BATEA, ‘artesa, empleada especialmente para lavar arenas auríferas’, ‘bandeja’, origen incierto, quizá del árabe ƫiya ‘gamella’.

1.ª doc.: la 1.ª ac. (América) desde 1521 (Alonso Zuazo, Méjico); la 2.ª (España y Marruecos) desde Aut.1.

La ya antigua controversia entre los partidarios del origen arábigo (Dozy, Gloss., 238; Lenz, Dicc., 793; Friederici, Hilfswb.) y los que afirman la procedencia americana (Cuervo, Ap., § 971; Friederici, Am. Wb., 83), parecía resuelta en favor de la última al citar Hz. Ureña, Indig., 112-3, los categóricos testimonios del P. Las Casas: «gamellas o dornajos que acá llamaban y hoy llaman bateas», «en la lengua general de la Española decían batea por dornajo»2. Pero se han olvidado datos importantes, como la existencia y antigüedad de dos formas portuguesas, y la presencia del vocablo en España y en el habla de los sefardíes de Marruecos. De las dos formas portuguesas, bátega y bateia, es probable que deba eliminarse la primera. Además de designar una vasija para el servicio de la mesa, significa también ‘bandeja’, pero no se emplea hoy en día más que en el portugués de Oriente, y todos los ejs. reunidos por Moraes y por Dalgado pertenecen a narraciones de viajes o crónicas de las Indias Orientales3: luego es verosímil la conjetura de Viterbo de que sea vocablo sin parentesco con batea y de origen indostánico4, aun cuando Dalgado no pueda señalarle ningún étimo oriental.

Por otra parte, atendiendo al hecho de que los diccionarios portugueses están contestes con la más antigua documentación castellana, en que la bateia o batea se utiliza para lavar arenas auríferas, y a la separación geográfica de las dos acs., quizá deban separarse como dos vocablos distintos y admitir que el amer. batea ‘artesa’5 es de origen taíno, mientras la batea ‘bandeja’ del Viejo Mundo viene del árabe, comp. el nombre del pueblo de Batea, cerca de Tortosa. El árabe conoce, en efecto, dos palabras parecidas que pudieron originarla: battîya (vulgar bȇttîya) ‘tonel, barril’, ‘moyo’, ‘tinaja’, y por otra parte ƫiya ‘gamella o fuente de madera’ (Dozy, Suppl, I, 50b y 98a)6. El que estas formas procedan del persa puede explicar la vacilación en la consonante intermedia y en las vocales, pero de ninguna manera puede invocarse con Eguílaz para dudar de que la voz castellana venga de la árabe, pues ésta se usa en Argelia y era conocida de los colaboradores de Alfonso el Sabio en sus Libros del Saber de Astronomía; éstos, como nota Tallgren (Homen. a M. P., II, 701), empleaban la primera de las formas árabes con el significado de la segunda y como nombre de una estrella que los demás astrónomos llamaban con ésta, de suerte que en hispanoárabe se confundieron totalmente las dos voces si es que fueron originariamente distintas.

En consecuencia existirían tres vocablos independientes: port. bátega ‘bandeja’, ‘bacía’, de origen indostánico; hisp.-amer. batea y port. bateia ‘artesa’, del taíno; y español y marroquí batea ‘bandeja’, del árabe. No puede negarse que inspira grave duda la correspondencia tan completa pero casual de tres palabras diferentes, sobre todo en las dos últimas, donde la identidad fonética es completa. Duda tanto más fundada cuanto que la ac. ‘gamella’ se encuentra en árabe, que batea es un «battoir à lessive» en España por lo menos desde 1607 (Oudin, etc., en Gili), popular en Sajambre con significado de ‘cubo ancho y bajo’ (Fernández Gonzz., Oseja, 209), y que en América se empleaban las bateas para toda clase de usos, hecho documentado por lo menos ya en 1710 (bateas de yerbas). De donde se viene a sospechar que la voz americana sea a pesar de todo de origen hispanoárabe, habiendo Las Casas confundido el uso antiguo en la lengua aborigen con el contemporáneo suyo en el español de Santo Domingo, de donde pudo ya haber pasado en su tiempo a los indios. Era común que los cronistas atribuyeran a los indígenas palabras importadas por los españoles, sea de otros idiomas americanos (vid. BARBACOA) o de Europa mismo (vid BAQUÍA, BALSA y quizá BAGRE, que pudo ser europeo o americano, pero no del Paraguay como se afirmó). Y aun cabe también en lo posible que batea sea un mero postverbal castellano del antiguo batear BAPTIZAREbautizar(todavía usual en el S. XVI: Juan de Padilla, NBAE XIX, 393a) con el sentido primitivo de ‘pila bautismal’: en efecto, batea, lebrillo para lavar ropa (vid. Friederici, Am. Wb., s. v.)7.

1 Terr. cita para España unas Ordenanzas de gremios madrileños cuya fecha no puedo precisar. Además se halla en autores españoles del S. XIX, entre ellos la andaluza Fernán Caballero, y en el uso de los sefardíes de Marruecos (BRAE XIV, 577). Esta última circunstancia haría creer que en España fué anterior a la expulsión de los judíos y por lo tanto al descubrimiento de América. Pero tratándose de una bandeja de metal, es posible que el nombre haya llegado con el objeto en fecha posterior.―

2 En consecuencia admite Hz. Ureña que viene del taíno. Cuervo no precisa el idioma originario, pero como cita el caribe «batáya, petit canot dans lequel les sauvages gragent leur magnoc», parece que pensaba más bien en el caribe. Claro que este testimonio de un diccionario de 1892 no puede citarse como prueba de que el vocablo es antiguo en los idiomas aborígenes.―

3 Ya Bluteau en 1727 declara explícitamente que «batica he o nome que na India se da á bacia». Esta forma bática podría ser la originaria.―

4 Es verdad que llama la atención la identidad semántica entre port. bátega ‘bandeja’ (Dalgado) y el español y marroquí batea, que significa lo mismo, sobre todo teniendo en cuenta la afirmación de Aut. de que esta batea viene de la India. Pero en vista de la acentuación diferente puede haber parecido casual.―

5 De aquí sale la ac. ‘barca en forma de cajón’, que se halla desde 1831.―

6 Carece por lo tanto de fundamento la duda que abriga Dozy sobre que batea sea de origen árabe basándose en la diferencia de acentuación entre esta voz y ƫiya. Además la vacilación acentual se halla en vocablos de estructura parecida: qarîya > alquería y alcarea junto a qárya > Alcarria (M. P., Cid., p. 449), tárǤiya > atarjea, Ȭšiya > ataujía y otros reunidos por Steiger, Contr., 73.―

7 No puedo consultar Gonçalves, Ap., I, 134, que trata de bateia.