CHAMORRO, ‘que tiene la cabeza esquilada’, origen incierto, quizá prerromano y posiblemente emparentado con el vasco samur(r) ‘tierno’, que significaría primitivamente ‘jovencito’, comp. vasco mutil ‘muchacho’ y ‘trasquilado’, mutildu ‘esquilar’, por la costumbre de cortar el pelo a los rapaces.

1.ª doc.: h. 1350 (Poema de Alfonso XI, 1782c); cronistas portugueses del S. XVI mencionan el cast. chamorro con referencia a la batalla de Aljubarrota, en 1385, y en Cataluña aparece xamorro como apodo aplicado a los portugueses en documentos de 1413-24 y en otros del S. XV.

He aquí los textos de Covarr. (s. v. chamorrar, çamarro): «De çamarra se dixo chamarra, y cortarle el pelo [a la zamarra] chamorrar, y chamorras: en Vizcaya las donzellas que andan tresquiladas, con solas dos vedejas a los lados y sin cobertura ninguna en la cabeça», «chamorrar vale quitar el pelo, y propiamente se dize del trasquilar los asnos, como se haze por el mes de Março, y es nombre hebreo, de chamor ‘asinus’; y de allí chamorro y chamorra. Trigo chamorro, el que nace sin aristas en la espiga»1, (s. v. gorra:) «Para notar a uno de cornudo suelen usar de un término en dialogismo, diziendo uno de la conversación quando el cornudo passa por delante: ponte su gorra, y responde el otro: más quiero andar en chamorra». De aquí el vocablo pasó a Oudin, 1616 (no está en la ed. de 1607). No se halla en diccs. anteriores, y Aut. sólo trae una cita de Quevedo.

Pero el vocablo estaba en uso desde la Edad Media, aplicado como apodo a los portugueses por los castellanos, como consecuencia de la costumbre de cortarse el cabello, que los portugueses adoptaron cuando en Castilla los hombres llevaban todavía el cabello largo2. En el Poema de Alfonso XI, 1782c, se habla ya de una chamorra (rimando con zorra), como término despectivo aplicado a una cristiana que se había hecho mora: no es improbable, aunque el contexto no lo exige, que signifique ya ‘portuguesa’. Este sentido es claro, en cambio, en una poesía incluida en el Cancionero de Baena, p. 67: se trata ya de los seguidores del Maestre de Avís3. También con referencia a la batalla de Aljubarrota documentan el término los cronistas portugueses, y en particular el autor de la Crónica del Condestable (1526) y Duarte Nunes de LeƟo. El vocablo se había ya extendido a Cataluña en el S. XV, donde xamorro figura como étnico de no catalanes, y opuesto también a castellanos (doc. de 1459) y a vizcaínos, navarros, marranos y «otra gente bárbara» en La Fi del Comte d’Urgell (escrita entre 1466 y 1479, N. Cl., 123); los apellidos que llevan estos xamorros en dos documentos de 1413-24 (Yáñez, Olivencia) muestran que se trata de portugueses o gallegos (vid. Ag.). Chamorras se llamaban las reses locales que los pastores trashumantes compraban en el Sur de España para hacerse con carne y lana más baratas que las de sus propias ovejas (así en doc. de 1707)4; nombre que se les daría por tener menos lana. Diez, Wb., 439, explicaba chamorro como derivado de chamorra ‘cabeza trasquilada’ (así en Aut.; andar en chamorra ‘con la cabeza descubierta’) y éste como compuesto de morra y calva, alterado en *clava. Claro que esto es fonéticamente imposible, como indica M-L. (REW 1532). Mas ¿podrá conservarse algo de la idea, admitiendo que chamorro viene de chamorrar ‘trasquilar’ y éste de morra con prefijo cha- (< SUB)? Dice Aut. que morra es ‘la parte superior de la cabeza’: entonces chamorrar sería ‘cortar el pelo de la cabeza’, comp. chapodar ‘cercenar, cortar ramas de los árboles’, derivado de podar con el mismo prefijo. Sin embargo, habría que empezar por sentar la existencia y antigüedad de morra ‘cabeza’, que sólo aparece en Aut., sin citación de autores (comp. morro «le derrière de la teste» en Oudin), y que parece deducido arbitrariamente de morrada ‘golpe que se dan dos que chocan de cabeza’, morral ‘saquillo para dar de comer a las bestias’ y morrión ‘armadura de la cabeza’; ahora bien, aunque Aut. derive estas voces de morra en el sentido citado, es evidente que son meros derivados de morro ‘hocico’ (< ‘cara’). Creo, pues, que chamorro no contiene el prefijo cha- ni tiene que ver con morro o morra.

