SALA, del germ. SAL ‘edificio que consta solamente de una gran pieza de recepción’; es inseguro si el vocablo llegó al cast. por conducto del catalán o el galorrománico, o bien procede directamente del gótico; lo más probable parece que hubiera confluencia de las dos corrientes.

1.ª doc.: como nombre propio en doc. leonés de 1102 (índice de Vignau).

Además cita Oelschl. ej. en doc. riojano de 1206. En Juan Ruiz, después de la opípara cena de Don Carnal quedan los comensales dormidos en su palacio, y entonces «faza la media noche, en medio de las salas, / vino Doña Quaresma» a atacar al ejército enemigo (1099a). Nebr.: «s.: aula, atrium; s. alta: coenaculum; s. baxa; s., combite público: epulum». Está en el Quijote, etc. No tengo anotados otros ejs. medievales, y así es difícil asegurar si era vocablo castizo o bien importación galorromance o catalana. Esto último es lo que admiten Gamillscheg, R. G. I, p. 188, y el REW 7523. En apoyo de este punto de vista puede citarse la conservación de la -L- en el port. sala, y el hecho de que Sala es incomparablemente más frecuente en la toponimia catalana (y aun la aragonesa) que en Castilla. Por otra parte, hay Sáa en la antigua toponimia y onomástica portuguesa, muy frecuente y antiguo en este país (ejs. de los SS. XI-XIII en el Onomástico y en los Subsídios de CortesƟo)1; y desde el punto de vista germánico sería posible que el vocablo fuese autóctono en todos los países romances, pues además del a. alem. ant. sal, hay el b. alem. ant. seli, el ags. sele y el escand. ant. salr, y aunque en gótico no hay noticias directas de este sustantivo, las hay de los derivados saljan ‘encontrar albergue’, salithwos ‘comedor’, ‘albergue’. Desde luego la teoría de que el vocablo se propagó únicamente desde Francia parece inadmisible, dada la gran difusión en la toponimia italiana (Gamillscheg II, p. 67). Y así lo más verosímil me parece ser que hubo varios focos de difusión: el fráncico en Francia y Cataluña (desde donde llegó a Aragón), el longobardo y quizá ostrogodo en Italia, y el visigótico, que como de costumbre ejerció principalmente su influjo en el Occidente peninsular llegando hasta León. En Castilla, quizá a un antiguo y débil estrato autóctono visigótico, se superpondría posteriormente una oleada forastera de influjo caballeresco, procedente de Francia o Cataluña. El cambio del masculino o neutro germánico SAL en el romance sala, no ha de preocuparnos, pues no sólo puede ser debido al influjo del fr. halle (< fráncico), sino al género del sinónimo románico corte, de donde *sal f. y luego sala (comp. CASTA), forma que además mereció la preferencia por razones de homonimia.

DERIV.

Saleta [Cervantes, Rinconete]. Salón [Lope]; en el sentido de ‘reunión, sociedad, tertulia’ es galicismo del S. XIX (Baralt; Cuervo, Disq., 1950, p. 95]; saloncillo. Antesala.

1 En Galicia también hay hechos que suponen viejas raíces locales, como la frase todos son de humha «de una lechigada, camada, cuadrilla, era» Sarm. CaG. 166v, como decir ‘de una misma casa solariega’; luego ‘sembradura, siembra’ hablando de las varias sementeras de un mismo año: estos guisantes son da primeira 222v.