ALLÁ, del lat. ILLCpor allá’.

1.ª doc.: Cid.

Se ha diferenciado siempre de allí por referirse a un lugar más amplio (región, país, continente, el otro mundo) o localizado más vagamente. También se nota que la relación de movimiento a o hacia un lugar se expresa normalmente con allá y raras veces con allí; todo lo cual se explica como continuación de la diferencia de significado entre los étimos latinos de las dos palabras. Comp. los dos artículos en el Dicc. de Cuervo, I, 379-85 y 393-6; Cej. VII, § 132. En algunos lugares (Argentina, etc.) se emplea allá como adverbio de movimiento correspondiente a ahí, es decir, denotando movimiento hacia el lugar donde está la persona a quien se dirige la palabra; uso extendido en muchas partes en el caso de la frase ¿quién va allá? (ya en Ruiz de Alarcón, Las Paredes oyen, ed. Cl. C., pp. 195-6). Contra lo que suele enseñarse en las gramáticas clásicas, los adverbios illāc, illīc, illinc, llevaban en latín el acento en la silaba final, vid. Niedermann, Phon. Hist. du Latin, 2.ª ed., p. 72.

DERIV.

Allende [allende parte de, doc. 1056: M. P., Oríg., 390]: el uso originario fué allén de ‘más allá de’1, procedente del lat. ILLէNCde allá’, adverbio de la misma raíz que ILLAC: el uso casi constante de allén en combinación con de hizo que se aglutinaran las dos palabras resultando allende aun en los casos en que se empleaba como adverbio2. Para detalles V. mi artículo en AILC I, 119-29; II, 178-9; Cuervo, Dicc. I, 391-3. Añado aquí algunos datos suplementarios. La forma allén (variante allent) es corriente hasta muy tarde: «allend presa», doc. Sahagún, a. 1084 (M. P., Oríg., 207); «alen errio» (= el río), «aquen el río», «alen errio», a. 1210 (M. P., D. L., n.º 4, lín. 49, 51); «mula ni palafré que venga dalent aquent non dan peaje», S. XIII (Aranceles: RFE VIII, 12); «moros de allend mar», «moros dallend mar et daquend», «arribaron aquend» (1.a Crón. Gral., 557a20, a21, b35, etc.); «las mugeres de allén mar e de aquén mar» (Crón. de 1344, en M. P., Floresta, I, 169.21); «que viene de allén la mar», S. XV (Romance de D.ª Alda: RFE IV, 187); el refrán si bien; si non, bien; si non pássome allén, cuya forma está asegurada por la rima, se halla en colecciones de los SS. XV y XVII (Guillet, RPhCal. I, 235, 239). Ésta sigue siendo la única forma del port. além y del gall. alén ‘el más allá’: «xurdía o inescrutable alén», «sendo a preocupación do Alén o fundamento mais permanente da relixión»3. La -d o -t de la forma allend, allent, es debida a una falsa analogía como la que causó la aparición de las formas algund (-t), ningund (-t), estudiadas por Ph. H. Churchman, en Estudios Bonilla, 1930, II, 535-8. Originariamente allén significó ‘de allá’, igual que su étimo latino, y con esta ac. aparece todavía en Berceo (S. Dom., 482b: adocir los vestidos allend ‘traer los vestidos de allí’); después por lo común se agregó la preposición de para mayor claridad y se dijo d’allén ‘de allá’ (Cid, etc.), del mismo modo que se cambió onde (UNDEde donde’) en donde; de aquí resultó el uso de allén como mero sinónimo de ‘allá’, como ocurre en el port. além4, o con el valor de ‘por allá’, como en el cat. allèn, allens. Pero en el castellano normal allén de, allende, tomó el valor de ‘más allá de’, igual que ocurrió a la locución equivalente de allá de, empleada como sinónima de ‘allende’ por el P. Mariana y por C. Coloma («llevó su ejército de allá del Rin»)5. Junto a ILLINC vivió también en iberorromance su variante arcaica *ILLINCE (> it. ant. linci) como ha señalado muy atinadamente J. L. Pensado: ast. ant. allence (SS. XIII-XIV), ‘más allá de’ («tan bien aquence la agua de Nelon como allence») y gall. ant. alençe («alençe o rio») (1274, 1310) (Archivum, Oviedo 1960, 59-61; Acta Salmant. n.° 51, 12-13): elocuente confirmación de que ILLINC vivió en España y que de ahí viene por lo tanto allén ~ allende.

Allí [Cid; Cej. VII, § 132], del lat. ILLզC íd., del mismo radical que ILLC; V. lo dicho a propósito de allá.

