Nótese que la voz mozárabe con que PAlc. traduce
colleja procede justamente del nombre latino de la ‘col’:
BRASSICA. El femenino
colicula o
culicula (traducido con palabras griegas que designan variedades de col) aparece en glosas latinas (
CGL III, 16.15, 359.14, 397.57). En el anónimo de h. 1100 hallamos muchas variantes:
qūlillya,
qulelûƇa (así deberá leerse en los dos últimos pasajes y no
collochcha como hace Asín),
qaȬliǤêlla (<
CAULICELLA), estas dos últimas con un segundo sufijo diminutivo; el colector hispanoárabe explica siempre que el vocablo significa ‘col pequeña’, y lo mismo él que los botánicos citados por Simonet la identifican con plantas que presentan semejanza con la colleja. Del mismo origen, Rioja
colleta ‘berza pequeña’ [
Aut.], Litera
coleta ‘silene inflata’ (Coll A.), cat.
colitxos,
colissos ‘silene venosa’, oc.
caulichou, etc. Es notable el cambio de -
L- en
-ll- castellana: deberá explicarse por dilación de la palatalidad ante la
j siguiente (antiguamente =
Ɂ); comp.
MOLLEJA. El nav. tudelano
coleja (Iribarren) conserva la forma originaria; aun cuando haya nav. y rioj.
colleta (Iribarren; falta en Magaña y en Merino) es probable que éste salga de
colleja por cambio de sufijo. Para que (como quiere
GdDD 1551) hubiera influjo de
cuello falta afinidad semántica; para que lo hubiera de
tallo falta, además, la proximidad fonética.