TINGLADO, ‘cobertizo armado a la ligera, en que una tabla va puesta sobre la otra’, derivado de tinglar (hoy conservado en Chile) ‘cubrir parcialmente una tabla a otra’, y éste tomado, por conducto del gall. trincado (y tinclado), del fr. ant. tingler ‘tapar con piezas de madera los huecos de un maderamen’, derivado de tingle (hoy tringle) ‘pieza de madera empleada con este fin’, el cual procede de un derivado del escand. ant. tengja ‘unir, atar’.

1.ª doc.: Acad. 1817, no 1783; gall. trincado (embarcación) 1456, (cobertizo) 1750.

En Acad. está como equivalente de «cobertizo» sin más precisión. En Galicia ya Sarmiento anotó tinglado ‘alpendre o cobertizo de teja o de madera’ en la zona ferrolana h. 1750 (CaG. 216v), mientras que asegura que esto entonces en Castilla se decía teñada: otro indicio de que el vocablo entrara por vía marina. Pichardo en su dicc. cubano (1836) detalla mepor su significado que la Acad. (ed. de 1817): «cualquiera obra de madera, principalmente el cobertizo, en que una orilla de la tabla va puesta sobre la otra». Que éste ha sido en todas partes el sentido propio y exacto de tinglado lo prueban las acepciones tan vivas que la Acad. ha recogido en sus últimas ediciones «tablado armado a la ligera» y «artificio, enredo, maquinación», en Cuba «tablado en ligero declive donde cae la miel que purgan los panes de azúcar»; V. ejs. de N. Gallego, Bretón de los Herreros y Pardo Bazán en Pagés; nótese también el marítimo tingladillo «disposición de las tablas de forro de algunas embarcaciones menores, cuando, en vez de juntarse por sus cantos, montan unas sobre otras, como las pizarras de los tejados». El verbo de donde deriva tinglado, que debió de ser usual en otro tiempo en España, es tinglar, vivo actualmente en Chile «cubrir parcialmente una tabla a otra como las tejas de los tejados», tabla tinglada «la que carga o monta sobre otra como para formar tingladillo» (Román). De éste deriva evidentemente tingle, que al parecer se emplea en Chile con el sentido de ‘tinglado’, aunque falta en los diccionarios1.

La etimología del castellano tinglado estaba hasta ahora por estudiar; no es posible partir de un latino *TEGULATUS derivado de TEGULAteja’ cómo dice la Acad., por evidentes razones fonéticas. Ant. Thomas (Rom. XXXIX, 205-6; Mél. d’Étym. Fr.2, 203-4) insinuó que derivaba del fr. ant. tingle, hoy tringle. En efecto de esto no hay duda. Tringle designa hoy muchos objetos técnicos, pero el sentido fundamental y el más antiguo es «règle de bois longue et étroite qui sert à boucher quelques ouvertures de portes, fenestres, chassis, etc.», «pièce de marrein... qui sert à couvrir les joints des planches d’un bateau» (Furetière); con este sentido aparece tingle en muchos textos medievales, desde 1328, y todavía a fines del S. XVI (God. VII, 722), y de ahí viene el verbo antiguo tingler que evidentemente era unir las tablas en esta forma: «refaire la bauche doudit moulin devers la roue d’esselles noires bien tinglées et cousues», doc. de 1332, y con empleo muy semejante en otros dos textos de la época (God., l. c.); de este verbo quizá deriva el vco. entenga «clavo de siete pulgadas o más de largo» que Azkue registra en b. nav., guip. y en dos localidades del S. de Vizcaya. El verbo tringlà es vivo todavía en el Sur de Francia, vid. Palay y Mistral, de suerte que no es extraño que esta forma del francés antiguo no aparezca en castellano hasta el S. XIX. En francés tingle se cambió en tringle simplemente por el conocido fenómeno de la repercusión de líquidas.

Se había empleado, desde antes, un término igual, como voz náutica gallega. Ya hacia 1456 y en 1577 se mencionan los trincados en docs. de Pontevedra, como nombre de una especie de nave: «dornas, trincados y galeas» (C. Sampedro), y Sarm. nos trasmitió de un técnico gallego de astilleros la explicación de que allí se llamaban navíos trincados: «aquellos cuyas tablas se unen con solapas», lo cual confirma definitivamente desde el punto de vista semántico la etimología que he dado; análogamente lo hallamos definido en portugués (Moraes, ed. 10.ª). Por otra parte la forma con -l- era también usual en el mar: «tinclado ‘nombre de un barcón muy grande que se usaba en Pontevedra’» (CaG. 98v). Estos datos reunidos por el prof. Pensado (CaG. pp. 177-8) aseguran, pues, del todo mi etimología. Sólo hay que agregar que el paso de tringlado a trincado se explica por influjo del verbo TRINCAR, y que en castellano se ha generalizado una forma intermedia.

