CARMENAR, ‘desenredar y limpiar el cabello, la lana’, del lat. CARMէNAREcardar’.

1.ª doc.: 1400 (Glos. del Escorial); med. S. XV (Bursario, atribuído a Rodríguez de la Cámara); APal. 59d; Nebr., etc.

El vocablo es popular hoy en día, sobre todo en el Oeste: salm. calmenar ‘pegar’, ‘reprender’, ‘injuriar’1 (Lamano), Cespedosa carmenar ‘pegar, castigar con golpes a una persona’ (RFE XV, 259). También se ha dicho escarmenar [1605, Quijote]. Para otro posible representante de CARMINARE, V. AGRAMAR.

DERIV.

Carmena (DHist.). Carmenador. Carmenadura. Carmelina (< carmenina) ‘segunda lana que se saca de la vicuña’, de donde el fr. carmeline [1723]2. Cultismos: carminar, carminante, carminativo.

1 En una de estas acepciones en J. del Encina, Repelón, 116 (RFE XL, 145).―

2 No es posible decidir definitivamente entre esta etimología, propuesta por Gamillscheg, EWFS, y la de Wartburg, FEW II, 379a, que opta por el fr. carmelin ‘carmelita’, nombre que se habría dado a esta clase de lana por su color pardo. Sin embargo nótese que en español, donde el vocablo tuvo que nacer, no se conoce una forma carmelín ‘carmelita’, y que si bien es cierto que la lana de la vicuña es de color pardo ceniciento (Savary des Bruslons) o amarillo rojizo (Acad.), aunque ello no consta de la carmelina, y si bien es verdad que el hábito de los carmelitas se ha tomado como prototipo de lo pardo o castaño (V. CARMEL), ante todo debe tenerse en cuenta que la carmelina es sólo la segunda y más basta lana de la vicuña, que por lo tanto debió recibir el nombre de algo que la distinguiera de la primera, y es probable que esto sea el hecho de haber sido obtenida por carmenadura.