TOPAR, de la onomatopeya TOP, que expresa un choque brusco.
1.ª doc.: S. XIV, Juan Manuel; Juan Ruiz; Biblia med. rom., Gén. 28.11.
En castellano pronto se desarrolla el sentido figurado de ‘hallar’, especialmente hallar a alguno por casualidad y sin buscarle, otras veces también hablando de cosas. Así ya en Juan Ruiz, aunque en éste se percibe todavía algo del matiz etimológico: «non sé ffuerte nin rezio que se contigo tope / que nol debatas luego por mucho que se enforce», increpando al Amor (187c). Quizá aun más común es el uso intransitivo, que ya encontramos en El Conde Lucanor, y que después se hace trivial: «commo es grave [‘difícil’] topar / en conplisión ygual, / es fallar en su par / buen amigo leal» Sem Tob (490), «topar encontrando con uno: occurro» Nebr., «siempre hallávamos algo que notar en vuestras cartas... y acontecía que como topávamos algunas cosas que no avíamos visto usar a otros» Juan de Valdés (Diál. de la L., 4.11), «se ha dicho... que la han visto algunas personas... y quizá alguna vez la toparé yo, y le preguntaré si manda que haga alguna cosa en descargo de su conciencia» Coloquio de los Perros (Cl. C., 299), «en estas razones y discursos iba, cuando topé con un clérigo muy viejo en una mula, que iba camino de Madrid», «entrábase en las casas que veía abiertas; y si no había testigos robaba cuanto había; y si le topaban, tocaba la campanilla» Buscón (Cl. C., 113, 194); otros en La Ilustre Fregona (Cl. C., 316), Ruiz de Alarcón (La Verdad Sospechosa, Cl. C., 18), etc. Aunque Aut. lo da todavía como de uso normal (con varios ejs. clásicos), es posible que ya empezara a envilecerse en el Siglo de Oro: Lope lo coloca en un trozo de lenguaje villanesca en La Corona Merecida (v. 121, donde lo que topamos es más bien ‘lo que tenemos’ que ‘lo que hallamos’). En esta ac. es hoy en muchas partes palabra vulgar, evitada por la gente educada1, aunque muy viva todavía, mientras sigue teniendo vigencia plena en el judeoespañol de Oriente (Yahuda, RFE II, 347).
La ac. etimológica corre mucho en la Arg., Chile y otros países americanos, especialmente hablando de ganado, o de caballos dirigidos por sus jinetes2. La distribución semántica que en castellano tiende a hacerse entre topar y topetar es diferente y aun opuesta a la que se practica en el catalán de Valencia, donde Lamarca traduce topar por el cast. topetar, y éste en cambio se emplea con el sentido de ‘hallar, encontrar’: así he oído esta palabra (ajena al cat. del Principado) en muchos pueblos del Maestrazgo, sin excluir a Villahermosa, de habla castellana. El port. topar es también «encontrar com alguém ou alguma coisa a caso e imprevistamente, ou de propósito» (aquí la ac. ‘chocar’ se encuentra, pero es rara), y no sólo abundan los ejs. del S. XVI (vid. D. Vieira), sino que el derivado topo ya aparece en el XV y hay un ej. del verbo a med. S. XIII «per stratam Portus quomodo tupat in mormoralibus» (CortesƟo, addit).
Ir topar ‘ir a parar’ doc. de 1355, Pontevedra (Sarm. CaG. 87v); una linde «topa encima a casa do moesterio de San Francisco» Pontevedra a. 1428 (169r), «vai de longo con o monte e topa en fondo en o mar e topa encima en o monte» (169r). La gran extensión semántica del gall. topar (‘hallar’ etc.) tiene ya raíces medievales: «tornar?-se d’aly, et vier? topar aa fonte de Effat» Gral. Est. Gall. 193.21, en ese texto es ‘hallarse’ intr. «o Nilo... as rribeyras; ontre que topa e vay» 189.31; «tornando para sua terra topou con os conpañeiros» MirSgo. 25.19, hablando de enemigos en las Ctgs. «topou en seus ?emigos» 213.58, etc.; «o topar das espadas» Crón. Troy. I, 273.24, etc. También se ha desarrollado esta ac. ‘hallar’ en port. (topar alguns conhecidos).
