URCE, del lat. ȢLEX, -էCIS, ‘planta semejante al romero, probablemente el urce o brezo’.
Este dicc. lo cita del
Léx.
Lat.
-Hisp. de Nebr., mas por lo menos no figura en el dicc. cast.-lat. del mismo autor, ni en PAlc., C. de las Casas, Oudin, Covarr. Creo es palabra de los dialectos occidentales: ast.
uz ‘leña’ (Munthe), mirandés
urze u
ourzeira (Leite de V.,
Philol.
Mirand. I, 286), Hermisende
uȤeira ‘conjunto de urces’ (
Homen.
a M.
P. II, 138), Bierzo
uz (
montés,
albar y
negral, Sarm.
CaG. 143
v), gall.
uz ‘brezo’, aunque también corre allí
urce, que Lugrís,
Gram. 120, 181, cree castellanismo, port.
urze;
uzeda ‘lugar poblado de urces’ en G. de Segovia, a. 1475 (p. 83);
Ulgoso,
Ulgosello [SS. XII-XIII], hoy
Algoso y
Argoselo en el concelho de Vimioso (
RL XXXV, 83). La etimología ya fué indicada por Baist (
ZRPh. V, 556), C. Michaëlis (Misc.
Caix-Canello, 161-2) y M-L. (
REW 9034); no hay por qué hacer intervenir el influjo del sinónimo greco-latino
ERզCE (como quisiera Leite de V.,
RL III, 301 n.4) para explicar la -
r-, que es regular (vid.
SURCO); suponer que
urce viene de
ERICE, como hace Brüch (
RFE XVII, 7), es imposible, e inaceptables las complicadas combinaciones que para ello imagina. La relación entre
urce y
uz es la misma que la existente entre
surco y
suco SULCUM, y entre
dulce y
duz de
DULCIS. N
O existe la voz
urga que aparece en la ed. Gayangos de la
Gr.
Conq.
Ultr., p. 329, pues es errata por
uirga ‘verga’ (ed. Cooper, III 5
vb18 y 20).
Azkue recogió erika en Orozko (vizc.) con la definición «ericácea, planta del género del brezo», pero esto no puede aceptarse como prueba concluyente de que el vocablo arraigara popularmente en España, pues es denominación muy sospechosa, que no aparece entre los muchos nombres vascos del brezo coleccionados por Bouda y Baumgartl, 22-23: ora se trate de un mero cultismo de naturalistas y farmacéuticos, ora sea un nombre de planta algo diferente y cambiado por reminiscencia cultista del helenismo erica, ora resulte de un cambio en el vasco erkhatz, erratz ‘retama, brusco’ (naturalmente sin relación etimológica con el gr.-lat. erica).