AGRAMAR ‘majar el cáñamo o lino con la agramadera para separar el tallo de la fibra’, voz emparentada con el alto it. gramolare, b. engad. sgromblar, port. gramar, de origen incierto; quizá del lat. CARMէNAREcardar’, a pesar de las dificultades fonéticas.

1.ª doc.: agramar 16291; gramar h. 1400, Glos. de Toledo.

Además de las formas italiana y engadina, con los sustantivos correspondientes, a. it. gramola, engad. grembla ‘agramadera’, cita M-L., REW 3838a, un oc. mod. gramo y vasco garbatu; pero aquél es dudoso, sólo lo da Mistral sin localizarlo ni agregar precisión alguna, y el verbo vasco podría ser un derivado de garba ‘gavilla’; el conjunto de las formas vascas reunidas por Michelena, F. Azkue 62 n. 46 (barga, darga, garga, kharba) y su sentido de ‘agramadera’, muestra que hay que separarlas de garba ‘gavilla’, como dice él. Tal como él admite, aun con reservas, a mí me parece claro, que son préstamos; pero más bien podría tratarse de la confluencia de dos grupos románicos: el del bearn. bargue ‘agramadera’, gasc. bargà ‘agramar’, cat. bregar, bergar, bregadora, cuyo origen germánico BRIKAN parece claro, y el del cat. agramar, port. gramar, cuya etimología ha de ser diferente, problema a que me refiero más adelante. Nótese que la forma vasca garbatu se da la mano geográficamente con el cast. agramar, puesto que es vizcaína, y que las formas barda-darga-garga enlazan con el grupo occitano-catalán, pues son suletinas y roncalesas, quedando el b. nav. kharba(tu) en medio, a modo de compromiso entre las dos corrientes. En cuanto al gall. gramil, «instrumento para espadar el lino» según Cuveiro., no figura en Vall., y es muy posible que tenga razón Krüger al considerar que hay confusión con el cast. GRAMIL, que designa un instrumento muy diferente, sin relación alguna con agramar. M-L., si bien manifestando sorpresa ante la extraña distribución geográfica, admite un étimo prerromano *GRAMULAagramadera’, junto al cual pudo existir un verbo desprovisto del sufijo -ULA, que tendría carácter instrumental. Jud, BDR III, 10, en quien se funda M-L., es mucho más cauteloso en cuanto al origen prerromano, o por mejor decir, aunque estudia la palabra junto a otras de este origen, se abstiene de declarar que gramola lo sea, y más bien hace notar, con su tino habitual, que puede tratarse de una palabra difundida por los agramadores errantes. En principio no sería inconcebible que, siendo agramar prerromano, hubiera dejado descendientes sólo en los Alpes y en España; yo mismo he reunido ejs. del caso en Festschrift Jud, 580-1. Pero lo que me hace dudar de ello es que el agramado no es operación que pertenezca a la civilización primitiva: como observan Krüger (Gegenstandsk. 248n.s) y Gerig, la introducción de una agramadera en las zonas atrasadas del NO. de España y de los Alpes traería una revolución tan considerable como la de una máquina cosechadora americana. En la zona leonesa estudiada por Krüger el cáñamo sólo se espada, y así el instrumento de agramar como la palabra misma son extranjeros; tampoco hallo noticia del empleo de ésta en Galicia o Asturias. En portugués gramar puede ser palabra reciente, ya que Moraes no cita autoridades. Las formas cat. agramar, gramar, esgramar (y grama, esgrama, (es)gramadora ‘agramadera’) sólo corren en la parte más occidental del territorio, en Valencia, Castellón, Ribagorza, Pallars y Andorra (Dicc. Alcover; Krüger, VKR VIII, 227): el vocablo castizo es el germanismo bregar, bargar (y bregadora), único usado en el centro y Este de Cataluña, en el Rosellón y en las Baleares2. En el dominio castellano, agramar parece ser originariamente palabra de la zona pirenaica, pues Aut. la da todavía como aragonesa, de Aragón son los testimonios más antiguos (Glos. de Toledo, Orden. de Tarazona), y grama ‘agramadera’, que se emplea en Navarra (A. Alonso)3, sólo está registrado en el diccionario del vasco Terreros4. Esta procedencia debe tenerse en cuenta para la etimología. La que se ha dado muchas veces, lat. CARMէNAREcardar (la lana)’, ofrece graves dificultades fonéticas, pero semánticamente sería aceptable, pues en Plinio tiene la ac. ‘enriar (el lino)’, y por otra parte la ac. ampliada ‘zurrar, golpear’, bien atestiguada en la Península Ibérica (cat. carmenar, trasm. carmear), fácilmente pudo especializarse en ‘agramar’. Si el vocablo viene de la zona vasco-aragonesa, las dificultades fonéticas desaparecen o disminuyen mucho, pues en Aragón es posible la reducción de MN a m (ixame ‘enjambre’ en Venasque y Fonz, home, estame, acostum(n)ar), y garramatu ‘cardar’ es el representante vasco de CARMINARE y garrama, karrama de CARMEN, según reconocieron M-L (ZRPh. XL, 212) y Schuchardt (RFE VIII, 401)5; por lo demás no es éste el único descendiente popular hispánico de CARMINARE que nos muestra el cambio de su consonante inicial en g-, ya que es evidente el origen del beirƟo isgramear ‘separar la lana para que pueda cardarse más fácilmente’ (RL II, 249), asturiano y gallego gramar ‘dar segunda mano al pan después de amasado’ [1734, Aut.]6.

