Ahí con la definición «pedazo comúnmente de acero en que está grabada en hueco alguna cosa, con el cual se acuñan las monedas y medallas, y también se vacian en yeso, lacre, etc.»; en eds. posteriores rectificada así: «molde empleado en la acuñación de monedas, medallas, etc.; es un tocho de acero dulce, en una de cuyas caras se imprime en hueco, mediante la presión de un volante, el relieve de figuras e inscripciones que se han grabado en un punzón o matriz». Falta en
Aut., Covarr., Oudin, Terr., etc., pero se emplea en portugués (Fig., no Moraes ni
CortesƟo. No se ha estudiado el origen. Sólo la Acad. sugiere «quizá del alem.
drucken ‘estampar’». Pero no hay modelo en alemán que pudiera dar el sustantivo
troquel (que en alemán se dice
stempel o
punzen), ni existe nada semejante en francés o catalán, que habrían sido los intermediarios naturales entre el alemán y el castellano. Como tantas voces de monedería, es probable que ésta sea de origen catalán. El
troquel en este idioma se llama
trossell, según el glos. de Numismática de Mateu i Llopis, y aunque esta palabra falta en los dicc. catalanes, la recoge el propio Mateu en su vocabulario de la antigua monedería catalana, definiéndolo «l’encuny superior mòbil, agafat per un dels moneders mentre un altre donava el cop amb el mall; així, el tros metàl·lic, posar entre el
trossell i la pila, aguantat si estava calent amb unes tenalles, es convertia en moneda» (
BDC XXIV, 112). De hecho, el vocablo figura ya en un doc. de Valencia de 1459 (ibid., p. 123). Esta pieza, colocada entre el mazo y el metal de acuñar, podía compararse con una especie de almohada o fardo que amortigua un golpe, y fardo se decía en catalán antiguo
trossell (> cast.
trojel, V.
TROJAR): de ahí el nombre del troquel
1. En castellano debió de emplearse como sinónimo el latinismo
tórculo [
Aut.], que la Acad. define «prensa, y en especial la que se usa para estampar grabados en cobre, acero, etc.». De un cruce de
trossell con
tórculo saldría la forma intermedia
troquel.