TRIGO, del lat. TRզTէCUM íd.

1.ª doc.: documento leonés de 964.

Así también en docs. de 1095, 1146, 1147 (M. P., Oríg.2, 321). Otras veces aparecen formas más tradicionales: tridicu en doc. alto-aragonés de 1024 (o. c., p. 189), tridico en otro de la misma procedencia de 1101, tridigo en escrituras leonesas de 1003 y 1111 (l. c. y p. 180); más documentación arcaica en Oelschl. La evolución fonética fué trídigo > tridgo > trigo. La forma intermedia, que M. P. echa de menos, está documentada en mozárabe por el anónimo sevillano de h. 1100: tiríȝqu (2 veces, ed. Asín, p. 318), donde la primera i resulta de la habitual y forzosa anaptixis hispanoárabe, y la q conservada corresponde también a los hábitos fonéticos del mozárabe; además ƫiriȝqáyrah o ƫiridqáyra muntûza ‘trigo montés, avena loca’, ibid., pp. 316-71.

Esta evolución fonética ha inspirado dudas a algunos romanistas, que ven una discrepancia con los casos de -ATICUM > -azgo, JUDICARE > juzgar, PEDICUM > piezgo (también NATICA > nalga, con -lg- en lugar de -zg-). M. L. Wagner (VRom. V, 110) cree que el cast. supone una base disimilada TRզDէCUM lo mismo que el logud. ant. tridicu (así tres veces en el Condaghe de Silki: M-L., Wiener Sitzungsber. CXLV, v, 28) y Nuoro tríiku (dialectos sardos que conservan intacta la -T- intervocálica). Realmente esta base está documentada repetidamente en el Dioscórides traducido en Italia en el S. VI (RF X, 209; XIV, i, 634); pero no nos saca de apuro en cuanto al castellano, pues juzgar y piezgo muestran que el tratamiento de DC es el mismo en cast. que el de TC. Zauner, Litbl. XXVIII, 161, llamando la atención hacia la grafía triigo del Livro de Esopo port. del S. XIV (ms. del XV)2, da a entender que TRզDէCUM pasó a tríego y luego trigo, perdiendo la -D- intervocálica; pero esta evolución, rechazada por M. P. (l. c.), sería tan contradictoria de todo el tratamiento de las postónicas castellanas que no puede aceptarse. La grafía del Livro de Esopo no tiene importancia: es una de tantas duplicaciones meramente gráficas y antietimológicas como las que menudean en la História do Santo Graal y otros textos medievales portugueses, (comp. aquí s. v. COMBLUEZA) 3. Menos todavía hay que pensar en un lat. vg. *TRICU como quiere Fouché (RH LXXVII, 154), siguiendo la mala costumbre, que ya le criticó, Grammont, de achacarlo todo al latín vulgar (Tricus por Tetricus, que él menciona, no es más que un olvido gráfico). La explicación es sencilla: -ATICUM y análogos pasaron primero a -adgo con -d- fricativa y débil, antes de llegar a -azgo; lo propio sucedió con tridgo, pero aquí la d, siempre débil, fué eliminada por la disimilación de la t-. TRITICUM se ha conservado solamente en portugués, cast., sardo y en ciertas hablas réticas y alpino-lombardas (REW 8924): el cat., galorrománico y alto-it. han adoptado el tipo blatblé, etc. (de origen céltico, no germánico); el it. ha generalizado frumento.

DERIV.

Trigal. Trigazocosa de trigo, triticeus», Nebr.]; más tarde sólo trigaza ‘paja de trigo’ (Aut.). Trigueño [princ. S. XVII, Aut.; sustituye a moreno en and., cub., etc.]. Triguerat., ierva: herba triticaria; t., ave: avis triticaria», Nebr.; ya en el anónimo de h. 1100, V. arriba]; triguero (como nombre propio desde 1076, Oelschl.). Triguillo. Cultismo: Tritíceo.

CPT.

Trastrigo, buscar pan de ~, comp. mejor de pan de trigo en Juan Ruiz.

1 Vocalización completa 3 veces, incompleta una vez; Asín imprime arbitrariamente tirdicaira.―

2 Análogamente con los docs. portugueses de 1258 que cita M. P.―

3 El trasm. trígueo (RL XIII, 125) (pron. tríyu) no debe mirarse como trasposición del supuesto triigo; se trata de una y secundaria de tipo leonés; comp. el trasm. síria ‘fuerza’ < port. ant. sira (RL XIII, 395 ss.) SզDĔRA; a pesar de la grafía antigua siira.