Spitzer, ZRPh. XXXVIII, 369-70, sugirió para agramar un origen gótico: en este idioma gramst aparece una vez con el significado de ‘astillas de madera’. Por desgracia el vocablo está aislado, ya que la relación con el suizo alem. grummen «klauben, stöbern» (pellizcar, hurgar) es muy insegura, y ni siquiera nos consta que sea cierta la premisa necesaria para esta etimología: a saber que el radical de este vocablo es gram- y -st es formativo, ya que este sufijo es muy raro, sobre todo en gótico (solamente ala-brunsts = alem. brunst, junto a brennen, pues en el gót. ansts la primera s puede pertenecer al radical: Kluge, Urgerm. S 70).

DERIV.

Agramadera. Grama (vid. arriba); gramilla ‘tabla vertical donde se colocan los manojos de lino o cáñamo para agramarlos’. Agramiza ‘agramadera’ arag. (Terr.), ‘desperdicio del cáñamo agramado’ (ya 1644).

1 En el segundo tomo del Plinio de Huerta. Un ej. que creo anterior, de las Orden. de Tarazona, no lo puedo fechar exactamente.―

2 También en el Pallars hay huellas de este término (bassabargar, bassabargues: BDC XXIII, 277). Es probable que agramar entrara desde Aragón.―

3 En vista de grama es muy posible que el vasco garba ‘agramadera’ (de donde garbatu en Vizcaya ‘agramar el lino’, y aun quizá garbitu ‘limpiar’ y su familia) tenga el mismo origen. Comp. salm. garmejón ‘trípode sobre el cual se espada el lino’.―

4 La difusión del vocablo, sin embargo, no debe de ser posterior al S. XVII, pues figura en las Orden. de Granada (de 1672), y Huerta era de Segovia o Toledo.―

5 La evolución -MN- > -m-, por otra parte, no es imposible en castellano, como lo prueba grama de GRAMէNA (plur. de GRAMENgrama’). Es sabido que la forma ome HOMINEM es frecuente en el S. XIII. Parece que el idioma vaciló un tiempo entre dos tendencias: la de asimilar el grupo -MN- y la de mantener separados sus dos elementos, y que al final se declaró por la última, diferenciando la N en r para evitar de una vez la posibilidad de asimilación. Ante los dos casos coincidentes de grama y agramar podríamos admitir que en ellos triunfó excepcionalmente la primera tendencia a causa de la disimilación preventiva de la r precedente, que impidió la diferenciación -MN- > -m(b)r-.―

6 ¿Habrá relación con el engramear ‘sacudir, menear’ del Cid y de la Biblia escurialense? Aquí sí parece insuperable la dificultad fonética para derivar de CARMINARE, pero además el significado está bastante alejado. En cuanto al a. it. gramolare, engad. sgromblar, quizá su -l- es la n de CARMINARE disimilada.