CERRO, ‘lomo, espinazo, pescuezo de los animales, en particular el toro’, ‘elevación de tierra aislada menos considerable que una montaña’1, del lat. CէRRUS ‘rizo, copete, crin’, en el sentido de ‘la crin del caballo’, por hallarse ésta en el cerro de este animal.
1.ª doc.: 917, doc. de León.
Ahora bien, el paso de ‘pescuezo’, ‘lomo’, a ‘colina, cerro’ y viceversa, es un hecho frecuentísimo en muchos idiomas: gr. λóưος ‘pescuezo’ > ‘colina’, lat. GRUMUS ‘colina’ > rum. grum ‘colina’, ‘nuca’, rum. y alb. grumaz ‘nuca’, ‘garganta’, y recuérdense los numerosos ejs. de lomo, loma, espinazo, espaldar, etc., en la toponimia española. En el sentido de ‘colina, elevación del terreno’, cerro se extiende al portugués y al español, y en particular es antiguo y abundante en todo Portugal, Salamanca, Extremadura, Castilla la Nueva, Teruel, Murcia, Andalucía y América, así como en una zona aislada en Santander y Vizcaya (M. P., Oríg., 429-31); no hay, en cambio, noticias ciertas de que el vocablo exista o haya existido en catalán o en lengua de Oc, pues el cat. merid. serret ‘colina’ (Tarragona principalmente), oc. ant. ser m. ‘cumbre de montaña’, Bajos Alpes serre (1570), y otras formas citadas en el FEW II, 710a y b, así como Bigorra sarrot ‘colina’ (Rohlfs, ZRPh. XLVIII, 436), van más bien con oc. y cat. serra ‘sierra’, serrat ‘sierra secundaria’, ‘loma lateral de una montaña’ y son del mismo origen que el cast. SIERRA (nótese la grafía con s- en provenzal antiguo)3.
Creo que no es acertada la interpretación semántica que dan M-L. y Wartburg a la etimología de cerro ‘cumbre’, partiendo de CIRRUS ‘penacho’. Más aceptable parece la de M. P, a base de CIRRUS «moño» (por «moño» deberemos entender la ac. conocida de la voz latina ‘copete de las aves’); pero es preferible no separar el caso de cerro de los paralelos semánticos arriba citados. Cej. VIII, § 83.
DERIV.
Cerrada ‘parte de la piel del animal que corresponde al cerro’. Cerrejón. Cerrero, ‘cerril, no domado’ [Nebr.], porque anda por los cerros (comp. Cuervo, Ap.7, p. 413; Quijote I, 1, Cl. C. IV, 287; hoy vivo en Cuba, según Pichardo, en otros países de América, en Canarias―RFE XII, 84―y en otras partes, pues del castellano pasaría al valenciano, donde cerrer íd. ya se halla en el Spill, v. 5323, y hoy vale además ‘impar’: M. Gadea, Tèrra del Gè, I, 191); cerrería. Cerril [1436], comp. el anterior. Cerrillo ‘hierros en que está grabado el cordoncillo para formar el lomo de las piezas de moneda’ [1786], ‘corte curvo que se da a una lima’ [1633], propiamente ‘lomo’; cerrilla, cerrillar.
1 Para la ac. ‘manojo de lino o cáñamo’ y para otros descendientes de la misma voz latina, V. CERDA.― ↩
2 «Al jabalí en cuyos cerros / se levanta un esquadrón / de cerdas» Góngora; «el cuerpo gordo, el cerro erizado con cerdas», Gómara (Aut.).― ↩
3 Desde luego, Lavedan u sarrot ‘mucho’, es derivado de sarrà ‘apretar’, fr. serrer, en el sentido de ‘un puñado’. ↩