ADARGA, del ár. dárqa, dáraqa, íd.

1.ª doc.: adágara: Cid; adáraga: Gral. Estoria; adarga: Poema de Alfonso XI.

El cast. adarga no tiene que ver, contra lo que se ha dicho, con TARJA, it. targa, fr. targe, al menos directamente, aunque éstos signifiquen aproximadamente lo mismo. Como lo muestra la d- y la aglutinación del artículo árabe, adarga se tomó del ár. dáraqa, que designa especialmente un escudo hecho con pieles de paquidermos o de reptiles, y luego cualquier escudo. Es palabra clásica en árabe, ya documentada en Abendoraid (princ. S. X) y en el ?auharí (fin de este siglo), autores orientales ambos (Lane, p. 872c); en España R. Martí registra dáraqa y dáraka, PAlc. daráca y dárca: de esta última forma debe venir la castellana. Sin duda es verdad que dáraqa no se explica por ninguna raíz arábiga (el verbo dárraq ‘amparar, proteger’, empleado por autores occidentales tardíos, es derivado del sustantivo y no al contrario), de modo que es posible que dáraqa sea préstamo de alguna lengua oriental, pero al español llegó desde el árabe, y no es de creer que el vocablo arábigo tenga que ver con el germánico TARGA a que me he referido antes. Tampoco es posible que esta voz germánica y europea proceda del árabe, como han afirmado otros, pues no se explicaría la T-: es verdad que en árabe se hallan también tárġa (R. Marti) y ƫâriqa en autores orientales, pero estos autores declaran repetidamente que se trata de una especie de escudo llevado por los Cruzados, de suerte que estas formas (como indicó Dozy, Suppl. II, 40-41), las tomó el árabe de los idiomas europeos. A un cruce de éstas con el ár. dáraqa puede deberse el vulgar dárca recogido por PAlc., y del cual vendrá la forma castellana. De aquí también port. adarga, cat. darga. A pesar de la acentuación daráca de PAlc., claro está que no hay por qué suponer (como hace Neuvonen, 130) que las formas, adágara, adáraga del castellano antiguo se acentuaran en la sílaba penúltima; el acento se trasladó en árabe cuando ya la voz existía en romance con la acentuación primitiva; es más fácil explicar la metátesis adágara en un esdrújulo que en palabra llana.

DERIV.

Adargar [princ. S. XVII, Lope, etc.: Cuervo, Dicc. I, 176; adargado 2 ejs. SS. XIII-XIV, ibid.]. Adarguero ‘soldado armado de adarga’ [Alex.: DHist.]; acaso sea alteración de éste aldraguero ‘chismoso, enredador, desocupado’, usual según Cej. VII, p. 473, en el límite de Navarra y Aragón; o derivado de BALDRAGAS, con influjo de adarguero u otra palabra. Para el sentido preciso de los nav. aldraguera y aldraguero, vid. Iribarren. GdDD 315a aduce un gall. aldrabón, port. aldrabão, gall.-port. aldrabeiro «mentiroso, trapacero», que serían alteraciones de ALBARDÁN ‘bufón’; quizá sí, pero la forma de estas voces gallegoportuguesas y la ac. navarra de ‘callejear, pindonguear’ me hacen pensar más bien en un derivado de aldaba, en gallego aldraba, por la idea de ir de puerta en puerta trayendo chismes.