ZARAGATONA, del ár. bazr qaƫûnā íd.; en árabe vulgar se mutiló el vocablo pronunciándolo zarqatûna, por haber confundido la sílaba ba con la preposición bi (o ba) ‘por’.

1.ª doc.: Nebr.

Cuyo artículo reza: «zargatona: psillium». Aut.: «hierba que crece a modo de heno, cuya simiente es negra, por lo qual la llaman también pulguera... es voz arábiga y otros la llaman zargatona»; cita testimonio de la forma larga en Laguna (1555) (nada más en Cej. IX, p. 574). En portugués ya aparece zergatoa en Mestre Giraldo (princ. S. XIV), con variante zargatoa en otros dos pasajes (C. Michaëlis, RL XIII, 319n.1). Como indicó Dozy (Gloss., 365; Suppl. I, 65), seguido por Eguílaz y Steiger (Contrib., 215), se trata del ár. bazr qaƫûnā íd., documentado en Avicena, Abenbuclárix, Abenalauam y Abenalbéitar, y hoy en diccs. del árabe de Egipto y Palestina1. Agrega Dozy que suele descomponerse el vocablo en dos palabras, de las cuales la primera es bazr ‘semilla, grana’ (voz de uso general, vid. Lane, aunque es más culta la pronunciación bizr), pero que ésta no es la opinión del marroquí Abenalhaxxá (S. XIII), quien escribe bazraqaƫûnā (o -ƫūȐ) y dice que ni la primera ni la segunda parte del vocablo son árabes; y termina Dozy «parece, en efecto, de origen persa». Realmente así bazr qaƫūnā como el simple qiƫūnā significan lo mismo en persa, pero los lexicógrafos de este idioma más bien creen que sea arabismo; aunque no sin vacilaciones, pues Steingass asegura la procedencia arábiga del último, pero en cuanto al primero se limita a ponerle el signo correspondiente a los híbridos y a las palabras comunes al árabe y el persa cuya procedencia no consta. Bazrqaƫûnā está también en el anónimo sevillano de h. 1100, y Asín (pp. 230-1, 241) dice que es compuesto del ár. bazr y el siríaco qtōnā ‘chinche’. Tampoco esto puedo confirmarlo, pues lo único que encuentro en los dicc. siríacos de Payne Smith es qaƫūnōȐ «psyllium plantago», o sea la zaragatona; la explicación de Asín la sugiere naturalmente el nombre grecolatino psyllium, que significa ‘hierba de pulgas’, lo mismo que el nombre fr. herbe aux puces y el cast. pulguera; pero claro que haría falta una comprobación en siríaco, que no puedo dar2; de todos modos en otras lenguas semíticas los nombres de la chinche (ár. báqqa, hebr. pišpaš) y de la pulga (búrġuȶ, paraš) son muy diferentes (¿padecería Asín una confusión?).

Quizá qaƫûnā sea de por sí el nombre de la planta en otro idioma oriental, probablemente el siríaco, como parece sugerirlo la terminación -a¨, frecuente en árabe en los extranjerismos de procedencia oriental; entonces se agregaría el ár. bazr ‘grana’, por analogía de los nombres de otras muchas plantas, que así empiezan. En todo caso hay que rechazar la explicación de Eguílaz bazr qaƫûnā ‘semilla de algodón’, no sólo por razones semánticas, sino también porque esto se diría en árabe bazr al-quƫn (o bazr al-quƫún en vulgar).

El hecho es que los árabes no comprendían la formación del nombre que nos interesa, y aun perdieron de vista el significado del elemento bazr, pues en el árabe de Granada, según PAlc., la planta se llamaba zarqaƫûna, reducción de la pronunciación vulgar bazar qaƫûnā por haberse tomado la primera sílaba por la preposición bi (vulgarmente ba, por confusión con el artículo), que significa ‘por’. Véase ALCATENES.

1 Hess, Zeitschrift für Assyriologie und verwandte Gebiete XXXI, 27, agrega algunos pormenores a la documentación arábiga.―

2 Faltan estos nombres de insectos en el viejo Lexicon Heptaglotton de Castell, y no dispongo de un diccionario europeo-siríaco.