CAPARAZÓN, del mismo origen incierto que carapacho ‘cáscara de los crustáceos y tortugas’, quizá prerromano; es muy dudoso que sean derivados de CAPA.

1.ª doc.: caparaçon, S. XV, Cetrería de Evangelista (ZRPh. I, 231.11), 1497, invent. arag. (BRAE IX, 269); el fr. caparaçon íd., de origen castellano, ya se halla en 1498.

El DHist. sólo documenta desde el Viaje de Turquía (1555), pero el vocablo es ciertamente muy anterior a 1497, en que por primera vez se puede fechar exactamente1, pues había pasado al hispanoárabe en la forma cabarçon «acitara de silla» (PAlc.), marroq. y argelino qarbaɊûn ‘caparazón de caballo’ (Simonet). La aparición simultánea en francés, donde penetró, como otros términos de equitación castellanos (caracoler, etc.), indica también considerable antigüedad; para el francés, vid. Schmidt, BhZRPh. LIV, 78, 1092; del francés viene el ingl. capparison [1598]. La posibilidad de que caparazón venga de capa, está comprobada por caperuza (carapuça en el S. XV), de cuyo origen no se puede dudar, en vista del it. capperuccia, menorq. caraputxa (BDLC VIII, 263), y por oc. caparasso ‘capa con capuchón’ (FEW II, 271a)3. En cuanto a caparacho [h. 1560: Las Casas]4, su significado y las variantes carapacho (en otro cronista de Indias, Ayeta; en el charro de Salamanca; en las Canarias)5 y port. carapaça [> fr. carapace, f., 1723], invitarían a buscar una relación con el tipo prerromano *CALAPACCÈUA , *CARAPACCĔA, postulado para calabaza (cat. carabassa), fruto caracterizado por su cáscara, y con *CALAPPCU > galápago ‘tortuga’ (para -P- ~ -PP- comp. quizá ast. cádava junto a cadápanu, que parecen representar unas bases prerromanas *CATPA y *CATAPPNU). De momento, esto no puede darse por seguro. Falta hallar formas medievales6. Es verosímil que presenten el mismo radical con diferente sufijo el gall.-port. carapela «pellicula que envolve a espiga do milho», el ast. carapiella (Colunga) o carabiella (Villaviciosa) ‘cáscara de la castaña que se forma sin fruto en el erizo’ (V), ast. carapiellu ‘corteza en que se cría la avellana’ (V), y el gall. carapola ‘amapola’ (como sospecha Krüger, VKR XVI, 249); comp. port. carepa ‘caspa’ (y demás formas que reúno s. v. CASPA). La base *CAPPERO(NEM) ‘sombrero’, de la que GdDD 1406 derivaría capirón, capirote, caperuza, no es latín vulgar, sino latín de cocina: la terminación -erón es románica y no latina. Sacar de ahí la de caparazón es descabellado, y no lo es menos pensar en una base COOPERTIONE, no existiendo el subterfugio mozárabe o italiano a que él se quisiera acoger.

1 Leguina, Glos. de Armería, cita ej. en la N. Recopil. VII, XII, 1 (a. 1534), y da varios datos arqueológicos. El andaluz Fdo. Chacón (1546) habla del caparaçon de la silla como de algo permanente, empleado aun mientras monta el jinete (Trat. Jineta, cap. 4): será la acitara con que define PAlc., es decir, «cobertura o paramento de la silla de montar».―

2 En francés ya lo emplea Rabelais: «ses diables estoient tous capparassonnez de peaulx de loups, de veaux et de beliers» Quart Livre, cap. 13, p. 70; caparassonné, 1546 (RF, XXXII, 24) ‘provisto de caparazón’, que engendró luego un cast. caparazonado (Zorrilla).―

3 Ajeno al idioma medieval. Es inadmisible la suposición que hace Bloch, de que la voz castellana sea de origen occitano.―

4 Muy usado en América. Además de la cita de Darío en el DHist.: J. C. Dávalos (Salta, Arg.), La Prensa 22-XI-1940. Allí mismo se dice a veces una caparazón, por analogía de los abstractos femeninos en -azón: A. M. Vargas, La Prensa, 10-XI-1940.―

5 BRAE VII, 334. Nótese caparachón por caparazón en Cuba (Pichardo, p. 81). En Mérida carapacho es ‘cuenco de corcho que se emplea para comer, beber, etc.’ (Z. Vicente). La Acad. registra garapacho ‘especie de galápago’ en 1899, ‘carapacho’ y ‘hortera de madera o corcho, de forma semejante a la concha de la tortuga’, en 1936.―

6 Trató del origen de caparazón Segl, ZRPh. XLII, 98, con interés escaso.