Fuera de la Península, volvemos a dar con intoppare ‘chocar’ en Italia, voz castiza y bien arraigada, pero en los romances de Francia esta raíz es esencialmente extranjera, pues toper ‘aceptar un envite en el juego’ y luego ‘declararse de acuerdo’ es hispanismo del S. XVII, tomado de esta ac. especial cast., que aquí está documentada a med. de esta centuria (Aut.).
En cuanto al origen, Diez (Wb., 321) lo unía con la familia que aquí estudio s. v. TOPE, si bien considerándola común al romance con el germánico y no como germanismo; como en realidad TOPE parece serlo, Gamillscheg (EWFS, s. v. toper) afirma que topar también lo es, y M-L. (REW 8787) dice lo propio de topetar, sin estudiar topar ni intoppare en su libro. Bloch desecha con razón esta idea admitiendo el origen onomatopéyico, y Spitzer (RFE XIII, 123n.) pasa al extremo opuesto dando como onomatopéyicos topar y tope. Desde luego hay que rechazar el origen germánico de topar, y separar las dos familias: el sustantivo tope en el sentido de ‘punta’, ‘cumbre’, estaba limitado primitivamente al uso náutico y es extranjerismo tardío en la Península; en Francia, donde este germanismo tiene arraigo antiguo, falta en cambio el verbo topar, y semánticamente la separación no es menos clara. El origen onomatopéyico de topar y de intoppare es evidente3.
DERIV.
Topada [Aut.], comp. nota 2. Topadizo. Topador. Topamiento [S. XV, Aut.]4. Toparra salm. Topazo ‘choque’ ant. (Fz. de Oviedo, Fcha.) y arg.5. Tope ‘colisión, encontronazo’ [1554, Lazarillo, Aut.]6, ‘tropiezo, impedimento’ [med. S. XVII, Ágreda, Aut.], ‘pieza que se pone en algunos instrumentos para que no penetren más’ [Aut.], hasta el tope ‘enteramente, hasta donde se puede llegar’ [Aut.], diamantes al tope [S. XVII, Aut.]. Topear; topeadura. Topetar [Nebr., arriba]; topetada; topetazo; topetón; topetudo. Topino [Acad. 1925, no 1884]. Topón adj.: vaca topona ‘que gusta de embestir’ and. (Rdz. Marín, nota al Quijote, Cl. C. VIII, 260); m. ‘topada de dos jinetes’ cub., también toponazo (Ca., 177). Gall. atopar tr. ‘encontrar (a persona)’: «non digas quen atòpas / unha nena ch’agrade...» (copla pop.) o cosa: atopar ganza ‘concebir fuera de matrimonio’; atoparse ‘encontrarse en..., con...’ (Vall.) y aun ‘hallarse, estar’ con carácter cuasi-predicativo: «quen, coma min, de vello, / se atopa coxo» B. Losada, 1886, Castelao 60.22, 89.3. Ast. atopar ‘hallarse bien en un sitio’, atopadizu ‘el sitio en que uno se halla bien’ (V)7.
1 Como observa Cuervo, Disc., 363, 440; Ap., § 744.― ↩
2 Descripciones en Inchauspe, Voces y Costumbres del Campo Argentino, La Prensa, 14-XI-1943; Helena Hosman, íd. 25-IV-1941. Topada «género de pelea a que son muy aficionados los paisanos chilenos, y que consiste en derribar a su rival aplicándole un cabezazo debajo de la barbilla o en la boca del estómago; también, especie de justa entre jinetes» Miguel A. Camino, Nuevas Chacayaleras, 123.― ↩
3 Más discutible es la procedencia del it. tòppo ‘tocón’, y sobre todo la de tòppa ‘remiendo’, que aquí no me toca resolver, pero que no puede cambiar los términos del problema referente a topar. Comp. el it. tóppete «voce imitativa di colpo».― ↩
4 Está anticuado generalmente, pero en los valles del Noroeste argentino es viva la fiesta del topamiento o del compadrazgo, curiosa ceremonia (Elena Hosmann, La Prensa de B. A., 27-IV-1941).― ↩
5 «La conmemoración litúrgica máxima de La Rioja, conocida por tincunaco o rito del topazo, que ahí celébrase el 31 de diciembre desde hace 300 años» Bernaldo de Quirós, La Nación, 7-VII-1940.― ↩
6 Guiraldes, D. S. Sombra, ed. Espasa, 140, 180; I. Moya, Romancero Argentino II, 321.― ↩
7 V. Wartburg, Word X (1954), 288-305 y los artículos top, top-pin, topp-toppen, *topf de su FEW. ↩