V). De ahí cuajo ‘intestinos de persona’ en F. de Baena [Canc., de íd., n.º 105, v. 6).

DERIV.

Cuajar, v. [med. S. XIII: Alex., Apol.], del lat. COAGULARE íd., derivado del anterior; para la evolución semántica, vid. la filiación detallada por Cuervo, Dicc. II, 605-7. Aunque es también fr. cailler y no del todo ajeno al occitano, no tengo pruebas de que el val. quallar se haya empleado en catalán fuera del antiguo territorio mozárabe (allí ya en el S. XV); port. coalhar, gall. callar («a derradeira verba callouse nos beizos da miña nai», Castelao 195.3). Cuajada (ast. cuayada, V); cuajadera. Cuajado, cuajadillo. Cuajadura. Cuajamiento. Cuajarón [1555, Laguna], probablemente alteración de cuajadón íd., que se halla en Alex. 2084. Cuajar m. [h. 1400, Glos. del Escorial], del lat. tardío COAGULARE íd. (en Vegecio)1. Cuaje o cuajado, muy usual en Mendoza (Arg.) para el acto de florecer la vid. Descuajar ‘liquidar, descoagular’ [-ado, Berceo, RFE XL, 152; Ribadeneira, † 1611]; descuajaringar2.

Duplicados cultos: Coágulo; coaguloso. Coagular [1709: Palomino], coagulación [Aut.], coagulable, coagulador, coagulante.

CPT.

Cuajaleche.

1 Para la explicación semántica de esta denominación, comp. lo dicho acerca del sinónimo cuajo. En el texto de Vegecio debe interpretarse indudablemente así, aunque algunos filólogos latinistas entiendan ‘colon’. Carece de fundamento la afirmación de Cabrera de que es el ‘recto’, afirmación sólo apoyada en la falsa etimología que este autor atribuye al cast. tripa del cagalar [Aut.], y que en realidad es derivado de CAGAR, comp. cagalera, etc.―

2 Ast. escuaxaringar (Rato). Para la formación comp. entaramingar ‘empingorotar, levantar en alto’ (ib.), que vendrá de *entarimingar, derivado de tarima. En Mendoza (Arg.) he oído descuajeringar. En cuanto a descuajar ‘roturar, arrancar de cuajo las plantas y malezas que cubren un terreno para cultivarlo’ [Acad. 1843], quizá tenga razón Cabrera († 1833) al derivarlo del b. lat. hispánico SQUALIDAREroturar’ (cita ej. de 842), derivado de SQUALէDUS ‘erizado, rugoso’, ‘inculto, árido’, y éste a su vez de SQUALREestar en barbecho, permanecer árido’ (squalent abductis arva colonis, en Virgilio). De hecho escaliar ‘roturar’ es frecuente en documentos aragoneses (Tilander, Fueros de Aragón, 387-9), y el correspondiente escalio ‘roza’ tiene variante escayllo en varios fueros (ibid.), a la cual podría corresponder *escuajo en castellano. De aquí vienen indudablemente las voces académicas escalio y escaliar, con su variante escajo (falta aún Acad. 1884), que en Santander significa además ‘arbusto espinoso’ (G. Lomas), ast. escayu ‘zarza’ (V), ‘rama espinosa’ (R, s. v. balsa y escayada), escayáse ‘pincharse con las espinas de una zarza’ (V, R), escayada ‘rasguño de zarza’ (V), ‘capa de escayos que queda en el suelo donde ha habido argoma seca’ (R); Terr. cita las formas (aragonesas o leonesas) escacho ‘espina’ y escachar ‘espinar’, como usadas en las Montañas. Esto traería como corolario el considerar cuajo en la frase arrancar de cuajo ‘arrancar de raíz’ [1583-5, Fr. Luis de León] como derivado regresivo de descuajar. Este origen de descuajar y de arrancar de cuajo es inseguro, pues la ac. de cuajar ‘formarse las flores y sazonarse los frutos’ (Cuervo, c), que procede de cuajar ‘coagularse’ por una evolución escalonada muy clara, pudo crear por sí sola un cuajo ‘arraigo’, de donde descuajar ‘roturar’. Harán falta más materiales para decidir la cuestión en favor de una de las dos alternativas o para admitir ―quizá lo mejor― que hubo convergencia y colaboración de las dos familias léxicas.