Alló, allú, ‘allí’, formas leonesas y argentinas procedentes de los lat. ILLĶC, ILLȢC6, vid. Bujaldón, AILC II, 172-5. Son ajenas así al portugués como al castellano, pero en gallego hay aló ‘allá’ y acó ‘acá’ (creado analógicamente sobre aló): por lo común empleados como adverbios de movimiento o dirección (ejemplos en cantares populares, DAcGall.), pero Rosalía de Castro empleó por acó («pois por acó todos somos / tal como Dios nos fixera»); aló aparece ya en los SS. XIII y XIV, por lo común con idea de movimiento7; el DAcGall. cita estar aló y análogos en Rosalía y otros dos poetas; Lugrís, p. 23, asegura que «acá ê mais cerca que acó, aló ê mais lonxe que ala»; pero Castelao emplea veña acó p. 173, para uno a quien dicen algo al oído y nada puede haber más cerca. En Galicia las áreas dialectales se reparten así: Dominan acá y alá en las provincias de Pontevedra y Orense, acó y aló en La Coruña y Lugo; pero Villalba (Lugo) y Santiago, acá, cuyo terreno sigue hasta San Lázaro, aunque media legua más lejos, en San Marcos, ya aparece acó; del área de Pontevedra hay que segregar la parte NE. (acó en Latín y parte de Caldas, pasando la línea entre Cotobad y Fragas); GdD, GHiGall.

Acullá [h. 1300: Gr. Conq. de Ultr.; Cej. VII, § 132], parece venir del lat. vg. ECCUM ILLChe allá’: en el ej. más antiguo, y en algunos de los SS. XV-XVII que reúne Cuervo, Dicc. I, 171, α, aparece usado sin la compañía de otro adverbio de lugar, como mero sinónimo enfático de allá, mas pronto quedó limitado su uso a la contraposición con otros adverbios de lugar que se expresan en la misma frase, sobre todo allá; del mismo origen son el it. colà y el port. y gallego8 acolá «àquella parte; o lugar distante onde nƟo está o que fala nem a pessoa a quem se fala»; sin embargo es algo extraño que el resultado en cast. y port. no sea *aquellá (comp. quizá lo dicho sobre ENCONAR), y así habrá que tener en cuenta la posibilidad de que en cast. se tomara del gall.-port., donde ya se documenta en el S. XIV, por lo menos9, y que allí sea compuesto de acó ‘acá’, ‘aquí’ (lat. ECCUM HĶC) y ‘allá’.

1 En la Gr. Conq. de Ultr., 619a57 y 619b31, hay todavía clara conciencia de este carácter compuesto: «fueron... en el alcance fasta allend de Calmont», «grand yente d’allend de los montes». No sabemos si la d de allend está en el manuscrito o fué agregada por Gayangos, pero no puede haber duda de que el manuscrito separa en dos palabras.―

2 Esta aglutinación es paralela a la de duen de casa en duende de casa y se produciría de la misma manera (V. DUENDE). Es abusivo imprimir aalende estes nomes en vez de a alen de e. n. (Gral. Est. 214.2) y aun en el caso de allende parte del doc. de 1050 arriba citado creo que se debería escribir allén de parte.―

3 Castelao 258.1, 102.26; incluyendo aun el uso prepositivo así en Portugal como en el Norte, al menos en la combinación alem-mar: «o anceio do alén-mar» ‘lo ultramarino’ íd. 258.4f.; Lua de Além-Mar, libro de versos del gallego E. Guerra da Cal, a. 1959; aunque en el Sur es quizá más usual além do mar.―

4 Hoy se emplea allende por ‘allá’, en Maragatería (BRAE III, 42).―

5 Allende tiene una variante aliende, para cuya explicación V. mi citado artículo; hallamos empleada esta variante, entre otros muchos, en Pedro Mexía (quizá a causa de sus antecedentes moriscos y mozárabes), y con especial frecuencia en la locución prepositiva aliende de ‘además de’ (Diálogos, ed. Iowa, pp. 119.3, 122.14).―

6 Para la identidad de uso de estos dos adverbios latinos, comp. el artículo de Wölfflin en ALLG VII, 332, sobre hōc y hūc, familiar y arcaico aquél y literario éste.―

7 Ctgs. 221.36, 259.34 (quantos aló queren ir), MirSgo. 40.11 (ya en romaria para aló), y dos veces más en la Crón. Troyana (en un tercer pasaje está ya sin movimiento: estar aló en paz). También acó es muy frecuente en la Edad Media, p. ej. «poys vos ja acó conmigo teño», Crón. Troyana 313.18, y I, 116-8, 277.23.―

8 Lugrís, p. 73; puede indicar un lugar distante, pero se emplea con independencia de acá, aquí y allá, aislado de estos: «po los carreiriños das veigas de acolá embaixo, as formiguiñas negras e roxas veñen a misa» 25.5, «íd. íd. dacolá embaixo» 156.16.―

9 «¿Coydades por aventura que aquelles que acolá estan, en aquela aaz, que vos veñan acorrer acá?», Crón. Troyana en gallego, I, 222.11. Se notará que en este ej., así como en los de Otas de Roma (texto leonés de princ. S. XIV), f° 62v° («¿veo yo acullá estar Esmeré combatiéndose a pie?») y 98v° (ed. Baird 44.6, 164.23) y en los citados arriba, no aparece usado en combinación con otro adverbio de lugar. También tenemos todavía el matiz portugués, sin contraposición, en Juan de Mena («lançó las sus vestiduras acullá», Lida, p. 136.1).