YUCA, ‘Manihot utilissima’ y ‘Manihot aipi’, plantas euforbiáceas: del taíno de Santo Domingo.
1.ª doc.: h. 1495, Fr. Ramón Pané(r).
De la liliácea también llamada yuca la primera mención aparece en la Historia Naturalis Brasiliae de Piso y Marcgraf, escrita h. 1643. Esta planta se hace abundantemente en el Norte de Méjico y Sudoeste de los Estados Unidos, y se ignora en realidad de dónde procede su nombre. Será también indígena americano, mas parece tratarse de un mero homónimo, procedente de otro idioma.
Vid. Cuervo, Apunt. § 971, y Disq. 1950, 426; Pichardo, s. v.; Lenz, Dicc., 782-3; Friederici, Am. Wb., 666-7. Todavía hay otra palabra yuca, variante fonética usual en el Neuquén (Camino, Nuevas Chacayaleras, 123), de diuca, corriente en Chile como nombre de un pájaro semejante al gorrión. Según Lenz (Dicc., 337), es de origen araucano. Entre los judíos de Marruecos (BRAE XIII, 529; XV, 48) y entre los moros del mismo país (P. de la Torre, fin S. XVIII, en Simonet, 617), yuca designa la lechuza: no hay razones serias para relacionar este vocablo; con el lat. uluccus ‘especie de mochuelo’, con el cual sería inconciliable fonéticamente (comp. lo dicho s. v. LOCO); es probable que sea onomatopeya, y no quisiera descartar la posibilidad de que el chil. diuca y neuquino yuca tuviesen un origen semejante1.
DERIV.
Yucal [fin S. XVI, Juan de Castellanos, en Ca., 224, en cuya p. 219 hay fraseología cubana referente a la yuca]. Yuquilla [1836, Pichardo, ed. 1862].
1 Aunque la yucca liliácea parece ser procedente de Méjico, no hay datos que permitan afirmar que viene del náhuatl o de otras lenguas mejicanas: falta en Molina y en Robelo. Yuca ‘Manihot’ se emplea hoy en quichua (Middendorf), pero no parece ser muy antiguo en este idioma (falta en Gz. de Holguín), y por razones cronológicas es imposible que sea quichuísmo. ↩