TRINCAR ‘atar fuertemente’, término náutico común a los tres romances ibéricos y el italiano, de origen incierto, quizá alteración del fr. ant. tingler, tringler, ‘unir las tablas de un buque’ y éste del escand. ant. tengja ‘unir, atar’.

1.ª doc.: 1587, García de Palacio.

Del verbo trincar en su sentido propio no tengo testimonio anterior al del Vocab. Marítimo de Sevilla (1696) citado por Aut., que define trincar los cabos «apretar las vueltas, quando se trincan las gimelgas y chapuces al árbol». Trinca no está en Aut., pero sí en la Práctica de Maniobras de Fernández (princ. S. XVIII): «es muy necessario, para más seguridad de los masteleros, darle una o dos trincas a el calcés del palo» (Jal, 1489a); Terr.: «trincas: las cuerdas que rodean y ciñen a qualquier nave; t. de bauprés: las vueltas de un cabo que hai de él al tajamar, para mayor seguridad del tal bauprés»; Acad. 1817: «ligadura que se da a un palo o a cualquiera otra cosa con algún cabo o cuerda para sujetarla o asegurarla de los balances de la nave; el cabo o cuerda que sirve para trincar alguna cosa», «trincar, náut., asegurar o sujetar fuertemente los cabos que se amarran a alguna parte, como los de la maniobra, los de la artillería, etc.». El vocablo aparece desde más antiguo en una ac. derivada, que Oudin define no muy claramente «prendre le vent en son lict: et selon aucuns, arrester le navire faute de vent; poner la vela a la trinca: mettre le voile en sorte qu’il puisse prendre le vent pour naviger à l’aise»; Minshcu «to hull up and downe with a shippe; poner la vela a la trinca: to put a ship that the edges of the sailes may be to the winde, to hull with the shippe»; Aut. «t. la nao: ir la nave a la bolina, continuamente orzando, llevando la proa contra el viento». Por primera vez aparece en García de Palacio: «trincar y payrar, es estar quedo el navío, o con las belas tendidas y las escotas largas» (155), «se dize estar el navío a la corda, o a la trinca, o payrando quando está atravessado, la proa al viento, que no quiere el piloto que ande ni descayga, teniendo las belas arriba, y tendidas» (139). En la Relación de los Capitanes Nodales, de 1621, lo define Jal (1489a) «serrer le vent», apoyado en el texto «fuése trincando esta noche con pocho viento, para el otro día verlo mejor»; o bien es «tenir la cape»: «estúvose aquella noche con trinquete y mesana trincando la buelta del susueste»; o, finalmente, «être en ralingue, fazeïer»: «luego que nos hizimos a la vela vimos dos o tres indios, y el uno dellos se puso en un alto haziendo señas con un manto o pellejo que traía, y como vimos que llamava estuvimos a la trinca», textos todos procedentes de la citada Relación.

En portugués es sobre todo el sustantivo el que está abundantemente documentado: «trincas sa? as que atracƟo o gurupés, e vem a fazer fixo ao talhamar», y Bluteau cita ejs. de la ac. secundaria: «se puzerƟo á trinca» h. 1550 en JoƟo de Barros, y «por conselho do piloto payrou á trinca» JoƟo de Lucena (h. 1600); el verbo trincar sólo lo encuentro en Fig.: «náut.: prender com trinca». En catalán trinca y trincar son usuales en el sentido fundamental del cast., pero no tengo testimonios antiguos. En italiano trincare, según Jal, es el equivalente de aiguilletter, o sea ‘unir dos cabos de cuerda mediante un lazo’ o hacer una routure, es decir «ligature qu’on fait autour d’un mât d’assemblage, pour en maintenir fortement les parties composantes: ce sont de véritables cercles de corde, qui alternent dans un bas mât avec les cercles de fer»; además trincare es «lier avec des grelins un navire qui tend à se désunir, parce que le gros temps travaille son corps déjà affaibli par l’âge»; trinca es el cabo o faja de cabos que emplean para trincar, o bien el acto de trincar. De la trinca dell’àrboro ya hay ej. en un ms. del S. XVI (Jal, 743a) y también está en P. Pantera (1614); de porsi a trinca «serrare il vento» ya hay ej. en 1572 (Diz. di Mar.; con errata en Zaccaria, p. 509); del italiano pasó al gr. mod. τρίƔκα y turco trinka, tringa, «gammoning of the bowsprit»1.

