SÍ pron., del lat. SէB?, dativo del pronombre reflexivo de tercera persona; en romance SIBI fué sustituido por *Sզ según el modelo de Mզ (clásico MIHI), forma correspondiente del pronombre personal de primera persona; y en los romances ibéricos se generalizó el empleo de como forma acentuada del pronombre reflexivo de la tercera.

1.ª doc.: orígenes (Cid, etc.).

El estudio de la historia y uso de los pronombres pertenece a la gramática histórica; V. los pasajes correspondientes de los manuales de M. P. y Hanssen, la gramática del Cid por M. P., las notas de Cuervo en Ap. y en la Gramática de Bello, así como M-L., R. G. II, § 75; III, § 380. Las formas de SIBI y TIBI son idénticas en todos los romances a las de MIHI, y en ninguna parte quedan huellas de la terminación -BI (a no ser quizá en sardo y en rumano), de suerte que bien podemos asegurar que SIBI debió ser sustituido por *Sզ en una fase más o menos tardía del latín vulgar. Por lo demás, en italiano, en los dialectos del Centro de Italia, y en la gran mayoría de las hablas francesas antiguas y modernas, se perdió toda huella de SIBI o *Sզ, generalizándose el empleo del acusativo S para todos los usos tónicos del reflexivo; en los tres romances ibéricos, en gascón y en algún otro dialecto occitano, es por el contrario *Sզ el que fué generalizado; mientras que el occitano antiguo emplea si y se promiscuamente.

Por el contrario, en calidad de forma enclítica y proclítica es el antiguo acusativo S, cast. se [glosas emilianenses, Cid, etc.], el que fué generalizado para todas las funciones de caso, perdiéndose SI(BI) en esta circunstancia en todos los romances (salvo algunas huellas en occitano y en dialectos más remotos.

Por lo que hace al posesivo correspondiente, lat. SŬUS, en latín vulgar usurpó las funciones del posesivo no reflexivo EJUS, perdido en romance. También aquí se fué introduciendo, por vía fonética, una distinción de forma entre el posesivo tónico y el inacentuado, aunque ambos procedentes de SŬUS. Bajo el acento dió primero súo [Berceo; docs. de los SS. XI-XIII], femenino súa [íd. y glosas emilianenses], más tarde suyo, suya, que ya son las formas propias del Cid, predominantes en Berceo y muchos documentos coetáneos, y generalizadas desde entonces. En posición átona, formas masculinas contractas como SŬM PÁTREM parecen encontrarse ya en el S. V (ZRPh. III, 157), de donde el cast. ant. so, plur. sos [glosas de Silos, Cid, etc.]; en los demás romances hay también el femenino correspondiente SA(M), que en iberorromance sólo persistió en catalán y en portugués antiguo, dejando también alguna huella medieval en Aragón (el plural sas en doc. oscense de 1148); en castellano, por lo común, aun fuera del acento, siguió empleándose la forma plena SUA(M), que dió, según evolución fonética normal, sue (docs. de los SS. XII-XIII en Oelschl.), luego apocopado en su: hay, pues, una oposición entre el masculino so y el femenino su, no sólo en el Cid, sino en la mayor parte de los textos del S. XIII (M. P., Cid, pp. 158.15, 257.18; aun puede encontrarse los sos como forma tónica en el Cid), pero pronto tiende su a invadir la esfera de so y a generalizarse como pronombre átono. El pormenor de la evolución debo dejarlo para los estudios gramaticales.

CPT.

Sise1, antigua forma enfática del pronombre reflexivo de tercera, compuesto con la particula latina -PSE del mismo valor. Consigo [2.ª mitad S. X, glosas de Silos2; Cid, etc.], compuesto de con y sigo, conservado en gallegoportugués antiguo3, y resultante del influjo de sobre el lat. SCUM ‘consigo’. Ensimismarse [Acad. 1884, no 1843], derivado de mismo; ensimismamiento. Suicidio [Acad. ya 1817; no Aut. ni Terr.; ya en L. Fz. de Moratín], formado con el lat. sui ‘de sí mismo’ y la terminación de homicidium ‘homicidio’ (suicide es neologismo documentado en Inglaterra desde 1651, donde esta plaga es muy común, como observaba Moratín, y de donde debieron de tomar el vocablo las demás naciones europeas); suicida [Acad. 1843, no 1817]; suicidarse [princ. S. XIX, L. Fz. de Moratín; Acad. no 1843]. Aseidad, tecnicismo filosófico derivado del lat. a se ‘de por sí’.

1 «El rey... en quanto en el lenguaje, endreçólo él por si se», Alfonso X, Libro de la Esfera, RFE II, 287. A sipse, doc. de Toledo, 1206; sobre sipse, ibid. 1210 (M. P., D. L., 265.15; 268.40). De hechos análogos trató R. Lapesa en RFE (h. 1934).―

2 Consico kisieret tenere traduciendo secum retinere voluerit, n.º 287.―

3 «Se nom é o coraçom meu / mais preto d’ela que o seu; / c’a vezes tem em al o seu, / e sempre sigo tem o meu», «unha pastor se queixava / muit’estando noutro dia, / e sigo medés falava, / e chorava e dizia...» Canc. de Don Denís, vv. 385, 443, etc.