CANGILÓN, ‘vasija de barro o de metal para contener o beber líquidos’, ‘cada una de las atadas con una maroma a la rueda de la noria, y empleadas para sacar agua de un pozo o río’, origen incierto, acaso de *congilón, aumentativo en -ón de un derivado del lat. CONGIUS ‘medida de líquidos equivalente a seis sextarios’.
1.ª doc.: Nebr.: xcangilón, vaso de barro: congius»1.
CONGIUS y derivados han dejado muchos descendientes romances (REW, 2146), entre ellos venec., veron., friul. conzo «misura di vino, mastello», sardo conżu, congiu, cognu, ‘vasija de barro’2; de CONGIALIS, que Plauto aplica como adjetivo a una vasija equivalente a un congio, salen en logud. conżale y campid. cungiali (M. L. Wagner, ASNSL CXLVI, 112; VRom. V, 147); de un *CONGIELLUS viene el bearn. counjet ‘recipiente de madera’. De CONGIALIS podría salir un mozár. *congil (para A > i por imela junto a consonante palatal, V. ALBAÑIL, CAMPIÑA), y luego *congilón > cangilón, pero se desearía hallar alguna confirmación documental de las formas hipotéticas que es menester suponer. En árabe hispánico y magrebí se empleaba qųm࿏âl en el mismo sentido del Estebanillo, ‘vasija para beber vino’, registrado por PAlc. y R. Martí y utilizado dos veces por Almakarí y otras dos por Abencuzmán XXV 1.4 (la segunda vez en plural qamâɊil, en el mismo verso). Tiene también las acepciones «barril» (PAlc), ‘jarro’ («urceus», R. Martí) y «vaso de barro» «aguamanil» (PAlc). Parece tratarse de CONGIALIS alterado en *CONCIALIS por influjo del cuasi-sinónimo CONCHA. Esto debió de dar *qųnsál en mozárabe o en el afro-románico de la época visigótica y de ahí saldrá el bereber ȐaqanɊâl «vase de terre à grande panse et à col étroit, dont se servaient les paysans, surtout les faucheurs» (Dicc. bereber de 1844); en árabe magrebí qųnɊâl se cambió en qųm࿏âl con m debida a la influencia de dos palabras propiamente arábigas: qumqûm «vas» (R. Martí), «flacon de métal ou de verre à goulot long pour les eaux de senteur» (Ibn Batuta, etc., Dozy, II, 406b) y qima⺆ ‘embudo’ (clásico qímā, R. Martí, etc.). De una variante sale el derivado muqán࿏ar «tarro con que ordeñar» PAlc., cuya -r se debe a influjo del ár. ȟan࿏ar «petite bouteille» (Boqtor, etc.). El cruce parece haberse producido además en sentido contrario en mozárabe: CONCHA × CONGIARE > *CONCALE, pues el mismo Abencuzmán lo emplea donde un bebedor dice «dame ese qunqâl» al querer beber vino (CVIII 3.3). Véase para la documentación de todo esto Dozy II, 405b, Simonet, pp. 124 y 128, y G.ª Gómez Quzmán III, 414, los cuales aceptan como etimología un hipotético *CONCHALE derivado de CONCHA, sin preocuparse de la evolución fonética. Claro que todo esto asegura mucho la justeza de la etimología CONGIALIS > *congil > cangilón. Hay además el port. cangirão (pl. -ões) ‘vasija de boca ancha para vino, especie de jarro’ (ya Moraes). Atendiendo a los numerosos casos de intercambio de -l- y -r- en arabismos y mozarabismos (BDC XXIV, 85-86), tan posible es que cangilón venga del tipo cangirón ―port. y gall. (DAcG.)― como viceversa. En este último caso debería partirse de CONGIARIUM ‘vasija que contiene un congio’, aplicado especialmente al vino en las glosas. También cabría pensar en CONGIOLUS > *conjolón, con doble disimilación vocálica.
El alent. canjarão o cangêrão (RL XXIX, 218) puede indicar que la i de cangirão procede de una vocal más abierta, según hemos supuesto. Desde el punto de vista geográfico sería natural que cangilón procediera del Sur de España, como su sinónimo arcaduz, como noria y como tantos términos relativos a la irrigación artificial (acequia, etc.), que tantos progresos hizo, gracias a los musulmanes. Para la explicación semántica de la ac. ‘bache’, ‘atolladero’, que hallamos en Cuba, Colombia, Venezuela y la zona andina del Ecuador (Pichardo, s. v. canarreo; Picón Febres; Lemos, Barb. Fon.), vid. Cuervo, Ap., § 521. Es posible que canjorro, que en Andalucía significa algo parecido3, venga también de CONGIUS. No sé en qué étimo pensaba Marina (vid. Aut.) al asegurar que cangilón era vocablo procedente del gótico4.
1 Otro ej. temprano en el Cancionero de Juan del Encina, ed. 1496, f° 57 v°. El DHist. cita otros desde Lucas Fernández (1514), la mayor parte en la primera ac.; la segunda, que es hoy la más difundida, no aparece antes de la Crónica de Ocampo y las Novelas de Cervantes. En Fuenteovejuna de Lope (Rivad. XLI, 634b) significa ‘vasija untada de pez’.― ↩
2 Congio [1555: Laguna] es latinismo raro en castellano; congiario.― ↩
3 «La caja... de roca, pizarra o tierra que forma el paso de una vereda», p. ej. «este caballo salva los canjorros, que es una maravilla» (A. Venceslada).― ↩
4 Figueiredo cita un brasil. cângio, de igual significado que cangirão. ¿Será derivado regresivo? Pero quisiera hallar confirmación de esta forma (¿errata por côngio?), que no está en diccionarios brasileños. ↩