TRULLA I, ‘bulla y ruido de gente’, origen incierto, quizá del lat. TŬRBŬLA ‘pequeña multitud’, ‘pequeño tumulto’; pero también podría haberse tomado del cat. trull ‘batahola’, propiamente ‘trujal, prensa de aceitunas’ (del lat. T֊RCŬLUM íd.).

1.ª doc.: 1588, Malón de Chaide (Fcha.).

Está también en el Guzmán de Alfarache: «todos iban de trulla alborotados con la fiesta» (Cl. C. I, 229.21), «quién los ve los días de la boda, como todo anda de trulla, qué solícitos andan todos» (IV, 243.14). Oudin «bruit de compagnie, troupe de train de gens qui va en campagne, route; yr de trulla: aller en troupe» (de ahí pasó a Minsheu, pero falta C. de las Casas, Percivale, Covarr.); Aut. «bulla y ruido de gente», donde se cita además un pasaje de Moreto; otros en Fcha, de Espinel y de Quevedo; Acad. ha agregado la ac. «turba, tropa o multitud de gente». En efecto, en Puerto Rico es «grupo de gente que pide aguinaldo» (Navarro Tomás, El Esp. en P. R., p. 209), cub. trullada «turba, multitud de individuos» (Pichardo).

Según el diccionario de la Academia vendría de TŬRBŬLA, diminutivo de TŬRBA, ‘multitud’; efectivamente aquél aparece en Apuleyo. Fonéticamente no es imposible, pues la R podría trasponerse ante el grupo complejo BL, y éste podía dar ll como en TRILLAR y en ENJULLO; es verdad que más bien esperaríamos o como vocal tónica; sin embargo, el cambio vocálico se concebiría en posición átona en el verbo trullar, que según García de Diego (RFE XV, 342) se emplea en el Valle de Tobalina (Burgos) hablando de los peces cuando enturbian el agua revolviéndose en el fondo del río; de este verbo vendría el ast. trullón ‘nasa de pescar’, y todo esto podría corresponder al verbo *TURBULARE, de la misma familia, supuesto por el fr. troubler ‘enturbiar’; de ahí deriva Schuchardt no sólo el gall. trullada ‘fiesta nocturna’, sino también ast. trollar ‘bregar, moverse, trabajar con mucha actividad’, trolla ‘conjunto de labores que producen confusión y desorden’ (V), Bierzo trollo ‘fango’ (mas para éste V. TOLLO), Roman. Etym. II, 60-61. Ajeno al portugués, pero no a Galicia: trullada ‘bulla de gente, fiesta nocturna’, ‘turba, multitud’ (Vall.); y éste es el sentido de trulla en «as trullas de Lourdes... e as de París» (Castelao 222.2f.).

Todo esto, en rigor, es aceptable, aunque trullón tiene en realidad otro origen (vid. TRULLA II), pero sobre todo me inspira desconfianza el tono afectivo y casi jergal del vocablo en Guzmán de Alfarache, muy de acuerdo con su empleo en obras como las de Quevedo y Espinel. Tal vez se trate más bien de uno de los numerosos catalanismos de la germanía clásica, tomado del cat. trull ‘batahola’, ‘alboroto’, ‘ruido’, muy vivo en Mallorca (ejs. en Ag.), pero que también se ha empleado en Barcelona (un testimonio en el mismo dicc.)1. Como se ve por la pronunciación balear trui, se trata de la misma palabra que trull ‘trujal o prensa de aceitunas’ (pron. trui en Mallorca, etc.), aplicación figurada muy comprensible, por el alboroto que mueve esa máquina. No tengo noticia de que el femenino trulla exista ya en catalán, pero no sería indispensable: en Castilla este advenedizo pudo ser asimilado al autóctono TRULLA II.

1 Además de los ejs. que cita Spitzer (Lexik. d. Kat., 134, donde se relaciona con voces quizá independientes), comp.: «i aquell trui qui no acabava mai, i aquells crits agres dets automòbils...» Ruiz i Pablo, Novel·letes Menorquines, ed. I. d’Or, p. 111; y en el mallorquín G. Cortès: «Visca es rom i sa seca! ―Basta... vés a fer trui a una altra banda», I. d’Or VIII, 57.