BAGRE m., ‘pez de río, del orden de los malacopterigios, propio de América’, de origen incierto, quizá del mozárabe, donde procedería del lat. PAGRUSespecie de pagel’ (gr. ưάƔρος íd.).

1.ª doc.: h. 1545, relación de Michoacán (Friederici, Am. Wb. 70).

En portugués, según Moraes, aparece en Juan de Barros (1552-70), no sé si con referencia a Asia o a América. Se emplea en todos los países hispanoamericanos y en el Brasil (quizá con la excepción de Puerto Rico y Santo Domingo, y en Cuba es raro: véase Lenz)1; en Méjico lo documenta Cervantes de Salazar para el S. XVI; pero no hallo noticias de su empleo en Portugal o Galicia ni en el castellano de España (la Academia no lo había admitido aún en 1899). Como no es probable que sea voz indígena del Paraguay, según afirma el apéndice de Oviedo, cree Lenz que será palabra antillana o centroamericana, pero faltan datos positivos. Es difícil que sea casual el parecido con dos nombres de pez del Viejo Mundo: el cat. bagra f. (también bàgara), pez de río poco apreciado, de la familia de los ciprínidos, muy conocido en toda la Cataluña española y francesa, y documentado desde el S. XVII (Alcover; Sallent, BDC XI, 37; para la identificación vid. Fabra), y el árabe de España, Marruecos y Argelia ġar (también pággar), pez marino teleostio (‘pagro, pagel’), documentado en España en el S. XV (Simonet). Aunque se trata de tres géneros diferentes, debe tenerse en cuenta que el bagre americano designa varios peces, uno de ellos de mar, y que fué un hecho común el de dar a los animales americanos nombres de especies europeas distintas, que los recordaban en algún modo. La voz árabe procede indudablemente de su sinónimo el lat. PAGRUS (S. Isidoro, Etym., XII, vi, 23) o phager (V. PAGRO, pargo), procedente a su vez del gr. ưάƔρος, derivado de ưαƔεƗν ‘comer’, por su voracidad. Del mozárabe pudo pasar por una parte al catalán (no se halla en lengua de Oc) y por la otra al andaluz y al hispanoamericano. Sin embargo resulta algo extraña entonces la falta de noticias en dialectos españoles, y en catalán de Valencia y Baleares (el santand. bagra ‘listón de madera en una lancha’ parece ser otra cosa); no obstante he visto hace pocos años la bagra catalana pescada copiosamente en ríos tan septentrionales como el Fluviá. Desde luego es pez sumamente diverso del bagre colombiano, que puede alcanzar un metro de largo, V. foto en el libro de Montes y Flórez, Muestra de la Pesca en Colombia, Bogotá 1973 (y en Noticias Culturales del Instituto Caro y Cuervo, nov. 1973, p. 22). Según los datos del Arbolí y de Dombay (Dozy, Suppl. I, 101) el ġar es la misma especie que se llama pagre en las costas del Mediodía francés.

1 Para significados figurados, vid Wagner, RFE X, 74-75.