TURQUESA, ‘molde de hacer bodoques o balas’, origen incierto, quizá del fr. ant. turcais, del mismo significado y origen que CARCAJ, por comparación del molde de hacer proyectiles para ballesta con la aljaba donde están las flechas.

1.ª doc.: 1596, Juan de Torres.

Ya está en Oudin, ed. 1607: «t. para bodoques: moule à faire bales ou boulets»; Covarr.: «el molde donde se hazen los bodoques para tirar con la ballesta: díxose a torquendo, porque se aprieta al barro en el dicho molde: y esso se llama torquere»; Aut. copia la definición de Covarr. y cita los dos ejs. siguientes, donde tiene sentido figurado: «tanto hace al caso la vida demás J. de Torres, «que en esto la naturaleza había hecho iguales y formado en una misma turquesa a él y a Auristela» Persiles; también en el Quijote: «seys ollas que al rededor de la hoguera estavan, no se havían hecho en la común turquesa de las demás ollas», «que parece que los forxaron a los dos en una mesma turquessa» (II, xxii, 74; ii, 7). Desde luego hay que rechazar la etimología de Covarr., todavía aceptada por Acad., pero imposible por razones morfológicas. Por lo demás, no será posible lograr una mediana seguridad hasta que existan buenas descripciones de las turquesas antiguas y mientras no se investiguen los antiguos tratados técnicos de fundición y ballestería y se estudie el problema en relación con la historia de estas artes en España.

Meyer-Lübke (REW 9003 y 8872a) vacila entre identificar con turquesa ‘piedra preciosa’ y derivar del fr. tricoise, turquoise, ‘tenaza, especialmente la empleada para herrar caballos’ [1314]. Desde luego puede desecharse aquella idea, y en cuanto a ésta, es aceptable por lo que hace al port. torquês f. (Fig. escribe turquês, pero Nascentes dice que se pronuncia con o en el Brasil) «ferro que aperta e sustenta, lat. forceps» (Bluteau), «espécie de tenaz de que usam os sapateiros» (Moraes): D. Vieira cita dos ejs. de Antonio Prestes (S. XVI) y Bluteau uno de Fr. Antonio das Chagas († 1681): «as torquezes, as tenazes». Ahora bien, este objeto es completamente distinto de una turquesa o molde, aunque es cierto que la Acad. en eds. recientes de su dicc. (1925, no 1884) afirma que la turquesa es un «molde, a modo de tenaza, para hacer bodoques...». No se entiende esto muy bien, y cabe desconfiar del dato, quizá arbitrario e inspirado por algún académico gallego o conocedor del portugués, que quería relacionar los dos vocablos. Desde luego, antes de negar la posibilidad de que la voz cast. venga del fr. turquoise ‘tenaza’1 será indispensable conocer con seguridad la forma y la historia del objeto. Mientras tanto hay que dudar, y dar por ahora mayor crédito a la sugestión de Spitzer (ZRPh. XLII, 337-8), quien apunta brevemente la posibilidad de que turquesa sea lo mismo que el fr. ant. turquais ‘carcaj’, turqueis ya en Wace (S. XII: God. VIII, 109c), forma bastante frecuente, del mismo origen que nuestro CARCAJ; para el origen V. este artículo, y para más datos sobre esta variante, la nota 4 del mismo. Semánticamente es idea muy comprensible, y que no presentaría dificultad alguna en los demás aspectos. Más difícil es, en cambio, que haya relación con carquesa ‘especie de horno’ (V. este artículo).

1 La opinión de Diez, Gamillscheg y M-L. de que turquoise venga del neerl. *trekkijzen ‘hierro de tirar o arrancar’ parece ser infundada; V. ahora Wartburg (en Bloch2), donde se identifica con el adj. turquois ‘turquesco’. No sólo es cierto que el tipo turcoise, -queze ‘tenazas’ «vit partout en gallo-roman» sino que hasta hoy se conserva en bretón turkes (< romance) con el sentido de ‘tenazas’ y gall. torquesas ‘tenazas para caballos y demás usos’ (Valladares). Castelao págs. 107-8 aporta datos y bibliografía bretones y gallegos y sugiere alguna pista semántica para relacionar con ‘Turquía’. Pero ante la o brasileña y gallega, y en vista del área gall.-port. y bretona, cabe por lo menos plantear la cuestión de si se trata de un representante del participio lat. torquens (extorquens) ‘el que arranca o tuerce’ que habría pasado al romance por vía semiculta a causa de leyendas hagiográficas: el hecho es que, por los datos de Castelao, consta que Santiago viene representado en muchas iglesias de Bretaña con el atributo de unas tenazas, y en otros lugares se le ha dado allí el epíteto de Sant Jakes au Turquez; la u y la identificación con turquoise ‘turca’ sería secundaria por etimología popular.