COLLEJA, ‘silene inflata’, del lat. vg. CAULէCŬLA, lat. CAULICULUS, ‘col pequeña’, diminutivo de CAULIScol’ (masculino en clásico, pero femenino en el latín vulgar de España, vid. COL).

1.ª doc.: h. 1100, qaȬlîlya y formas análogas, en el botánico mozárabe estudiado por Asín (pp. 72-74); qulîǤa, h. 1106, Abenbuclárix; qulelya o qaȬlelya, S. XIII, Abenalbéitar (Simonet, 122-3); «colleja, yerva: braxíqua, braxíq», 1505, PAlc.

Nótese que la voz mozárabe con que PAlc. traduce colleja procede justamente del nombre latino de la ‘col’: BRASSICA. El femenino colicula o culicula (traducido con palabras griegas que designan variedades de col) aparece en glosas latinas (CGL III, 16.15, 359.14, 397.57). En el anónimo de h. 1100 hallamos muchas variantes: qūlillya, qulelûƇa (así deberá leerse en los dos últimos pasajes y no collochcha como hace Asín), qaȬliǤêlla (< CAULICELLA), estas dos últimas con un segundo sufijo diminutivo; el colector hispanoárabe explica siempre que el vocablo significa ‘col pequeña’, y lo mismo él que los botánicos citados por Simonet la identifican con plantas que presentan semejanza con la colleja. Del mismo origen, Rioja colleta ‘berza pequeña’ [Aut.], Litera coleta ‘silene inflata’ (Coll A.), cat. colitxos, colissos ‘silene venosa’, oc. caulichou, etc. Es notable el cambio de -L- en -ll- castellana: deberá explicarse por dilación de la palatalidad ante la j siguiente (antiguamente = Ɂ); comp. MOLLEJA. El nav. tudelano coleja (Iribarren) conserva la forma originaria; aun cuando haya nav. y rioj. colleta (Iribarren; falta en Magaña y en Merino) es probable que éste salga de colleja por cambio de sufijo. Para que (como quiere GdDD 1551) hubiera influjo de cuello falta afinidad semántica; para que lo hubiera de tallo falta, además, la proximidad fonética.