ALPATANA, ‘cada uno de los utensilios de los cortijos y molinos harineros’, malag., voz mozárabe que viene probablemente del lat. PATէNA ‘cazuela’, y éste del gr. πατάνƓ ‘plato’, ‘fuente’.
Figura en PAlc.
patána como hispanoárabe con las definiciones «platel», «menudencias», «jarcia de casa» y
patán «vaso para manjares»; pero teniendo
p no puede ser voz árabe. A. Venceslada, sin limitar a Málaga, lo aplica a aperos agrícolas. Es aceptable esta etimología de Simonet (s. v.
patán), puesto que los vocablos acentuados en la inicial tienden a trasladar el acento a la segunda sílaba en hispanoárabe cuando ésta tiene vocal
a y hay varios ejs. mozárabes del cambio de
e en
a en condiciones parecidas (p. ej.
almorraque, s. v.
ALMODROTE;
ALACHE, etc.). El ast.
penada ‘jarra de barro para agua’ (Rato) no tiene que ver con
alpatana ni con el it.
pignatta ‘olla’, pues se trata de una vasija que mana escasamente y por esto se le da el sobrenombre de
penada (vid. J. Casares,
Crítica Efímera I, 137).