ZAGA, del ár. sâqa ‘retaguardia de un ejército’.
Tiene ahí inequívocamente el sentido militar del árabe. Igual en el Poema de
Alf.
XI (65, 66, 1327) y en otros muchos textos antiguos. Pero pronto aparece también con otros matices fácilmente deducibles de ‘retaguardia’: ‘parte trasera de una cosa o persona’ (Berceo,
Sacrif., 235
a), ‘fin, cabo, resultado de una cosa’ (
Alex., 50
b, 952
b;
Apol., 107
c). Además pronto empieza a formar locuciones adverbiales, como
a çaga ‘atrás’ o ‘hacia atrás’: «¿Rei otro sobre mí? / ¡Numquas atal non vi! /El seglo va
a çaga,
/ ia non sé qué me faga»
Auto de los R.
Magos, v. 113; «Don Gozimas quando lo vió / fízosse
a çaga que se fuesse»
S.
M.
Egipc., 1106; «lexáronlo
a xaga malantant i kolpado, / komo yera niño tierno, finkó mui krebantado»
Yúçuf A 16
a; «qui, adelant non guarda,
a çaga caye» refranes arag. del S. XIV (
RFE XIII, 369, n.º 74);
Libro del Ajedrez 3
vº;
de çaga ‘de detrás’
Alex., 2330
b, Fuero de Navarra (ed. 1869) 126. En la Edad Media es palabra sumamente frecuente y que debió de tomarse del árabe en fecha muy antigua (no es extraño que escaseen los ejs. del S. XII, dado el carácter de las fuentes que para entonces poseemos); se nota especialmente su gran empleo en textos aragoneses y moriscos, según es natural. Pasada la Edad Media pierde terreno, aunque hasta hoy es bien viva, sobre todo en frases hechas como
irle a la zaga a alguno o
quedarse en zaga. Cej. IX, § 197. No ofrece duda alguna la etimología árabe
sâqa ‘retaguardia’, palabra vivacísima en todas las épocas y dialectos de este idioma, como ya indicaron Dozy,
Glossaire Etym., 359;
Supplément I, 705
b; Neuvonen, 96-98. Del árabe pasó también no sólo al port.
çaga [
S. XII; en la E. Media ‘retaguardia’,
RL X, 241] y cat. ant.
saga (hoy poco castizo, pero lo era en la E. Media), sino además al gr. bizantino
σάκα ‘retaguardia’ [S. X, Wiener,
ZRPh. XXXIV, 663]
1. No merece discusión la ocurrencia de Krappe (
ARom, XVIII, 429) de partir del a. alem. ant.
zagal ‘cola’, ya rechazada por G. Sachs (
ARom. XIX 111) y M. L. Wagner (
ARom. XIX, 115-6). Comp.
AZAGADOR.