La palabra, por lo menos en esta forma, es ajena al francés y a la lengua de Oc. La trasmisión de nuestro vocablo en fuentes antiguas es indudablemente fragmentaria, lo que se comprende fácilmente por el significado del mismo: debió de existir en España y en Italia desde fecha bastante anterior, lo cual queda asegurado si admitimos, como parece debemos hacerlo, que de él deriva trancanil (V. abajo) y el it. trincarino, ya documentado en 1330; además parece seguro que trincar y estar a la trinca por ‘estar a la corda, al pairo, etc.’, son aplicaciones secundarias y figuradas de trincar ‘atar fuertemente’, a pesar de que este último aparece en cast. (aunque no en Italia) un buen siglo más tarde que aquél: se trata efectivamente de la idea de ‘apretar, estrechar’, comp. el fr. serrer le vent, y el cast. estar a la corda (= cuerda); todas estas desigualdades en la fecha de aparición se explican por la mayor o menor facilidad con que la idea puede aparecer en los textos y en la documentación.

Acerca del origen de trincar no se ha propuesto hasta ahora nada útil. La idea de Jal de que pueda venir del lat. STRէNGĔRE ‘estrechar’ es imposible en el aspecto fonético y morfológico, a pesar del apoyo que parecería prestarle un b. lat. strinca «legaccia» documentado una vez en un texto genovés de fecha incierta, al parecer de fines de la Edad Media (Rossi, Misc. di Storia d’It. XXXV, 96)2. Con razón niegan M-L. (REW 8910) y Vidos (Parole Marinar., 595) que nuestro vocablo tenga que ver con el lat. TRզNUS ‘triple’, ‘de tres en tres’, y el último reconoce prudentemente que el origen es desconocido; la opinión de Alessio (It. Dial. XII, 207) que debe partirse de un verbo *TRզNէCARE ‘triplicar’ carece de fundamento semántico3, y es inaceptable fonéticamente, pues el resultado no habría podido ser otro que *tringar en la Península Ibérica y Norte de Italia y *trinicare en Toscana y en el Sur. ‘Trincar’ tal como hoy lo entendemos se hace con cuerdas, pero si es verdad, como creo, que trancanil (trincarino) viene de trincar, habremos de creer que en el S. XIV o antes significó trincar ‘unir con piezas de madera’. Ahora bien, esto es lo que significaba el fr. tingler, y la circunstancia de que nuestro vocablo se documente mucho antes en cast. que en cat., y su gran arraigo en castellano, parecen indicar un origen atlántico y no mediterráneo. El fr. ant. tingle era en efecto «pièce de marrein... qui sert à couvrir les joints des planches d’un bateau» (Furetière), hoy se dice tringle, pero aquella forma se encuentra ya en 1328 y todavía a fines del S. XVI; junto a tingle se encuentra el verbo antiguo tingler ya en 1332 y en otros dos textos de la época «refaire la bauche doudit moulin devers la roue d’esselles noires bien tinglées et cousues»: se trata, pues, de unir tablas mediante otras piezas de madera, y parece ser primitivamente vocablo náutico; para más detalles, V. mi artículo TINGLADO, que de aquí procede. Es también posible que el fr. ant. empleara tingler como término marino en el sentido genérico de ‘unir, atar’, como en escandinavo, y que nuestro imperfecto conocimiento de la antigua lengua marina nos lo oculte. Allí mismo he demostrado que el punto de partida último ha de ser el escand. ant. tengja ‘unir, atar’, precisamente empleado con relación a naves, sin duda por medio de los sustantivos derivados tengsl o bien tingl que en el mismo idioma designaban cables náuticos o piezas de unión en un buque. Si el fr. tingler o su forma más moderna tringler pasó como término náutico y por vía atlántica al castellano y al portugués, el cambio de esta forma en trincar es fácilmente explicable, en parte por confusión con el otro verbo trincar ‘romper’ ya preexistente, y en parte también por vía fonética: sabido es que el cast. ant. y el port. rechazan los grupos como gl por ajenos al sistema fonético de sus palabras populares y tienden a reemplazarlos por gr y análogos4. Claro que esto nos obligaría a admitir que el cat. trincar y el it. trincare se tomaron del cast., lo que nada tiene de inverosímil.

Popular y dialectalmente trincar ha tomado hoy en día una serie de acs. secundarias, que ya no son náuticas y faltan todas aún en Aut.: ‘sujetar a uno con los brazos o las manos como amarrándole’, en Méjico y América Central ‘apretar, oprimir’, en León y Salamanca ‘torcer, ladear, inclinar’, de suerte que en Cespedosa llega a valer ‘mover, menear’ (RFE XV, 262)5.

