ALPENDE, ‘cobertizo anejo a un edificio’, ‘casilla para custodiar enseres en las minas’, probablemente tomado del lat. appendix ‘apéndice’, ‘anejo’, derivado de pendēre ‘pender’.

1.ª doc.: 18461.

En un documento medieval citado por Burriel, Pesas y Medidas, aparece la variante alpienda; y alpendio («yogo María so un alpendio») está en Sta. M. Egipc., v. 658 (p. 312b). Fuera de esto es palabra muy poco extendida en castellano, que creo confinada a Canarias y a alguna localidad próxima al gallegoportugués. En este idioma es, en cambio, muy vivaz: gall. alpendre (1426)2 ‘especie de atrio o pórtico delante de la puerta de una casa, en particular en las de labradores’ (RL VII, 202), ‘cobertizo, tinglado’, ‘desván’, ‘covachuela, habitación pequeña’, ‘alacena, armario’ (BRAE XIV, 103), Santiago alprende ‘balcón’ (Krüger, WS X, 94n.), port. alpendre ‘pórtico delante de la puerta de un edificio’, ‘cobertizo en las eras’, también ant. alpénder, alpéndere [S. XVI: J. de Barros], alpendrada, alpendorada ‘pórtico ante un edificio’. La r es repercusión de la l. Como nota Krüger, la variante gall. pendello3 íd. (que puede venir de APPENDէCŬLUS) obliga a pensar en un derivado de PENDRE, y así es aceptable la etimología de G. de Diego (RFE VII, 133-4) lat. appendix (con l secundaria como en las palabras citadas en ALMORZAR), aunque más bien como forma semiculta tomada del nominativo que como descendiente popular de un *APPENDEM, acusativo analógico sacado de una pronunciación vulgar *APPENDIS por APPENDIX (así G. de Diego), pues ésta y sus derivados (appendicium, etc.) son palabras muy usadas en el latín medieval4. Se impone relacionar con el prov. apèns, gascón apent «toit en manière d’auvent» (también empleado por Montaigne), y como junto a éstos se halla el lemos. alapens de igual significado5, que a su vez se da la mano con el frprov. talapent «auvent», es natural la etimología que da Jud, Rom. XLVII, 491, a estas voces occitanas, galo TALOPENNO- ‘triángulo superior de la fachada de un edificio’ (= bretón talbenn íd., irl. med. tulchind ‘frente’); pero ante la imposibilidad de explicar la caída de la T-6 y el cambio de -o en e, deberá considerarse el frprov. talapent como el único descendiente de esta palabra céltica, y mirar el lemos. alapens como un cruce entre talapent y appendix7; aunque quizá talabens se usó también en gascón, lo que invitaría a revisar mi escepticismo con respecto al origen céltico de alpend(r)e. Más datos acerca de alpende en Hubschmid, Rom. Helvetica XXX, 84 (pero el étimo PENDULUS no explicaría la a-, de donde al-, ni la -e).

1 Como voz de las Canarias, en Sebastián de Lugo, ‘cubierta volada de cualquier edificio’ (BRAE VII, 332). La 2.ª ac. es la única que trae la Acad. en 1884.―

2 En documento pontevedrés: «E vay topar con seu coberto e alpendre en a riveira do mar en a dita rua da Barca» Sarm. CaG. 176r; aplicado especialmente al de la iglesia: «no alpendre da eirexa de Landivisiau» Castelao 102.19.―

3 V. el grabado de un pendello, pequeño edificio sólidamente construido con piedra y tejas y bastante bien cerrado, sin otra pared abierta que la delantera, en la descripción de la cultura popular de Terra de Melide por V. Risco, pp. 346, 356. Sarm. CaG. 242v lo da como propio de Lemos: «el cobertizo de la entrada de una casa o patio», en lugar del pontev. alpendre, que es eso mismo, pero de una iglesia.―

4 Para el fr. appentis, vid. la acertada rectificación del FEW I, 108b a la nota de G. de Diego.―

5 Se extiende hasta el Lot: Lalbenque alap?n ‘sotechado ante un granero y establo’, VKR VI, 77.―

6 Para el caso de ALUTIA - TALUTIUM, V. aquí s. v. ALUD.―

7 El cambio de NN en nd no sería obstáculo, pues a pesar de las objeciones de Pedersen (Litteris II, 88-89), lo hallamos confirmado indudablemente por la forma española arpende, arpiende, alpende, ‘cierta medida de superficie’, en el Fuero Juzgo, equivalente del galolatino AREPENNIS y del fr. arpent (comp. J. U. Hubschmied, VRom. III, 58n. 4, haciéndose eco de lo averiguado por los celtistas Thurneysen, Keltorom., p. 32; Weisgerber, SFK2 45-46, 73).