YERMO, del lat. tardío ĔREMUS ‘desierto’, y éste del gr. ƒρƓμος ‘desierto, solitario’.
1.ª doc.: ermo, 1098; yermo, Cid.
DERIV.
Ermar [Cid; Berceo; med. S. XIV, Alf. XI, 73; «desolo, vasto» Nebr.], poco usual en la actualidad, más bien se dice yermar; también se dijo ayermar (DHist.); ermador [Nebr.], ermadura [íd.], ermamiento. Ermita [h. 1290, 1.ª Crón. Gral., 393b2 (h-); Zifar, 28.3; J. Ruiz; antes hermida, 1.ª Crón. Gral. 406a13; gall. hermida, S. XI1]; tomado del lat. eremīta ‘ermitaño’, que de la persona pasó (ya en J. Ruiz) a designar el lugar. Ermitaño [Apol., 55a, ermitanyo], alteración del más antiguo ermitano [Berceo, Mil., 535, confirmado por la rima en Mil., 575], y éste del primitivo ermitán [asegurado por el metro en S. Mill., 56a, 79a], tomado del b. lat. EREMITANEM, acusativo de EREMITA (comp. port. irimitão, cat. ermità, oc. ermitan, fr. ant. ermitain). Formas enteramente cultas son eremita, eremítico y er(e)mitorio.
1 R. Lorenzo da abundante documentación desde el S. XI en el glosario de La Trad. gall. de la Cron. Gral. Sarm. proporciona ejemplos de documentos del S. XV (CaG. 167v, 169r). ↩