TOJO, voz regional del Noroeste, común con el port. tojo y el gasc. toujo: supone una base *T֖JU seguramente prerromana.

1.ª doc.: 1475, G. de Segovia (p. 51); Aut.

Definido ahí: toxo «arbusto sylvestre, especie de espino alto: no tiene hoja alguna, pues solamente echa flores amarillas, como las de la retama, pero sin olor». Se trata del Ulex Europaeus o aliaga, y es voz propia especialmente de Galicia y provincias vecinas (en Santander y parte de Asturias ya se le llama árgoma, en la mayor parte del territorio europeo de lengua cast. aulaga o aliaga); Fz. de Navarrete (1747) y Gómez Ortega (1790) le llaman tojo de Galicia, y Pardo Bazán también la considera palabra gallega (Obras, ed. 1943, p. 1490). Es popular, sin embargo, en algunas zonas de lengua castellana: Astorga toyo (A. Garrote) con el tratamiento propiamente leonés (y cast.) de la consonante, mientras que el toxu del ast. de Rato tiene ya el tratamiento gallego y leonés occid. G. de Segovia escribía tojo con -j- sonora, mientras que Aut. da ya la grafía agallegada toxo; por lo demás falta en los dicc. clásicos y preclásicos. Ya en los Castigos de D. Sancho (p. 60) leemos «tal es el viejo desque pierde vergüença como el toxo desque es quemado», pero sólo está así en el ms. E, del S. XV (el ms. C trae el cepo), y este ms. trae bastantes galleguismos del copista (V. mi reseña de la ed. Rey en NRFH): la -x- será, pues, un caso temprano de fonética gallega. Otra zona de popularidad, donde impera un derivado, la forma el aragonés, que dice toyaga (o, mal escrito, tollaga), como nombre de la planta erizo (Borao); en Segorbe tollaga fué recogido por Rojas Clemente (Colmeiro II, 30); como tojo de Huelva está en Máximo Laguna (Colmeiro II, 29). También fué popular, en efecto, en el mozárabe del Sur de España, donde ƫúyyu, tûyu y ȶûy se encuentran ya en el anónimo sevillano de h. 1100 como nombres romances equivalentes al hispanoár. ǤaȬlaq (V. AULAGA) (Asín, p. 362), y ƫûyu en Abenalbéitar como nombre de una especie de genista (Simonet, s. v.). No hay confusión posible, botánica ni etimológicamente con la atocha o esparto (contra lo que hace Simonet, seguido por M. P., Oríg., p. 196), pues el nombre de éste procede de una base muy diferente *TAUCIA; en nuestro caso las formas gallegoportuguesas y gasconas prueban que no hay diptongo. En portugués, tojo, y en gallego, toxo (Sarm. CaG. 100r, etc., p. 553, Castelao 24.27, 156.10), son la denominación general de esta planta. Escrito togios ya se encuentra en las Inquisitiones de 1258, el derivado tojal en cuatro pasajes del mismo texto (escrito toihal y togial), y togeiro ya en 1099 (vid. CortesƟo).

Por otra parte la voz que estamos estudiando reaparece como femenina en otra zona ibérica más allá de los Pirineos: bearn., land., bord. toujo, cuyo parentesco con la voz hispánica ya subrayó Bourciez (B. Hisp., 1901, III, 327), y con carácter intermitente el derivado se prolonga todo a lo largo de la vertiente Norte de los Pirineos: Ariège toujaco, Narbona tujado (Rohlfs, ZRPh. XLVII, 406-7; BhZRPh. LXXXV, § 25). Bibliografía acerca del gasc. toujo, en M. Herschel, Zur Sprachgeogr. Südwestgalliens, 25. Un testimonio temprano encontramos en el nombre Fortasí des Toiar, en el depto. del Gers, segunda mitad S. XI (Luchaire, Recueil, p. 99). La forma del Ariège toujaco y la arag. toyaga contienen el sufijo colectivo ibero-vasco -ACA, -AGA, que reaparece en el colectivo vasco otaca registrado para el nombre de esta planta por Bowles (1775: Colmeiro II, 27).

El sufijo, como observaron Rohlfs y M-L. (REW3 8818a) orienta inequívocamente la búsqueda etimológica hacia el complejo prerromano ibero-vasco; sugirió Rohlfs que estamos ante una variante del nombre vasco actual ote, y este lingüista opinaba que en la forma articulado otea, que también aparece como ota y otia (Colmeiro), pudo producirse una metátesis otya > toya, que explicaría el nombre romance. Claro que no se han estudiado bastante bien las leyes de la metátesis vasca, fenómeno al que este idioma es extraordinariamente propenso; pero estoy conforme con Bähr (ZRPh. L, 755) en que una metátesis de este tipo está reñida con las fórmulas normales de este fenómeno. Dudo mucho, pues, que el acierto de Rohlfs fuese total; también cabría idear otros caminos (oteaga > *etoaga > *etoyaga, como TUA > tuya, y de allí extraído nuevamente el primitivo; etc.), o puede tratarse de una forma ibérica emparentada más de lejos con el vasco ote1. Sea como quiera, es seguro que las formas romances coinciden en postular una base *T֖JU (o *T֖JA más allá del Pirineo)2. Otros intentos etimológicos muestran desorientación: la base T֊XէCUS ‘venenoso’ de Baist (ZRPh. V, 561), que tampoco conviene por el sentido, fonéticamente es imposible. Wartburg (ASNSL CXL, 156), cediendo a su teoría favorita del influjo griego, y fijándose en el prov. rodanés tueis, tui, ‘tejo’ (Mistral), quiere partir del gr. Ȏύα, Ȏύιος, ‘tuya’, lo cual es aceptable, en calidad de cultismo botánico, por lo que hace al prov. tui (y con cruce de TAXUS > tueis), puesto que el tejo y la tuya son dos árboles coníferos, pero es idea extraña creer que un nombre de la aulaga puede venir del de una especie de ciprés3.

DERIV.

Tojal.

1 Mi sugestión de VRom. II, 156, diminutivo vasco *otoi de ote, ya no me parece probable, pues el port. tojo supone que la base romanizada *T֖JU hubo de tener esta forma desde tiempos muy remotos, y se cree que el vasco -oi es préstamo alterado del lat. -ONEM.―

2 No *T֊JU, como imprime Bourciez, que habría dado tueyo en leonés y en gascón. Un origen céltico no sería imposible geográficamente, aunque no es verosímíl a causa de toyaga. No puede tratarse de TOGIUS, aunque sea verdad que este nombre de persona galo signifique ‘agradable’ como el irl. toig, al cual lo equiparan Stokes-Bezz. 121, y Dottin, La Langue Gauloise, p. 292, y aunque esta denominación por antífrasis convendría a la aliaga (he oído en el Valle de Arán la comparación vulgar dós o graciós com ua jauba ‘agradable como la aliaga’): si esta ecuación etimológica es exacta, TOGIUS, a juzgar por el vocalismo irlandés, habría de tener ֊, y las formas romances suponen O cerrada; además Pedersen, Vgl. Gramm. II, 666-7, rechaza aquella etimología y ve en toig la contracción de un compuesto muy diferente.―

3 Tojo, nombre del tunduque en jujuy (Norte argentino) (Fausto Burgos, La Prensa de B. A., 23-XI-1941; Carrizo, Canc. de Jujuy, s. v.), quizá indigenismo, no tiene relación con el nombre de planta. Tampoco hay relación con ATOCHA.