BRUZA, ‘cepillo para caballerías’, del fr. dial. brusse (fr. brosse) ‘cepillo’, de origen incierto.
La. variante
broza ‘cepillo de impresor’, sólo desde
Aut., procede del fr.
brosse. Acerca del origen de éste se duda entre identificarlo con nuestro
BROZA, atendiendo a que los cepillos primitivos se hacían con brezo y vegetales semejantes (
FEW I, 574
b), o buscarle un origen germánico, conexo con el alem.
bürste ‘cepillo’, que por su parte parece estar en relación con alem.
borste ‘cerda de puerco’, material que según Wartburg se introdujo en fecha más reciente; a pesar de este argumento debe tenerse en cuenta que el lomb.
brüstia, piam. y prov. alpino
brustia, Aveyron
broustio ‘bruza’, ‘peine para el cáñamo’, dan mucha fuerza a la etimología germánica. En vista de ello, Gamillscheg,
R.
G. I, 369-70, postula un gót.
*BRUSTI, emparentado con aquella palabra alemana, como étimo de las voces romances. De todos modos es muy improbable que el cast.
bruza, port.
broça, sean autóctonos: el término popular fué
almohaza desde mucho antes que apareciera
bruza, y la existencia del verbo
ESTREGAR prueba que antes de la introducción del arabismo
almohaza hubo en Castilla representantes del nombre latino
STRIGILIS ( > cat.
estríjol. Es posible que una forma
brustia, que aparece como nombre de un objeto usual en el Inv. arag. de 1386 (
BHisp. LVII, 450), sea lo mismo que el oc.
brustia, sea en el sentido de ‘almohaza’, en el de ‘peine de cáñamo’ u otro; desde luego nada tiene que ver esto con
BROZA.