BRIZO, leon., ‘cuna’, origen incierto, seguramente céltico.
Port.
berço (estremenho
brêço, miñoto
berce,
breço), gall.
berce1,
berzo, cat. y oc.
bres,
bressol, fr. ant.
berz, fr.
berceau. Para formas dialectales portuguesas y para tipos de cuna en este país, vid. Leite de V.,
RL X, 14ss.;
Opúsc. II, i, 17, 62. En leonés hallamos salm.
brizo (Lamano), sanabr.
brizu (Krüger), zamor.
briciu (Castro,
RFE V, 30-1) ‘cuna’, santand.
berzu (G. Lomas: ¿‘zarzo de mimbres’?, ¿‘cuna’?).
Brezo en Lope de Rueda (Cej.,
Voc);
blezo y
brezo ant. «la cama que searma sobre zarzos», Acad. 1780,
Supl. Antiguamente
breçuelo (
Alex.
O, 2404
b;
berçuelo P). El testimonio más antiguo es
berciolum, fin S. VIII, en bajo latín galicano (
Rom. XL, 110). La extensión geográfica de este vocablo, que en portugués, catalán y galorrománico logró desbancar el lat.
CUNA, pero no en español, indica origen céltico. M-L. cree se trata de un sustantivo
*BERTIUM o
*BRETIUM con el significado inicial de ‘cesta de mimbres’ (ac. documentada efectivamente en dialectos catalanes, gascones, etc.), mientras que Kleinhans (
FEW I, 338
a) parte del verbo
brizar ‘mecer’ y supone un célt.
*BERTIARE en relación con el irl.
bertaim ‘yo sacudo, yo hago oscilar’, fundándose en que las vacilaciones fonéticas en el radical y en la terminación de
brizo y congéneres acusan origen postverbal; pero comp.
COMBLEZA y
BARCINA. La forma española es reducción de un antiguo
briezo (forma a la que no hay que considerar hipotética, pues se emplea para ‘cuna’ en Sajambre y Babia, según Fdz. Gonzz.,
Oseja, 214), como
prisa de
priesa.