ZAHINAS, ‘gachas de harina que no se dejan espesar’, del ár. saȟîna íd., derivado de sáȟan ‘calentar’, ‘calentar agua’; con este vocablo han confundido algunos saína (que escriben zahina), nombre de una gramínea, el sorgo, en italiano saggina, que viene del lat. SAGզNA ‘alimento para engordar aves’.
1.ª doc.: çahinas ‘gachas’ Nebr.; sayna ‘sorgo’ S. XIII; saina y zahina Acad. ya 1817.
La etimología, como indicaron Dozy (Glossaire Étymologique, 361) y Eguílaz (p. 521), es el ár. saȟîna (Ɋaȟîna en Acad. es error). Es vieja palabra semítica, que el Fairuzabadí define «cibi genus ex farina paratum» con la advertencia de que se empleaba como apodo de los Coraixíes, porque esta tribu solía alimentarse de zahinas; está ya en el ?auharí (fin S. X), quien precisa que la saȟîna es más clara que la ⺆aɊîda (= pulmentarium, comido como acompañamiento de otros manjares) y más espesa que el ɅasâȐ (cierto manjar que se sorbe); R. Martí traduce «pultes», PAlc. «çahinas de harina, harinas, gachas para comer». De un cruce de saȟîna con talbîna (vid. TALVINA) resultan el val. çabines «gachas para comer» (Sanelo) y el sic. zabbina, zahina «polenta, pulticula» (que De Gregorio relaciona vanamente con la raíz ár. Ǥábban ‘cuajar, coagular’, ZRPh. LII, 581).
Con este arabismo quisiera confundir el diccionario de la Acad. otra palabra semejante, de sentido distinto y de origen muy diferente, que esta corporación ya recogía en la edición de este libro de 1817, definiéndola: «zahina: especie de grama [¿léase grana?] originaria de Indias [«de la India» correctamente, en eds. posteriores], que se siembra por mayo y se cultiva como el trigo y la cebada en la Mancha, Murcia, Cataluña y Andalucía... los granos del fruto son en mucho número, mayores que los cañamones... sirven para hacer pan y de alimento a las aves... Sorghum»; además en la misma edición recoge saina con la definición inexacta «lo mismo que alcandía o trigo candial». A juzgar por las formas que citaré luego, ésta, aunque acentuada saína, ha de ser la grafía y pronunciación auténtica, y es posible que la otra grafía zahina no tenga otro fundamento que la falsa identificación etimológica que hace la Acad. con zahinas ‘puches’ en ediciones posteriores de su diccionario. Del nombre de esta gramínea sólo conozco testimonios más antiguos en el Libro de los Cavallos («una yerba que dizen sayna» 76.21; el editor cita otro de la misma grafía en C. de Valera) y en autores mozárabes, a saber el anónimo sevillano de h. 1100, quien cita šayyínna (junto con paníƇu) entre los nombres romances del mijo (Asín, p. 211); también está šaȐina en el almeriense Abentarif (S. XII), Simonet, p. 576, como nombre de una especie de mijo, gramínea que realmente es semejante al sorgo. Ya Simonet (si bien derivándolo imposiblemente del lat. siligo ‘candeal’) indicó el parentesco evidente de esta voz mozárabe y cast. con el it. saggina íd.; en consecuencia, las derivó todas M-L. (REW 7506) del lat. SAGզNA ‘engorde de animales, especialmente aves’, siguiendo las huellas de Pieri y de Spitzer (WS IV, 139), quien recordaba un cambio de sentido análogo en el fr. sainfoin (< sain foin) ‘alfalfa’.
DERIV.
Zahinar.