ZARZAHÁN, del ár. zardaȟân o zardaȟânī íd.

1.ª doc.: princ. S. XV.

En el Canc. de Baena: «Señor excelente, comigo me trayo / armas gentiles de las de Milán / e mis sobrebistas de buen sarsaán» (p. 458). Sarsani en Gnz. de Clavijo, por la misma época. Zarzahán, traducido en árabe por zardahán, en PAlc., y en el romance del Conde Claros: «presto estaba el camarero / para habérselo de dar: / diérale calzas de grana, / borceguís de cordobán, / diérale jubón de seda / aforrado en zarzahán» (M. P., Antol. de Prosistas, p. 96). Como árabes aparecen zardaȟâna y zardaȟā en Abenbatuta, Dozy, Gloss., 366; Supl. I, 585ab. Parece tratarse de un híbrido persa-árabe, a juzgar por este dicc.; sin embargo V. el Dict. des Noms des Vêtements de Dozy, p. 369, que no he podido consultar. En castellano habría asimilación de consonantes zard- > zarz-, ayudada por el influjo de zarzagán (CIERZO). Zarzahán con anaptixis se convertiría en *zaraz(ah)án y de ahí zaraza «género de tela de algodón mui delicada» (Aut.), ast. sarasa ‘percal’ (V), también usual en la Arg.: «las chancletas... / tienen remiendos tamaños / de zaraza y terciopelo» (Draghi, Canc. Cuyano, p. 145).