CAPRICHO, del it. capriccio ant. ‘horripilación, escalofrío’, mod. ‘idea nueva y extraña en una obra de arte’, ‘antojo, capricho’, y éste del antiguo caporiccio contracción de capo ‘cabeza’ y el adjetivo riccio (del mismo origen y significado que el cast. erizado).

1.ª doc.: 1548-51, D. Hurtado de Mendoza.

Comp. Terlingen, 103, 346-7. Probablemente entró con la ac. artística [1633]; en el primer ej. significa ya ‘idea fantástica’; desde el mundo de las artes el nuevo vocablo se extendería acabando por imponerse en el terreno general y hacerse más frecuente que el antiguo antojo. Del origen de la voz italiana trataron J. Pascal, Studi Romanzi VII, 210 ss., y Salvioni, Giorn. Stor. della Lett. It. XXVII, 207, sosteniendo que se trataba de un derivado de capo ‘cabeza’, o de su plural dialectal capora, por un fenómeno morfológico semejante al estudiado en CAPORAL, y al que presentan los derivados italianos caporione ‘jefe’, caporiello, caperozzolo ‘tetilla’; admitieron esta idea M-L. (KJRPh. IV, 155, y REW 1669), Wartburg (FEW II, 344) y otros. Pero justamente estos otros ejs. muestran que caporiccio no se hubiera sincopado en capriccio, a no ser que hubiera causas especiales. Por lo tanto Salvioni rectificó posteriormente (Arch. Stor. Sardo, V, n.° 78 de su artículo) admitiendo que capriccio era derivado de capra ‘cabra’, por el carácter antojadizo de este animal, y comparando con los derivados de VERRESverraco’ que cito en BIRRIA. Bloch1 y Migliorini, recogiendo una idea de Tommaseo, parten de capo riccio ‘cabeza erizada’, cambiado más tarde en capriccio por influjo de capra. En vista de la documentación aducida por este diccionario italiano, la idea me parece asegurada. En el sentido de ‘antojo’ o matices análogos, capriccio aparece en la segunda mitad del S. XVI (Cellini, Cecchi), mientras que la ac. anticuada ‘horripilación causada por el miedo, escalofrío de horror’ aparece ya en el S. XIII (Bono Giamboni, trad. de Orosio), en Firenzuola, principio del S. XVI, y en textos intermedios. Es más, el comentador de Dante Francesco da Buti (Pisa, 1385) emplea la forma caporiccio en el mismo sentido y caporicciare en el de ‘horrorizarse’, capuriccio sigue empleándose en Perusa (REW), y en el propio Dante hallamos raccapricciare en el sentido, hoy todavía conservado, de ‘horrorizar’ (Inferno XIV, 78). Riccio, adj., significa hoy sobre todo ‘rizado, crespo’, pero arricciarsi tiene bien vivo el sentido de ‘erizarse’. La evolución semántica seria ‘horripilación’ > ‘impresión súbita’, ‘ocurrencia extraña de un artista’ (ya en el Vasari, † 1574) > ‘antojo’.

DERIV.

Caprichoso. Caprichudo. Encapricharse.

1 Como en otros puntos la nueva versión de Bloch por Wartburg ha dado un paso atrás, volviendo a la explicación antigua de Salvioni, abandonada por su propio autor.