Lenz,
Dicc., 156; Gonçalves Viana,
Apostilas I, 192; II, 453-4; Friederici,
Am.
Wb. 111. La primera de estas formas significa además ‘balde’ y pertenece al vocabulario náutico; en la primera ac.
casimba se emplea en Cuba y en el Perú, según la Acad. La forma con
-ch- se emplea en América, desde la Arg. y Chile hasta Honduras, Venezuela y Cuba; para el uso del vocablo en América y Canarias, vid. Steffen,
Rev.
de Hist.
de La Lag. n.º 85, p. 88. En portugués se distingue
cacimba ‘poza’ y ‘llovizna, relente’ (ac. inexplicada) de
cachimbo ‘pipa’, ‘quicio, agujero donde entra el espigón del quicial’, ‘agujero del candelero donde encajan las velas’. Comp. brasil,
catimbao ‘pipa vieja y pequeña’, con alternancia fonética
-t- ~
Ƈ-, que según la opinión autorizada de Schuchardt (
ZRPh. XIII 470-1) confirma el origen bantú. Gonçalves Viana, después de reconocer que
cacimba procede de la citada lengua del África Occidental, cree que
cachimbo será más bien el cafre
jingu ‘pipa’ con prefijo
ka-, o el turco
Ƈibûq ‘pipa, tubo, bastón’, alterado por las lenguas cafres con la adición de dicho prefijo y nasalización de la
i; pero él mismo reconoce que esto es muy hipotético, y evidentemente vale más no separar
cachimbo,
-a, de
cacimba, teniendo en cuenta que el
cachimbo o pipa era para Moraes un ‘vasito de barro cónico’, y por lo tanto, bien se le podía aplicar el nombre de ‘hoyo’; en cuanto al paso de
ch a
c, se deberá a influjo de
CAZO y
cazuela, y el grupo
mb puede explicarse como en
tarimba =
TARIMA. Lo más probable es que en castellano el vocablo venga del portugués, aunque también cabría la existencia de dos focos de difusión, uno portugués (o brasileño) y otro cubano.