CHAPARRO, ‘mata de encina o roble, de muchas ramas y poca altura’, probablemente de origen prerromano, emparentado con el vasco dialectal txapar(ra) íd., diminutivo de saphar(ra) ‘matorral’, ‘seto’.
El vocablo se halla también en otros autores de princ. S. XVII (
Aut.), así como en Oudin (1616)
1 y en Vélez de Guevara († 1644),
La Serrana de la Vera, v. 411. Según indicaron Schuchardt,
BhZRPh. VI (1906), 37-38, y Gavel,
RIEV XII, 159, hay parentesco con el vasco ronc.
txapar ‘roble pequeño’, b. nav.
txaparro ‘mata de encina o roble’, ‘(hombre) rechoncho’, variante de
*xapar, que es el diminutivo regular del vasco b. nav.
sapar (con artículo
saparra) ‘matorral’, lab. y b. nav.
saphar ‘seto’
2; el vco.
sapar(
r) «rubus» «tribulus» está bien documentado desde Leiçarraga y Axular, Michelena,
BSVAP XIII, 500 (cf. J. Hubschmid,
Estudis Romànics IV (1954 [1957], 231-4). Para la relación fonética entre estas tres iniciales vascas, vid.
CHAMORRO y
SOCARRAR. Para la relación con vizc., b. nav., ronc.
lapar ‘matorral’ y b. nav.
gapar íd. (de donde el cat.
gavarra, gasc.
gardaua,
magarda, etc.), vid. Schuchardt,
l. c., y Rohlfs,
ZRPh. XLVII, 400, y comp. bearn.
sapar ‘garrapata’ junto al b. nav.
lapar, aran.
laparra íd. y cast.
garrapata (
gaparrata) íd. Es frecuente que las ideas de ‘bosquecillo’, ‘matorral’, ‘seto’ y ‘encina o roble joven’ sean expresadas por una misma palabra, a consecuencia de la propensión de los chaparros a crecer por los lados en forma análoga a un matorral. Esta propensión explica el que
árbol achaparrado sea un árbol bajo y extendido,
hombre chaparro valga por ‘hombre bajo, rechoncho’, y que, por otra parte, se llamara al chaparro con el nombre de
txapar, diminutivo de
sapar ‘matorral’, ‘seto’, comp. vasco
artegi ‘bosque que puede ser talado o cortado’, colectivo de
arte ‘encina, roble’. Es posible que
sapar esté emparentado con el beréber
ta-saf-t ‘encina de bellotas’ (
RIEV VII, 1913, 306; Schuchardt,
Roman.
Lehnw.
im Berber., 17), y quizá con el fr.
sapin ‘abeto’ (Bertoni,
ARom. IX 422-3)
3. En cuanto al romance, el port.
chaparro,
chaparreiro [Moraes], significa ‘árbol pequeño y tortuoso’, ‘alcornoque pequeño’ y dialectalmente ‘encina joven’, ‘pino joven’; la falta de documentación antigua, y la vaguedad del significado parecen indicar un castellanismo; esto es más seguro en el caso del cat.
xaparro ‘pesado, carente de gracia y esbeltez en el andar o en las proporciones’, en vista de su significado exclusivamente figurado. Trató previamente del origen de
chaparro Larramendi (seguido por Diez,
Wb., 430), que derivaba del vasco
atxaparra ‘garra’, comparada con las ramas cortas del chaparro (es comparación poco convincente, y el vocablo vasco, que falta en Azkue, es de existencia dudosa); Gerland,
GGr. I
2, 567, y Schuchardt,
ZRPh. XXIII, 200, señalaron ya el parentesco con el ronc.
txapar, pero no lograron demostrar que esta palabra fuese genuina en vasco. La forma básica del vocablo vasco para ‘matorral, seto’ quizá es más bien
zaphar(
ra) que
saphar(
ra), y no hay que dudar de la existencia de
atxapar(
ra) ‘garra’, diminutivo del bien conocido
atzapar: Michelena,
BSVAP XI, 285. Claro que no por ello se podrá reivindicar la etimología de Larramendi, sin base semántica.