En cuanto al origen del fr. ant. tingle, las averiguaciones no han progresado desde la nota citada de Ant. Thomas, a la cual se atienen fielmente M-L. (REW, 8749), Gamillscheg (EWFS) y Bloch1 y 2. Según Thomas el vocablo francés, documentado desde los albores del S. XIV, se habría tomado del neerl. tengel o tingel «tringle, cale, garniture de bois mince entre des pièces de charpente qui ne se touchent pas comme il faut», «trousse-barre, darivotte ou darivette, pièce qui joint ensemble les coupons d’un train à flotter». Que la palabra francesa viene de la neerlandesa o al revés, es evidente; pero es extraño que Thomas y sus imitadores no hayan advertido lo que salta a la vista: que el préstamo se produjo en dirección contraria a la que ellos suponen. Ya lo sugiere así la vacilación del neerlandés entre tengel y tingel, refuerza esta impresión el completo aislamiento y esterilidad del vocablo en neerlandés, y lo prueba en forma concluyente la fecha reciente de esta palabra en el idioma: como observa Franck, todavía no figura en Kilian (fin S. XVI); lo mismo hay que decir del alemán tingel, voz que, por lo demás, es rara.

Parece claro que estamos ante un antiguo término náutico francés heredado del escandinavo de los normandos, pues sólo en escandinavo existe el verbo tengja ‘atar, unir’ y su familia (vid. Fick4 III, 152; comp. Kluge, s. v. zäh, zange, parientes lejanos de esta voz escandinava). Justamente tengja se empleaba especialmente en el sentido de ‘unir una embarcación a otra’ (Cleasby-V.), y se recordará que el fr. tringle es «pièce de marrein qui sert à couvrir les joints des planches d’un bateau». Hay un vocablo náutico del escand. antiguo que ya FaIk (WS IV, 43-44) puso en relación con el fr. t(r)ingle, aunque sin atreverse a rechazar la opinión de Thomas. Por desgracia no es seguro qué significaba exactamente esta palabra nórdica tingl; según Cleasby-V. sería «an ornamental headpiece or beak on a ship», pero Falk no lo ve tan claro, y de sus datos sólo se deduce que era una pieza de madera labrada que se colocaba junto a la roda de proa. Si en lugar de disponer solamente de textos poéticos tuviéramos también descripciones precisas del buque de los Vikings es muy posible que viéramos que tingl designaba además otras piezas de madera empleadas para unir o sujetar a la manera de la tringle francesa, puesto que tingl parece derivar de tengja ‘unir’. Sin embargo, esto es incierto, y Cleasby-V. creen más bien que se trata de una palabra afín a tungl ‘luminar, lucero’, ‘luna’.

Si en efecto es así habrá que desechar la idea y pensar más bien en el escand. ant. tengsl n. pl. «cables con los cuales se sujeta una embarcación a la otra»: como se trata de un derivado de tenja ‘atar’, con sufijo ordinario, el vocablo podía designar igualmente cualquier otro objeto para unir, incluyendo las piezas llamadas tringle en francés. Sin duda el tratamiento fonético entonces no es tan claro; pero como las voces escandinavas entraron en francés en fecha muy tardía, el S. X, no es extraño que el nexo sl se conservara de momento intacto dando algo como tinsle o tingsle, y después cuando la s enmudeció, lo cual ante sonora acaecía ya en el S. XII (freine o frene por fresne son grafías ya muy frecuentes en esta época), esta forma pasaría a tingle tal como SPINULA a épingle; la i quizá se explique por el grupo complejo ngsl, comp. fr. rincer < reïncier RETENCIARE < RECENTIARE oc., cat. dins DE INTUS.

Sea lo que quiera de estos detalles, me parece seguro que tingle procede de un término náutico escandinavo derivado de tengja.

Tinglado como nombre de una especie de tortuga fosforescente en Cuba y Puerto Rico, tinglá en Sto. Domingo (Ca., 196; Malaret), debe de ser indigenismo antillano sin relación con el español tinglado.

DERIV.

Tingle «pieza de hueso de vaca en forma de rombo o triangular, que sirve a los vidrieros para apretar y alisar las varillas de plomo en las vidrieras» [Terr.; Acad. ya 1817], tomado del fr. antic. tingle (V. arriba): hoy este utensilio se llama con el diminutivo tringlette en francés. Tingladillo, V. arriba.

1 «Me refugié en mi cuarto... Se oía un fragor perdido procedente de los cuatro flancos del bosque. La lluvia lamía las tablas del tingle con blando roce de membranas» E. Elgueta Vallejos, en El Mercurio de Santiago, 14-XII-1941.