CICATERO, ‘ruin, miserable, escaso’, del antiguo cegatero ‘regatón, revendedor’, y éste derivado de un sinónimo *cegate procedente del ár. saqqâƫ ‘ropavejero’, ‘vendedor de baratillo’ (que a su vez deriva de la raíz arábiga sáqat ‘caer, hacer caer, podar, restar, sustraer’); la forma moderna ha sufrido el influjo de la voz jergal cica ‘bolsa de dinero’ procedente del ár. kîsa íd.

1.ª doc.: cegatero, en un ordenamiento de Juan I (1379-90), Aut.; cicatero, ‘ruin, mezquino’, Aut., y seguramente ya en Quevedo1.

Ya Müller y Dozy, Gloss., 251, indicaron el origen de cegatero: ár. saqqâƫ2. En cuanto a cicatero, el significado más corriente en el Siglo de Oro fué ‘ladrón de bolsas’: vid. los ejemplos citados por Aut., la definición de Juan Hidalgo, y el ej. de La Ilustre Fregona (ed. Cl. Cast., 225), donde se menciona a los cicateruelos de Zocodover y de la Plaza de Madrid, entre los pícaros, falsos tullidos y otros personajes que tratan de vivir a costa de la gente; así definen también Percivale (1599) y Oudin. Pero es evidente que, en su ac. más corriente hoy en día3, cicatero no viene de esta ac. sino que se relaciona con la de ‘revendedor al por menor’: así no es posible aprobar la opinión de Baist (RF IV, 389) en cuanto separa completamente las etimologías de cegatero y cicatero. En cuanto al vco. vizc. y ronc. (y quizá también a. nav.) zikotz ‘avaro’, vizc. y guip. zikutz, guip. y bazt. zikoitz, guip. zikor (el zikoi citado por Bera-Me. no lo confirma Azkue), más bien parece un préstamo.

Ya en árabe hallamos la significación del castellano moderno en un derivado de la misma raíz, saqâta, que R. Martí traduce por «vilitas», P. de Alcalá por «descortesía», y que en un contexto completamente inequívoco se halla en las 1001 Noches, donde se vitupera a un hombre por su saqâta o cicatería: ha recibido un regalo de 8.000 dirhems y cuando se le cae uno al suelo se inclina a recogerlo, en lugar de dejarlo para los pajes del donante (Dozy, Suppl. I, 662a). De saqqât salió, pues, cegatero ‘revendedor’ y ‘mezquino’, y esta misma forma o una variante *cecatero (con otra representación posible del qq arábigo) sufrió el influjo de cica ‘bolsa’, palabra perteneciente al mismo orden de ideas, convirtiéndose en cicatero4; en germanía esta forma, sentida ya como un mero derivado de cica, se aplicaría al ladrón de cicas o bolsas. Cica ‘bolsa’ [1609: J. Hidalgo; Rinconete y Cortadillo, Cl. C. I, 176; Cej. VIII, § 17], port. ant. aciqua íd. (léase acica)5, procede, como notó Eguílaz, 33, del ár. vg. kîsa ‘bolsa’ (hoy magrebí: Dombay, A. Martin, en Dozy, Suppl. II, 504b), variante del ár. kîs ‘bolsa’, ‘saco’, aplicado particularmente a la bolsa para dinero (nótese la frase alà kîsih ‘a sus expensas’). Hay una metátesis, que es frecuente en árabe vulgar. Cica no puede venir (GdDD 7583a) del ár. clásico ziqq ‘odre’, que en árabe vulgar se habría pronunciado zeqq (por lo demás el vocalismo de este vocablo en el árabe de España era zaqq, vid. ZAQUE).

Otra voz castellana de la misma familia que cicatero ha sufrido una evolución semántica paralela. Me refiero a zarracatín [cerracatín, h. 1590, Fr. D. de Vega6; çarracatín, Covarr.; ej. de Fr. Ángel Manrique, S. XVII en Aut.], que Covarr. define «el hombre muy miserable y menudo, que regatea la ganancia en lo que compra o vende»; veo en él un cruce entre saqaƫî, sinónimo de saqqâƫ (Belot)7, y s[a]r[a], usual en Egipto en el mismo sentido de ‘revendedor, mercader modesto’ (Bocthor): de aquí *saraqaƫí > zarracatín8. Asín, Al-And. IX, 40, admite dubitativamente como base de zarracatín un ár. *saraqatî «el que roba a escondidas», claro que sin documentarlo (difícilmente se podría justificar como formación arábiga, a no ser por un cruce como el que he sugerido).

