AMARIZAR, ‘sestear a la sombra el ganado en las horas de calor’, ‘apiñarse para hacerse sombra unos animales a otros en estas horas’, del lat. MERզDIAREsestear’, derivado de MERIDIESmediodía’.

1.ª doc.: Fr. Diego González, † 1794.

Era este poeta de Ciudad Rodrigo, y efectivamente es en Salamanca donde localizan este vocablo así la Acad. como Lamano: marizar «sestear el ganado lanar», marizo «tiempo y lugar en que sestea el ganado lanar»; su área se extiende a la zona próxima en el territorio portugués: «amariçar (o gado): acarrar no verƟo, juntar-se muito unido», en Mogadouro, en el SE. de Tras os Montes (RL V, 26). Por desgracia la manía etimológica indujo a un académico a alterar esta definición tan clara, pues partiendo del prejuicio de que amarizar debía ser un derivado del lat. MARITUSmarido’ dedujo que amarizarse significaba ‘copularse’. GdDD 4166a (que bien puede ser él mismo el académico responsable de la definición a que aludo) insiste en asegurar sin pruebas que amarizar significa ‘copularse’ (si existe tal ac. es reciente y se debe a influjo local de marueco, amarecerse) y parte de un *MARITIARE absolutamente increíble (como si MARITUS se hubiese aplicado a animales). El texto de González muestra bien claro que no hay tal sentido ni tal uso pronominal: «Cuántas veces dejaste... los amados corderos... en medio de la siesta amarizados», «soñé que amarizadas mis ovejas dejaba en la espesura»1. La familia de nuestro vocablo en España y en la Romanía es bastante vasta. Claro está que el tratamiento de -D?- como -ç- es regular, a pesar del escrúpulo de M-L. (REW3 5530), comp. BAZO, RAZA DE SOL, CALABOZO, etc. También M. L. Wagner reconoce ahora (ZRPh. LXIX, 361-2) que el ast. miriar (vid. más abajo) y otras formas vienen de MERIDIARE. Pero, como indico, no hay razón semántica ni fonética alguna para admitir que en amarizar haya cruce con amarecer (derivado del vocablo prerromano para ‘verraco’) ni con el port. castiçar ‘copularse’. Las demás formas romances representan el tratamiento de -D?- como -J- con posible fusión de esta -J- y la -զ- precedente. He aquí estas formas. Ast. miriar ‘estar el ganado en el mosquil (sitio donde se reúne para librarse de las moscas)’ (Llano Roza de Ampudia, Cuentos Asturianos, 1925, Glos.), santand. midiar, mediar intr. «sestear al mediodía», miar (Alcalde del Río)2, mediajo «braña donde el ganado sestea» (BRAE XXV, 391), de MERIDIALIA., cat. amoriar, amorriar ‘acarrarse’3, oc. ant. meliana ‘mediodía’, ‘siesta’, MERIDIANA (Tobler, ZRPh. XIII, 546-8), fr. ant. meriene íd., Val Anzasca mariá «meriggiarsi delle vacche» (ARom. XIII, 177), Germàsino (junto al Tesino) ndá a merüć «il ritirarse del bestiame all’ombra sul mezzogiorno» (Festschrift Jud, 719), trent. marezar ‘hacer pernoctar las ovejas’, Gadera amerieia ‘(el ganado) sestea’ (Mussafia, Wiener Sitzungsber. CIV, 61), Véneto Mareço, Marezana (nombres de lugar), Valsugana, Tasino maredana ‘espesor de coníferas a cuya sombra sestea el ganado’ MERIDIANA (Prati, RDR V, 116-7), logud. merjare, campid. ammerjai «passar il meriggio al-l’ombra (gli animali)»; campid. merì ‘mediodía’ MERIDIES (Wagner, ASNSL CXXXIV, 317), toscano e it. meriggiare «riposarsi all’ombra (le pecore) nelle ore calde», mèria (stare sulle merie «sul fresco della notte»)4.

DERIV.

Amarizo.

1 También Lamano se deja llevar por preocupaciones etimológicas cuando traduce amarrizar, pensando en marrido, por ‘tristeza, enfermedad, cansancio’. Su ej. aclara de qué se trata: «las ovejas amarrizan cuando están cansadas y se resisten a andar». Esto es lo que ocurre cuando a las ovejas les llega la hora de acarrarse o amarizar.―

2 Hay paso de meriar a mediar o meyiar por influjo de mediodía o me(y)odía.―

3 He oído amoriar en Maials (al Sur de Lérida), en Almenar (partido de Balaguer) y en el aranés de Gessa, amorriar en Granyena de les Garrigues, el Soleràs (Lérida), Estaon (Pallars), Setcases (p. j. Puigcerdá), en Gessa, etc.: es la forma más extendida. Influyó en ella el cat. modorro, aran. amorr, como nombre de una enfermedad del ganado lanar. Es curioso que así esta duplicación de la r como la labialización de la e por la m precedente reaparezcan en una habla distante como el abruzo murriya, murraya, ‘sombra’, que viene de MERIDIARE según M-L. Otra forma con o’ parece ser el ast. amoriar ‘perturbarse la cabeza por el mareo’, amoriáu ‘el que padece mareo’ (V). El nombre de lugar Merialles en el Canigó, collado en lugar aireado y sombrío, propio para acarrarse el ganado, quizá presenta el vocablo en su fonetismo primitivo, comp. logud. meriaju ‘lugar sombrío para el descanso de mediodía’, santand. mediaju (G. Lomas): debe de tratarse de MERIDIALIA.―

4 Más formas italianas y rumanas en el citado artículo del REW. Renuncio, en vista del consejo desfavorable de Jud, a relacionar con esta familia el sobreselvano multg o muladera «Ruheplatz für Schafen» (Planta-Schorta, Rat. Namenbuch), que se halla en toda la Sobreselva, Mulitg en Panaduz y Razen, MulẹƇ en Bregaglia: -etg parece procedente de -զDIU, comp. el diminutivo Muleget en Ladir, y para la vocal tónica fasttg, fastatg, «Holzriese», de VESTզGIUM × FUSTIS; muladera hubiera podido ser MERIDIALIA con metátesis de R y L y disimilación -DIALIA > -dalia como en MEDIALIA > medaglia. Hay que reconocer que son combinaciones complicadas. Del paso de -R- a -l- y de E´ a u´ se han visto ejs. en las formas citadas arriba.