ÁZOE, ‘nitrógeno’, tomado del fr. azote íd., que anteriormente designó el AZOGUE, y se tomó a su vez de esta palabra española; el cast. ázoe es una alteración de azote fundada en una falsa etimología, que lo interpretaba como derivado del gr. ζωƲ ‘vida, existencia’, con α- privativa, por ser el nitrógeno impropio para la vida, a distinción del oxígeno.

1.ª doc.: 1865.

El uso del vocablo fué generalizado a fines del S. XVIII por los químicos franceses, en particular Lavoisier. Pero la forma francesa de su nombre, azote, si viniera de ζωƲ o del verbo ζǠειν, sería un derivado completamente anómalo (ęζωτóς sólo podría significar ‘no ceñido’), y por otra parte azot ya se halla anteriormente a Lavoisier, en 1701, pero con otro significado, explicado en los términos «c’est ainsi que les chimistes appellent la matière première des métaux» (cita de Littré). Ahora bien, para los alquimistas azoth o azoch era «universalis medicina paucis cognita, unica medela, lapis physicus: alii putant Mercurium corporis metallici» (según cita de Roc le Baillif en Du C.; otras en Devic); es evidente que aquí tenemos una variante de AZOGUE, como las formas asoth, azote y cast. azoot que cita Dozy, azoth ‘mercurio’ en Suárez de Figueroa (DHist.), y es muy probable la sospecha de Baist, RF IV, 388, de que en definitiva el fr. azote no sea más que el nombre del azogue interpretado a la luz de una falsa etimología griega. Claro está que al pasar el fr. azote al castellano se le dió una forma adaptada a esta falsa etimología ζωƲ.

DERIV.

Azoico. Azoado.