AZOMAR, ‘azuzar los animales para que embistan’, antiguamente ‘indicar, sugerir’, viene de ASOMAR en el sentido de ‘mostrar, dejar ver la punta de algo’, con influjo fonético de AZUZAR.

1.ª doc.: ac. ‘proponer (el precio de una mercancía)’, 1251, Calila; ac. ‘sugerir (una idea)’, 1344; ac. moderna, APal. 225b.

M. P., Rom. XXIX, 339, propuso derivar de ¡a somo! ‘hacia arriba’ como exclamación incitativa para los animales, paralela a ¡a suso! y ¡arriba! (Wolf, Primav., n.° 124). Expuesta así la idea puede despertar dudas semánticas, pues azuzar el perro no consiste tanto en hacerle levantar cuando está echado como en lanzarle a la persecución de algo o de alguien, excitándole con interjecciones expresivas como zuz o sus (de donde azuzar)1. Sin embargo la idea de derivar azomar del lat. SUMMUS es buena si la tomamos en el sentido que sugieren otras obras de M. P. En el Glosario a sus Infantes de Lara pone en relación el uso de açomar (asomar en otros mss.) en la Crónica de 1344, donde açomar el sueño significa ‘indicar, sugerir, proponer (una idea soñada, fantaseada)’ con el de asomar ‘apuntar, indicar’ («lo cual, por ser breve, lo asomo solamente y no lo declaro», en Azpilcueta, a. 1542), que no es más que una aplicación figurada de asomar ‘dejar ver la punta de algo’ («el ratón asomó la cabeza»); claro está que de la idea de ‘indicar’ se pasó a ‘azuzar’, que consiste justamente en señalar al perro la víctima que debe ser su objetivo, y entonces el influjo de azuzar convirtió asomar en azomar. Comp. ingl. pointer ‘sabueso’, de point ‘señalar’. Por otra parte en sentido comercial se usó azomar como sinónimo de ‘concertar (el precio de algo)’, es decir, proponer o indicar lo que quiere pagarse: así lo hallamos en Calila y Dimna (Rivad. LI, 74) y en unas Ordenanzas de Oviedo de 1274. Además açumar aparece con esta ac. en la Hist. Troyana de h. 1270 (87.27); en esta variante el influjo de azuzar se ha extendido a la vocal, como ocurre con las formas azumir, afumar, que hoy se emplean para ‘azuzar’ en varios pueblos de Cáceres y Salamanca (Espinosa, Arc. Dial., 17-18). Azomar tenía antiguamente ç sorda (G. de Segovia, p. 86; APal.; Nebr.; como hoy en Cáceres). En Maragatería se toma actualmente en el sentido de ‘perseguir, inquietar (a una persona)’ (BRAE II, 632). Más datos en Cej. VIII, § 120. Es dudosa la variante açamar que según el DHist. figura en la Comedia Eufrosina. Es inverosímil la etimología citada por Eguílaz, 324, ár. Ɋámà ‘empujar’ (no «excitar»), palabra ajena al árabe vulgar (falta Dozy, Suppl.

DERIV.

A. arag. azomallo, en Echo, ‘lo que se come junto con el pan’ (Rohlfs, ASNSL CLXVII, 249; azamallo en la p. 245: una de las dos formas será errata), es decir lo que sirve para incitar el apetito.

1 Sus puede considerarse, por lo menos en parte, una invitación a echarse encima de la persona o cosa perseguida, pero en este sentido no se ha dicho a somo sino en somo.