Spitzer, ZRPh. XLIV, 81, tomando como punto de partida el dicc. de Oudin, que sólo registra el verbo chamorrar ‘esquilar’, como aplicado a los asnos, propuso considerarlo variante, con otro sufijo, de chamuscar en el sentido de ‘pelar chamuscando’. Pero ahora sabemos que Oudin no hizo sino reproducir el texto del artículo chamorrar de Covarr., que justamente constituye la primera documentación de este verbo bastante tardío, mientras que el adjetivo chamorro era de uso frecuente por lo menos desde 300 años antes, y salta a la vista que la restricción de chamorrar a los asnos no tiene otra base que una fantástica etimología de este lexicógrafo (hebreo chamor); en la Edad Media el vocablo se aplica siempre a las personas, a las que no se podía rapar chamuscando; por lo demás, sería sorprendente que un apodo que los portugueses miran como perteneciente a la lengua castellana («assim chamavƟo, e chamƟo hoje alguns castelhanos as ovelhas tosquiadas», Duarte Nunes de LeƟo) derivara del port. chama FLAMMA, de donde viene chamuscar, y no del cast. llama. Luego también se deberá abandonar esta idea.

Ya Moraes derivaba chamorro del vascuence chamorro-a, pero en realidad el vasco txamorro, según Azkue, sólo significa ‘gorgojo’, ‘gusano negro que vive bajo tierra’, figuradamente ‘nadie’ (es decir, ‘ni un gorgojo’), y parece ser palabra del todo independiente. Creo, sin embargo, que debemos guiarnos realmente por la terminación -orro y ver en chamorro, sea una vieja reliquia prerromana, sea una voz tomada posteriormente del vasco y difundida por España desde Navarra y el Norte de Castilla: recuérdese que Covarr. localiza el uso de chamorro en el País Vasco, y que el temprano arraigo en Cataluña está muy de acuerdo con una procedencia navarra o alto-aragonesa. El hecho es que el adjetivo samur (con artículo samurra) es una vieja palabra vasca, bien arraigada en todos los dialectos, y que su diminutivo xamur(ra) no es menos vivo; la variante txamur(ra) tiene curso en el Roncal, y en general es frecuente que la inicial tx- alterne con s- y con x- (forma generalizada ésta en todos los dialectos vascos de Francia), comp. samorro ‘gorgojo’ en Guipúzcoa, frente a txamorro de otras localidades vizcaínas y guipuzcoanas y a txamuru íd. de Navarra; en español mismo tenemos el montañés zamorro ‘aldeano inculto y torpe’. El significado de samur está hoy bastante alejado del de la voz castellana: normalmente (en Navarra, Laburdi, Guipúzcoa y Vizcaya) significa ‘tierno, delicado’ (aplicado a las manos, p. ej.), de donde ‘dócil’ y ‘blando’ en otras localidades navarras, y otras acs. secundarias como ‘frágil’ (Roncal, Baja Navarra, Laburdi, etc.), ‘irritado, de mal genio’ (en las mismas regiones y en Sule), ‘franco, dadivoso’ (en parte de Vizcaya); el verbo samurtu es, paralelamente, ‘enternecerse’ en todo el vasco de España y ‘encolerizarse’ en los dialectos de Francia y del Roncal. Parece claro que de ‘tierno, delicado’ se pasó a ‘frágil’ y a ‘irritado’, y no costará mucho admitir que a ‘tierno’ se llegó desde la idea de *‘joven’. De ser esto así no habría inconveniente en unir nuestro caso con el de tantas voces romances y vascas que reúnen las nociones de ‘muchacho’ y ‘rapado’: sabido es que el vasco mutil5 y su equivalente el cast. muchacho vienen del lat. vg. MŬTէLUSrapado’, y que un origen semejante tienen rapaz, port. rapariga, cat. ant., oc. ant. tos, it. merid. caruso (REW 5791; Rohlfs, ARom. VIII, 161). Michelena (BSVAP XI, 285) duda de que haya relación con el vasco samur, e insinúa que puede haberla con una familia constituída por morroe, -oi(n), ‘mozo’ y ‘criado’ (< -ONE), moarratu ‘podado’ (< *morroatu) y morrondu ‘echar vastagos’. Luego su idea parece ser que el proto-vasco MORRON- significaría básicamente ‘podar’, ‘trasquilar’ (de donde luego ‘pelado’ > ‘joven, mozo’ > ‘criado’). Pero entonces cuesta entender el sentido de morrondu, y la imposibilidad de explicar cha- por el vasco, y aun por el castellano, me hace dudar de lo atinado de esta pista. También Spitzer (MLN LXXI, 373) duda de la etimología samur por no estar documentada la ac. ‘joven’ en el vasco samur y por no conocer ejs. del tránsito semántico ‘joven’ > ‘esquilado’. Pero sí hay muchísimos del opuesto, y ¿es lícito en un caso así dudar de que el proceso semántico sea reversible? No pretendo, en efecto, que esta etimología sea segura, pero sí que es la que hasta aquí ofrece la pista más prometedora.

