TONTO, probablemente voz de creación expresiva, cuyos equivalentes se encuentran en muchos idiomas.

1.ª doc.: 1570, C. de las Casas.

Ahí traducido «abbalordito, balordo, cappocchio, gnocco, melone». Al mismo tiempo o muy pocos años después debía de escribir Santa Teresa a quienes le instaban a que compusiera Las Moradas (1577): «¿para qué quieren que escriba? Escriban los letrados que han estudiado, que yo soy una tonta y no sabré lo que me digo, pondré un vocablo por otro, con que haré daño»1. Desde entonces empieza a encontrarse con frecuencia: de 1590 son los versos de Góngora «háganse tontos ceniças, / que con ceniças de tontos / discretos cuelan sus paños» (ed. Foulché I, 141; otro I, 392); en la Vida de Cristo de C. de Fonseca (1596) «Christo, Señor nuestro, condenó por tonto al que edificó casa sobre tan flacos cimientos como el arena» (lib. 1, cap. 12); Aut. cita ej. de una obra póstuma de Sánchez de las Brozas († 1600) y del Persiles de Cervantes, y hay muchos en el Quijote. También figura en los dicc. de Percivale (1591) («a foole, a dolt»), Palet (1604), Oudin, Covarr., etc., definido en éste «el simple y sin entendimiento ni razón, pero éste no es furioso como el que llamamos loco». Hoy en América su empleo es algo menos extenso que en España, a causa de la concurrencia que allí le hace zonzo, pero no es ajeno al habla popular (ejs. en el Canc. Cuyano de Draghi, pp. 87, 295, 304). Falta en cambio en los dicc. de APal., Nebr., PAlc., y en general en las fuentes medievales.

Por otra parte, tonto y vocablos semejantes aparecen en otros varios idiomas, y no sólo romances. En catalán es castellanismo bastante usual, pero mal adaptado (conserva la -o) y no generalizado. En portugués aparece desde Bluteau (1715) y en varios autores literarios del S. XVIII (citas de D. Vieira y Moraes), y su sentido es algo diferente: «de juizo lezo com os annos», es decir, ‘chocho’. En italiano «tónto: minchione, rintontito, stùpido» no es ajeno al vocabulario común pero no es de uso muy frecuente (incomparablemente menos que sciocco), aun cuando ya lo señalan en Varchi († 1565); ni siquiera puede asegurarse que no sea hispanismo (nótese que C. de las Casas no lo registra en su parte italiana, ni lo da entre sus numerosas equivalencias de la voz castellana), aunque es más probable que sea creación paralela a la cast., puesto que ha producido un derivado diferente y bien usual intontire ‘aturdir’ (aplicado p. ej. a los peces emborrachados con hierbas por los pescadores). Tampoco parece ser italianismo el rum. tont «sot, nigaud», que según Densu?ianu (Rom. XXXIII, 82-3) es muy popular y se emplea en el viejo dialecto de Macedonia; hay además una variante vocálica tînt y otra ampliada tîndală, sinónimos todos ellos (Pascu, ARom. VII, 563). Y no faltan voces muy semejantes, y también sin etimología, en idiomas de otras familias: alem. provincial tunte f. ‘persona lenta’, ‘persona puntillosa, remilgada’, húngaro tandi ‘bobalicón’, ‘palurdo’.

Como etimología propusieron Sánchez de las Brozas y Diez (Wb. 492) partir del lat. ATT֊NէTUS ‘atolondrado’, y aun Schuchardt ―si bien admitiendo en lo fundamental el origen expresivo, ZRPh. XLI, 698-9― se inclinaba a creer que habría cruce o confusión con esta palabra latina; pero es evidente que el resultado fonético de ésta en castellano sólo podía ser *atuendo, y el cruce no parece necesario ni verosímil. La opinión de Otto Driesen (ASNSL CXXIII, 201-2) de que derive de TONDRE ‘esquilar’ (fijándose en algún uso figurado y medio jergal de los fr. tondu y chauve), no tiene probabilidad alguna. Baist, coincidiendo en cierto grado con Covarr., y fijándose en que tondo ‘necio’ es usual en italiano desde Boccaccio (corso tondu, bergamasco tond íd.), sospecha que éste sea aplicación figurada del más general tondo ‘redondo’, derivado regresivo de ritondo ROTUNDUS: entonces tondo se habría cambiado en tonto por reduplicación expresiva, y pasado desde el it. al castellano; mas esto es poco probable en vista de que el it. tonto ha sido siempre mucho menos popular que en España.

En definitiva se impone seguir la opinión de Meyer-Lübke2 (ZRPh. XXVIII, 636; REW 8988), quien en vista de las variantes del vocablo y de su extensión en idiomas diversos admite que es voz de creación expresiva. Esto me parece bastante seguro, aunque ya es menos seguro que debamos partir del balbuceo tt... tt... del hombre abobado: los vocablos de este tipo como chocho, bobo, lelo, soso, fofo, memo, y en particular su hermano y sinónimo zonzo (comp. cat. dial. enxunxit ‘amodorrado, adormilado por la fiebre, etc.’), se caracterizan por la repetición de una misma consonante, a menudo con vocal o, y a veces con adición de una n, y es esta misma repetición la que basta para sugerir directamente la idea de necedad o flojedad. Comp. el colomb. y centroamer. dundo ‘tonto’ y vid. TUNTÚN (comp. port. doudo, s. v. TULLIDO).

DERIV.

Tontada. Tontaina. Tontear [Covarr.]. Tontedad [1570, C. de las Casas; 1613, Cervantes, Aut.; hoy desusado, aunque tontidad se oye todavía en Galicia, Pardo Bazán, Obras ed. 1943, p. 1490]. Tontera. Tontería [Sta. Teresa, Aut.]. Tontillo [Aut.]. Tontito ‘Polioptila dumicola’ chil., arg. (Mendilaharzu, La Prensa de B. A., 29-IX-1940). Tontón [tontonazo, Calderón, Aut.]. Tontucio (almer., etc.). Tontuelo. Tontuna. Tontura ‘vahido o mareo’ canar. (BRAE VII, 340) < port. tontura íd. Atontar [Cervantes, Lope, DHist.], maestr. atotinat ‘aturdido, atontado’ (Seidía, pp. 6, 278); atontamiento. Tontina [Acad. 1884, no 1843], del it. tontina, que alude al banquero napolitano Lorenzo Tonti (S. XVII), cuyo apellido quizá deriva del adjetivo it. tonto. Entontecer (raro atontecer); entontecimiento.

CPT.

Tontiloco. Tontivano.

1 Cita de M. P., El Estilo de Sta. Teresa, en La Lengua de Colón y otros ensayos, pp. 131-2.―

2 Éste había pensado antes en un *TŬNDէTUS ‘golpeado’, ‘contuso’, idea sumamente inverosímil.