En cuanto a trinca ‘grupo de tres cosas’ tiene apariencias de ser una palabra distinta, pero lo dudo por tratarse de un vocablo popular, a menudo jocoso y afectivo, comúnmente término de jugadores, todo lo cual nos orienta hacia el lenguaje jergal, y no hacia una vieja expresión hereditaria. Como cast. aparece primeramente en G. del Corral (1628) y en el Estebanillo (1646), según Aut. («la junta de tres cosas de una misma especie o sugetos de una misma clase»; falta en los dicc. del Siglo de Oro); como port. dice C. Michaëlis (Misc. Caix, 158) que es término del juego de cartas, y cita uma quatrinca de vezes, expresión familiar, en una carta de Camoens; en catalán pertenece a la terminología de los juegos de naipes desde el S. XV (trinca de sotes en Jaume Roig, v. 3016; trincadonetes < trinca de donetes en el Canç. Satíric Valencià, Ag.). Por más que se le haya buscado casi unánimemente la etimología TRզNUS (Diez, Wb., 326; J. Storm, Rom. V, 186, aunque éste vacila entre esto y un derivado regresivo de trinquete; C. Michaëlis, l. c.; REW 8910), reconoce M-L. que esto es sorprendente desde el punto de vista morfológico y la base *TRզNէCA admitida por Michaëlis no es posible fonéticamente, como he dicho arriba6. Me parece sumamente probable que estemos ante una deformación semántica jergal del término náutico, que en el lenguaje de los jugadores fué relacionado con tres, simplemente a causa de su forma («floreo verbal»).

DERIV.

Trinca (V. arriba). Trincadura [1848, Jal]. Trinquete ‘cama de cordeles’ gnía. [1573, Salazar, Fcha.; 1609, S. Hidalgo], porque se amarra; ‘garfio para impedir que una rueda se vuelva atrás’ [Acad. S. XIX]; ‘aldabilla con que se aseguran las puertas’ and. Contrincante ‘candidato que figura con otros en una misma trinca’, ‘competidor’ [Acad. ya 1817]. Trincu ast. «cada uno de los clavos de hierro que atraviesan los cambuchos y sujetan de uno y otro lado la media lluna que los guarnece» (V); trincar «poner trincos», «beber copiosamente algún licor» (V). Trancanil [1587, García de Palacio7], metátesis de trancalín (así en un ms. de 1614 a 1621, en Jal), probablemente tomado del it. trincarino íd. (1607), antes trencharinus (Génova 1330) o trencainus (ibid. 1441, con caída genovesa de la -r- intervocálica), Jal, 1481b; en italiano, como indicó Vidos (Parole Marinar., 593-6), trincarino parece ser derivado de trinca del mismo modo que filarino ‘renglón’ de fila; del it. procederán también el fr. trinquerin [1622], oc. trinquerin, trinquillin, cat. trencanill (Misc. Fabra, 340) o trancanill (Mallorca en Ag.) o trancanell (BDC XII, 69), gall. trancanil (VKR X, 190-1), port. trincanís (primeramente plural); para la explicación semántica, V. arriba.

1 Kahane, Journ. Amer. Orient. Soc. LXII, 260.―

2 El sentido no es claro por el contexto citado; como se trata de algo que se vende en las tiendas de comercio, es muy incierto que se relacione con nuestro trinca. Si relación hay ha de ser en el sentido de derivar strinca de trincare con prefijo EX-; fonéticamente strinca tampoco puede venir de STRINGERE. Que nuevo de trinca y sus equivalentes port., cat., it., vengan de trinca ‘atadura’, como admiten M-L. y Vidos, no es nada claro semánticamente: la explicación «appena legato» que da este último no convence.―

3 La definición de Fig. ‘atadura triple’ es arbitraria y fundada sólo en el prejuicio seudoetimológico. Las trincas de los mástiles y piezas semejantes suelen ser de 8 o 9 o más vueltas y no de 3 (grabado en Jal, s. v. rouster). Es verdad que los «grelins» que según Jal se emplean para trincar el maderamen de un buque que se desintegra, son «cordage composé de trois cordons», pero ésta no es más que una de las acs. de trincar, y no la más conocida.―

4 Es decir, el vulgo marineril al tratar de imitar la voz francesa la deformaría inmediatamente en tringrar o tingrar, que forzosamente pasaban a tringar, confundido en seguida con trincar.―

5 Quizá primero ‘empujar a uno fuertemente inclinándole’, luego ‘ladear’ y después ‘mover’. O bien trincarse ‘inmovilizarse’ y por antífrasis irónica ‘moverse’. No veo cómo trincar y trincarse pasaron a «trillar, trillarse» en Canarias (BRAE VII, 340).―

6 Claro que quatrinca es todavía menos un *QUATTRINICA, como querría esta autora. Formación secundaria sobre trinca, claro está.―

7 «Trancanilles son unos maderos que vienen de popa a proa por las amuradas, clavados y endentados contra los maderos, y contra la junta de la cubierta en el bordo que la afixan: y assí mesmo fortifican la nao» (155; análogamente 90); «trancanil es un madero fuerte que liga las latas y baos de la cubierta con los maderos del costado» a. 1611, Th. Cano (en Jal, 1475a), definición reproducida por Aut.