Para terminar me referiré a algunas acs. del cast. chamorro que creo secundarias, aunque no está descartado el que alguna de ellas entronque con alguno de estos significados vascos. En Tras os Montes se llama fala chamorra al dialecto local, a distinción de la fala polítiga o portugués literario (Leite de V., Philol. Mirand. II, 44n.): creo que es denominación tomada de sus vecinos leoneses, para quienes chamorro era sinónimo de ‘portugués’ en general. En Ciudad Rodrigo significa ‘terco’ (Lamano), y sospecho que aquí también deberemos partir de la idea de ‘portugués’, pues ya se sabe que entre vecinos se atribuyen a los de otro lenguaje y nacionalidad toda clase de malas cualidades. Spitzer prefería partir de su idea de ‘quemado’, ‘endurecido’ (it. faccia tosta), y el mismo erudito quiere explicar la ac. murciana ‘regordete’6 partiendo de ‘tronco de árbol quemado hasta la base’: mas sería preferible pensar en la mayor delgadez que aparenta la persona de cabello largo. En Filipinas se designa con chamorro al natural de las Islas Marianas (Retana, RH LI, 83).

DERIV.

Chamorrar [Covarr.]. Chamorra [íd.]. Chamorrada «testerada u golpe con la chamorra» [Aut.].

1 Es común en muchos romances llamar ‘esquilada’ a esta clase de trigo: fr. touselle, cat. tosella, it. merid. carusa, tosc. calvello, oc. mussolo (Merlo, Accad. R. Sci. di Torino, 1907; Richter, KJRPh. XI, i, 111).―

2 Según Viterbo, s. v. barba, se adoptó esta moda en la nación vecina a imitación del uso personal del rey portugués don Fernando (1367-83); vid. además moça chamorra en el propio Viterbo. Si en el Poema de Alfonso XI el vocablo significa ya ‘portugués’, la costumbre debería ser anterior. Cej. busca otra explicación semántica: de ‘rapado’ se habría pasado a ‘corto de haberes, pobre, vil’ y de ahí a ‘portugués’. Que el vocablo pudo tomar otros sentidos despectivos lo indicaré a continuación. Sin embargo, la explicación del apodo aplicado a los portugueses por la costumbre de raparse la cabeza, se halla ya por lo menos en la Crónica de D. João I por Duarte Nunes de LeƟo († 1608), cap. 61, con referencia a la batalla de Aljubarrota (cita en extenso en el dicc. de Vieira).―

3 El publicador, p. 652, da otro ej., de 1397, donde también significa ‘portugués’. La poesía comentada va a continuación de una de Ferrant Manuel (de Lando, nacido h. 1365 o 1370). E. Buceta (RFE XVI, 55) la atribuye sin embargo a Villasandino, la fecha en 1420, y cree que ahí chamorros se refiere a los partidarios de Enrique III.―

4 J. Klein, The Mesta, Harvard Univ., 1920, 29. Sería, pues, lo mismo que CHURRO (V. éste).―

5 ‘Muchacho’ en el vasco general, pero ‘trasquilado’ en Vizcaya, y mutildu ‘rapar’, ‘desplumar una ave en agua hirviendo’.―

6 Comp. quizá el alav. zaborro ‘gordinflón’ recordando que b y m alternan en vasco. Hay además el vasco zabar ‘remolón’, ‘depravado’ y también ‘escoria’, junto al cual tenemos zabor, que aparte de ‘escombro, suciedad’ significa ‘correoso, tieso, difícil de comer’. ¿Será todo lo mismo? Es difícil orientarse en el laberinto euskérico sin el hilo de Ariadna que nos darían el ibero o el proto-vasco si los conociéramos.