Mencionaré para terminar las voces de esta familia el jergal cicaraçate «lo propio que cicatero», en Juan Hidalgo, es decir, ‘ladrón de bolsas’ (ej. en un romance citado por Pagés). Caben varias explicaciones. Es posible que se trate de un cruce de cicatero con un *caraçate < çaracate, resultante a su vez de la combinación de saraqî con saqqâƫ; para una ampliación jergal semejante, comp. putaraçana ‘ramera’ en un romance germanesco publicado por Hill (IX, 4).

DERIV.

Cicatear, [ya Acad. 1884]; ast. cicatiar ‘regatear’ (V). Cicatería [1599, G. de Alfarache]. Cicarazate, V. arriba; de aquí por cruce con baile ‘ladrón’, ciquiribaile íd. [1609, Hidalgo]9. Cigarra y cigarrón ‘bolsa de dinero’ [1609, J. Hidalgo], de cica por floreo verbal con CIGARRA. Zarracatería ‘halago fingido y engañoso’ [Quevedo, Cuento de Cuentos, en Aut.], derivado de zarracatín.

1 «Los que habiéndose hallado en un punto con otro, ora sea con cólera, ora por deshonrarle, le llamaren cicatero, le condenamos que le llamen lo mismo», Premáticas y Aranceles Generales, ed. Cl. Cast. IV, 39. Igual ac. probablemente en el ej. de cicaterillo que Aut. cita de un Canc. [de] Xac[aras]: «Yo siendo cicaterillo, / por mi virtud y trabajo, / llego a verme en tanto punto, / que en todo meto la mano». Claro está que en el último verso hay alusión evidente al cicatero ‘ladrón de bolsas’, pero creo que en el primer verso se trata de cicatero ‘mezquino’, con juego de palabras después. Sin embargo, en ambos casos cabría en rigor la otra ac. Más datos Cej. VIII § 17. Además la Acad. cita zagadero como antiguo [1925, no 1843].―

2 Según indicaré, en España se diría saqaƫî con el mismo significado, pero que saqqât también se empleaba en el Andalús, lo prueba Zacatín, que, como nombre de plaza, figura en varias ciudades de España, y que la Acad. recoge en el sentido de ‘plaza o calle donde en algunas pueblos se venden ropas’, rectificando las definiciones y etimologías erróneas que dieron Covarr. y Aut., y adhiriéndose al origen indicado por López Tamarid (1585). Se trata del plural vulgar saqqāƫîn ‘ropavejeros’, pues el plural de los nombres de oficio se empleaba en el habla corriente para designar la parte de la ciudad donde vivían los que lo desempeñaban, según documenta eruditamente Dozy, Gloss., 356-8; en nota marginal de mi ejemplar agregó el ejemplo de as-sarrāǤîn en el Riyâȓ an-Nofûs, ms. de París, f° 16, y mencionó la existencia de barrios llamados as-saqqāƫîn en Cairuán, y en Fez, según el mismo ms., f° 22v°, y según el Journal Asiatique, 1844, I, 411, respectivamente; Lerchundi menciona también el de la última de estas ciudades. El sic. zágatu «bottega di pizzicagnolo» es otro testimonio, según observa Steiger, Contr., 217, de la vida de saqqâƫ en el árabe vulgar occidental.―

3 De ahí secundariamente el ast. cicateru ‘el que regatea mucho’ (V), port. trasm. cicateiro ‘que se pelea por nimiedades’: «niqueiro, que pega como isca para armar una questƟo», cicatices «as niquices do cicateiro» (RL V, 30, 40). Cicater ‘mezquino’ se ha empleado también en Cataluña (E. Vilanova) y Valencia (M. Gadea, Tèrra del , II), pero creo es castellanismo, tanto en catalán como en portugués.―

4 La variante chicatero, empleada en Chiloé y otras zonas de Chile (Cavada, Dicc. Manual Isleño), se debe al influjo del sinónimo chileno pichicato (para el cual vid. Lenz, Dicc., p. 893).―

5 En un pasaje jergal de la Ulissipo de Ferreira de Vasconcellos (1547) citado por Moraes.―

6 «No seas apocado ni cerracatín con Dios», DHist. Luego es ‘regateador’ o ‘mezquino’.―

7 Para el uso de saqatî en árabe vulgar, vid. Dozy, Gloss., 366.―

8 Covarr. cree que viene del plural de «çarrech, ladrón, regatón». Se trata de sarrâq ‘ladrón’, de la misma raíz sáraq ‘robar’, de donde procede saraqî; pero el plural de sarrâq, a saber sarrāqîn, no basta para explicar zarracatín. No hay dificultad, en cambio, en la agregación romance de una consonante tras (como en albañil, marguán, etc.).―

9 Hubo variante ciquibaile (dos ejs. del S. XVI en Fontecha y en Rouanet, Autos II, 320), de cicatero × baile.